Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

La importancia de hablar de feminicidio en el caso de la DJ Valentina Trespalacios

Mientras el país se entera de nuevos detalles alrededor del asesinato de la DJ Valentina Trespalacios, la cobertura mediática se ha quedado corta al no nombrarlo como presunto feminicidio, ¿cuál es la importancia de hacerlo?

Por  LAURA VÁSQUEZ ROA

enero 24, 2023

Redes sociales de Valentina Trespalacios

Del asesinato de la joven DJ no se conoce mucho. Valentina tenía 23 años, tenía un número importante de seguidores en sus redes sociales y se presentaba en diferentes ciudades de Colombia y de Latinoamérica. Su cuerpo fue encontrado por un reciclador en un contenedor de basura, dentro de una maleta, en el occidente de Bogotá.

Se especuló que el cuerpo se encontraba desmembrado, pero de acuerdo con versiones más recientes, las autoridades aclararon que no fue así y que la posible causa de muerte fue la asfixia mecánica. Esto quiere decir que a la víctima se le impide respirar por un mecanismo como ahorcamiento, estrangulación o sofocación facial.

La otra parte de la historia que se conoce, ubica a la pareja sentimental de Valentina, un hombre estadounidense de 35 años, como la última persona con la que se vio con vida a la joven. Valentina publicó videos a lo largo del fin de semana y envió mensajes a su familia, contando de la visita de su novio, John Poulos. Su familia tuvo noticias de ella hasta el sábado 21 de enero en la noche. Luego fueron llamados para reconocer el cadáver. Aparentemente, Poulos salió de Colombia el domingo 22 de enero y eliminó toda huella en sus redes sociales.

Si bien no se tienen muchos datos de lo ocurrido, varios elementos en este caso hacen necesario que se investigue como presunto feminicidio y se le dé la importancia judicial que corresponde. Aun así, las múltiples opiniones que han surgido en redes sociales por este asesinato y la cobertura de gran parte de los medios de comunicación, parecen no caracterizarlo como tal.

En este punto sirve recordar algunas características de la tipificación de este delito que todavía le cuesta entender a muchas personas y que no solo la justicia debe encarar, sino que la sociedad civil y los medios de comunicación, podrían cubrir de una forma más adecuada.

Como diversas académicas y abogadas feministas han mostrado, el feminicidio es el asesinato de una mujer por el hecho de serlo. Es decir, que resalta que ser mujer en una sociedad donde persisten la discriminación, la violencia y los estereotipos en contra de las mujeres y lo femenino, les genera mayores riesgos de sufrir violencias y de ser asesinadas.

Para analizar mejor este fenómeno y para darle más herramientas a la sociedad y a la justicia para combatirlo y sancionarlo, se pueden reconocer algunas de sus características. Por ejemplo, ONU Mujeres recomienda que al cubrir casos de homicidios de mujeres, se consideren siete elementos:

1. Que haya una relación de confianza o afectiva con el presunto agresor. 2. Signos de violencia sexual de cualquier tipo. 3. Lesiones o mutilaciones degradantes. 4. Antecedentes de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar. 5. Amenazas sobre acoso o lesiones. 6. Que haya sido incomunicada. 7. Que su cuerpo haya sido expuesto en un lugar público.  

Este análisis no abarca todos los escenarios, pero da pistas sobre las motivaciones que enmarcan la forma de actuar de un posible feminicida, como pudo ocurrir en el caso de Valentina Trespalacios.

En Colombia existe la Ley 1761 de 2015 o Ley “Rosa Elvira Cely” que creó el tipo de delito de feminicidio, que describe el crimen contra una mujer o una persona que se identifique en su género como tal. De hecho, la Fiscalía General de la Nación en Colombia tiene una Guía para la investigación del feminicidio, que sigue el Modelo del protocolo latinoamericano de investigación de las muertes de mujeres por razones de género. En ella, se incluyen las modalidades de feminicidio, como las circunstancias en las que ocurre, sea en lo íntimo o en lo familiar. Precisamente en ese aspecto íntimo se resalta que la muerte de la mujer la cometa una persona con quien tenía o había tenido una relación o vínculo interno, como coincidiría con el caso de Valentina y su novio mayor y extranjero. 

Este delito tiene agravantes, como cuando son casos de niñas, si hay lesbofobia o bifobia, si hay racismo o si se da por prejuicio contra la identidad de género de mujeres trans, por ejemplo. De nuevo, estas no son las únicas circunstancias que se deben tener en cuenta para investigar un posible feminicidio, pero sí son algunas herramientas que dan luces para que haya una sensibilidad mayor ante estos crímenes.

Las cifras de feminicidios no cesan y esto puede ocurrir por muchas razones, pero una forma de atacar un problema es haciéndolo visible, no negándolo. Si se ignora la discriminación, el control y el castigo que viven las mujeres en nuestra sociedad como marco de situaciones de violencia, en últimas lo que se está favoreciendo es la permanencia de estos crímenes y su impunidad. Esperamos que haya justicia para Valentina.