Leon Leiden da comienzo a una nueva etapa en su carrera musical con el lanzamiento de Aquí Estoy, su segundo álbum de estudio que lo ve explorar una faceta más personal y reconectar con su sonido original a través de la experimentación sonora.
Aquí Estoy es un disco compuesto por 12 temas que cuentan la historia de los últimos años de la vida de Leiden. Aunque el catalizador de su proceso creativo fue una ruptura amorosa que desencadenó una crisis existencial, el proyecto también lo ve esforzarse por asimilar su rápido ascenso en la escena musical y la búsqueda por reencontrarse con la persona y artista que es hoy en día.
“Para mí fue una transición muy fuerte el empezar a cumplir mi sueño de ser artista durante la pandemia hasta ahora que ya otra vez estamos completamente de vuelta en un mundo que tiene un interés total por lo físico”, dice a ROLLING STONE en Español. Platicamos con el artista sobre su álbum más reciente, su camino de regreso hacia su sonido original y sus planes para el año.
El álbum debut de Leon Leiden, El Morro Que Hace Música, llegó en el 2021. En busca de material para su segunda entrega discográfica, decidió componer sobre lo que vivía luego de que la ruptura de una relación de casi tres años lo sacudiera y lo llevara al borde de una crisis. “Escribí durante todo este proceso de duelo, de sanación y de reconexión y cuando llegué a este punto de reencontrarme me di cuenta que el álbum se iba a tratar sobre el proceso de hacer el álbum, tanto personal como musical”, nos cuenta.
Así, Leiden creó un disco cuyos temas retratan los últimos años de su vida en tres capítulos: destrucción, desarrollo y reconstrucción. “Originalmente el álbum se iba a llamar Vuelta a la manzana”, dice en referencia a su sencillo de 2020, ‘Manzana’, “sabía que el álbum tenía que ver con el proceso de vivir un evento canónico para reiniciar un ciclo, pero me di cuenta que la historia que estaba contando no era sobre volver al mismo lugar, sino de empezar en un lugar y vivir una transformación para terminar en uno muy diferente”. Al armar el acomodo de las canciones, decidió cambiar el nombre del disco y crear una estructura narrativa que contara la historia en el orden en que la vivió.
Durante el proceso creativo de Aquí Estoy, Leiden se vio influenciado por los sonidos que lo rodeaban, de Estados Unidos, España, Sudamérica y del Caribe. “El álbum se escribió entre Ciudad de México, Madrid y Los Ángeles, así que en cada lugar también di con diferentes influencias y sonidos”, expresa, “fue asimilar todos estos diferentes sonidos e ideas y tratar de crear lo que yo llamo el nuevo pop mexicano, que en vez de definirse como un solo género musical, los emplea como herramientas para contar historias”. La experimentación sonora lo llevó a crear un álbum que va del pop al reggaetón y hasta el sierreño y electro-corrido. “Todos estos géneros llegan muy en función del momento y de la historia que se estaba contando en ese momento”, revela sobre la conexión entre el sonido y su narrativa.
El tema que abre el álbum, ‘NASCAR’, da inicio al capítulo de destrucción, retratando su introducción a la escena musical. “Empezó muy fuerte, no pude detenerte/Tal vez quise quedarme, poner punto y aparte”, canta. El declive se acrecienta en ‘awitado :(’, colaboración sierreña con DannyLux. “Acababa justo de vivir este evento canónico con el fin de esta relación y lo que estaba escuchando en ese momento era mucho sierreño porque era la música que mejor transmitía ese sentimiento más melancólico”, nos dice.
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Pero ‘Aquí Estoy’, tema que presta nombre al disco, no representa su cierre. “Este álbum habla no solamente del momento en que uno se reencuentra después de una crisis o de perderse, sino de lo que pasa cuando uno se reencuentra”, cuenta, “por eso no quería dejarlo en aquí estoy y se acabó, sino mira lo que puede pasar”.
Además, el disco representa el regreso de Leiden a su esencia y sonido original. “Este álbum trata sobre reconectar y regresar a lo genuino”, describe, “mi carrera creció tan rápido que no supe muy bien cómo mantenerme 100% conectado conmigo mismo. Colaboré con tantos artistas en tantos géneros musicales que me convertí en una especie de camaleón, que podía adaptarse a cualquier género o cualquier circunstancia, pero de alguna manera perdí la noción de mi identidad. Yo sé que los fans nunca la perdieron, eso es lo más loco”.
Leiden admite que la creación del álbum fue una forma de terapia para él. “Soy una persona que no externa muy visiblemente sus emociones, entonces poderlas expresar así de explícitamente en todas las canciones fue muy bueno para procesarlo”, dice. Eso no significa que ser vulnerable de manera pública haya sido una tarea fácil. “Por la etapa anterior de mi proyecto, estoy muy acostumbrado a que la música y el personaje artístico vivan en un universo y mi persona viva protegido en mi mundo personal”, confiesa. Para él, crear el alter ego del ‘morro que hace música’ había sido la solución, pero borrar ahora esa línea resultó muy fuerte. “Realmente es como abrir mi diario hacia el mundo, pero lo más bonito de este proceso es que te das cuenta que la gente que lo escucha empieza a encontrar su historia dentro de la mía y eso hace que valga toda la pena”, concluye.
Sobre lo que le emociona del futuro, Leiden nos cuenta que no puede esperar para llevar su proyecto a escenarios. Aunque se ha presentado en festivales, no había podido montar un show propio desde sus comienzos en la pandemia. En sus conciertos, espera retomar los instrumentos que toca desde chico, como el violín y piano, y poder conocer a aquellos admiradores que han esperado verlo en vivo. “Me emociona seguir haciendo música, a partir de aquí creo que marcamos un precedente muy interesante para seguir creando y colaborando”, adelanta, “para mí de eso va a tratar el año y también obviamente viajar y vivir. Hay que ser una persona para poder crear y tener historias que contar”.
