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Special de Lizzo es una declaración política radical

Y también es la mejor música que haya hecho hasta el momento

Por  SARAH GRANT

AB+DM*

Lizzo

Special

No hay razones para creer que Lizzo haya tenido la intención de hacer un álbum político con Special. Estas 12 canciones son una colección de sonidos entre el soul, R&B, hip-hop y pop sobre la alegría de enfrentar tu pasado y amarte a ti misma de todas formas. El álbum nos lleva a un viaje intensamente vulnerable. Luego de que el disco haya sido publicado después de la revocación de la Corte Suprema de Roe v. Wade, es difícil no tomar las palabras de amor propio de Lizzo como una acusación de la disonancia cognitiva nacional. En 2022, el eslogan de Estados Unidos podría ser “Bienvenidos a Gilead, donde siempre es mal momento”.

Llegando apenas unas semanas después de la decisión de Roe, cuando todas las mujeres en los Estados Unidos han perdido la autonomía sobre su cuerpo, es imposible escuchar a Special de otra forma. Y todo lo que hizo Lizzo para hacer una declaración política fue contarnos cómo se siente una mujer gruesa y negra en el siglo XXI que no anda de puntillas sobre quién es y cómo ha sido.

Hace tres años, el éxito de Lizzo, ‘Truth Hurts’, dominó el mundo y preparó el escenario para su excelente álbum de 2019 Cuz I Love You. Luego vino la pandemia. Special es un documento de lo que Lizzo estaba enfrentando en su viaje para encontrar sexo, autoaceptación y esperanza. La verdad duele. Pero la verdad te hace libre. Este álbum es el disco más descaradamente alegre, sónicamente diverso y emocionalmente profundo lanzado por un sello importante desde Lemonade de Beyonce.

Es difícil para una artista con un debut tan masivo superarlo la segunda vez sin un gran cambio musical en el estilo para emular al resto de la cultura. Lizzo no hizo eso en Special. En cambio, se desafió a sí misma para profundizar en la música que ama. Tiene de todo, desde power bops de los 80 hasta música disco y R&B. Desde Daft Punk hasta a los Delfonics. Guitarras eléctricas y acústicas, orquestas, cuerdas, una ardilla como Chris Martin y mucha flauta. Hay doce canciones y ni una sola mala entre ellas.

El álbum comienza con una trilogía de twerk comenzando con ‘The Sign’, donde Lizzo explica su razón de ser: “Sigo escribiendo estas canciones porque él sigue haciéndome mal”. Luego viene ‘About Damn Time’, un tema al mejor estilo de Nile Rodgers que termina con un solo de flauta de Lizzo. ‘Grrrls’ reformula un sample de los Beastie Boys y lo convierte en una oda sobre pelear en un bar con tus mejores amigas.

Lizzo toma nota de Whitney Houston en ‘How Will I Know’ para su tema ‘2 B Loved (Am I Ready)’, un himno aeróbico que suena como la coreografía de cualquier película de los 80. Lizzo está buscando un héroe. Pero la única persona que viene a su rescate es ella misma. “Hice el trabajo. Pero no funcionó”.

Esa amarga verdad marca el tono de la segunda mitad del disco, y es el material más profundamente honesto, hábilmente producido y absolutamente crudo que hemos escuchado de Lizzo. La canción principal, ‘Special’, es una obra maestra cargada de trompetas centrada en el flujo suave y seguro de sí misma de Lizzo, en la que canta sobre cómo solía sentirse sola a pesar de que no lo estaba. “Rota, pero maldita sea, sigues siendo perfecto”, canta triunfalmente.

El álbum termina con el emotivo corte ‘Coldplay’, que interpola la balada de la banda de los 2000, ‘Yellow’. En su reciente entrevista con Zane Lowe, Lizzo dijo que es la canción más literal que jamás haya escrito. Entró al estudio y básicamente hizo una narración oral de 35 minutos de sus vacaciones en Tulum y todos los pensamientos que rondaban por su mente. Los pensamientos tímidos de Lizzo siempre parecen terminar en la misma pregunta fundamental. ¿Puedo confiar en esto? ¿Puedo confiar en ti? ¿Puedo confiar en mí misma? La música tiene una cualidad extraña donde, brevemente, suspendemos esas preguntas como si pertenecieran a otro plano de la realidad. Eso es lo que hizo ‘Yellow’ para Lizzo. Y la canción es sobre ella, sobre el regreso a casa, y cómo se desenredan.

‘Coldplay’ es la mejor canción de la carrera de Lizzo hasta el momento. Pero la canción que captura la esencia de este álbum llega en su punto medio, y se trata de una simple y melódica confección llamada ‘I Love You Bitch’. El amor que profesa teóricamente podría funcionar para cualquier relación, pero la incredulidad y el alivio en su voz dejan muy claro que la persona que finalmente ha llegado a amar, con todos sus defectos, es ella misma.

Hoy, eso es un acto de rebelión en una sociedad que ilumina a las mujeres jóvenes de innumerables maneras. Donde el “botox preventivo” se comercializa como amor propio. El mensaje es siempre el mismo: odiar los cuerpos naturales; vivir en la negación de que nuestros cuerpos nos traicionarán a todos al final. Lizzo sabe a dónde lleva ese tren de tratar de mantenerse al día con estándares imposibles, y es un lugar solitario y vacío. Esa no es una nueva idea elevada. Es la verdad. Sin embargo, una vez más, parece que Lizzo es la única artista que nos lo dice directamente. “¿Por qué no lo intentas, baila un poco lento?”, canta. “Porque la vida va demasiado rápido”.

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