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“Somos una banda de verdad, tristemente eso se ha convertido en una rareza”, Don Airey, de Deep Purple

Los teclados han sido siempre uno de los sellos característicos de Deep Purple, y el responsable de ellos nos cuenta sobre el nuevo disco de la banda, uno de los cientos de álbumes que ha grabado a lo largo de su carrera

Por  RICARDO DURÁN

noviembre 26, 2021

Deep Purple está presentando Turning to Crime, un nuevo álbum dedicado enteramente a covers.

Cortesía earMUSIC

Los comienzos de la carrera de Deep Purple estuvieron marcados por algunos covers como ‘Hush’, de Joe South, sin embargo, durante décadas la banda inglesa se negó a grabar más versiones. Por eso la aparición de Turning to Crime, un nuevo disco lleno de covers hechos por la legendaria agrupación británica, ha sido una gran sorpresa para el mundo del rock clásico.

“Pensé que los puristas, y yo mismo, veríamos algo como esto como criminal, metafóricamente. Es muy descarado pensar que se pueden superar los originales, que están incrustados en la mente de todos”, ha dicho el cantante Ian Gillan. De cualquier modo, la pandemia, sumada al impulso del productor Bob Ezrin (que ha trabajado también con Pink Floyd, Deftones, KISS, Lou Reed y Héroes del Silencio, entre otros), ayudó a que la banda cambiara de opinión. El resultado es Turning to Crime, un potente álbum de covers en el que se rinde tributo a canciones de gente como Fleetwood Mac, Bob Dylan, Little Feat, Yardbirds o Cream. 

A propósito de este lanzamiento, ROLLING STONE habló con Don Airey, teclista de la banda desde 2002, cuando entró a reemplazar al gran Jon Lord, uno de los fundadores de Deep Purple.

Turning to Crime es el nuevo álbum de Deep Purple, y está compuesto exclusivamente por covers, ¿qué nos puedes decir de su proceso de producción?

Lo hicimos durante la cuarentena, estábamos pensando hacer otro álbum, pero gracias a la pandemia, no pudimos hacer nada juntos, no pudimos hacer la gira para promocionar Whoosh!, se cancelaron todos los conciertos. Por eso, Bob Ezrin dijo: “Bueno, ya que no nos podemos reunir, ¿por qué no hacemos un álbum de covers? Separados”. Todos comenzamos, Steve [Morse, guitarra], Roger [Glover, bajo] y yo hicimos cuatro demos cada uno, y se los enviamos a Bob, quien a su vez se los envió a todos, y cada quien le agregaba algo, hasta que estuvo todo completo.

Después de tantos años tocando, escribiendo y grabando, ¿qué le puede aportar a Deep Purple un productor como Bob Ezrin?

¿Cómo decirlo? Es muy bueno motivando a la gente. Cuando lo conocimos, nos preguntó, “¿Por qué les preocupa tanto tener un éxito? Sigan haciendo lo que hacen, eso es lo que la gente quiere escuchar, dejen de intentar ser algo que no son, solo sean ustedes”. Así mismo tiene algunas estrategias oscuras, te dice cosas que te dejan pensando, te hace pensar diferente, es muy bueno para eso. 

Después de todos estos años y tantas canciones clásicas, ¿siente algún tipo de presión una banda como Deep Purple?

Si no hay presión, no haces nada. La presión motiva. Cuando salimos a tocar es algo único porque hay miles de personas esperando, tenemos la presión de hacerlo bien. Y también hay presión en el equipo, en los tipos de sonido, en los tipos de las luces, todo tiene que salir bien, porque solo estás ahí por una noche, solo tienes una oportunidad. Así pasa también al grabar, te enfrentas a la verdad, puedes pensar que algo está bien, pero cuando lo escuchas sabes si está bien o no; ahí también hay presión. Tienes que ser honesto, eso es lo más importante, ser honesto contigo mismo. Si quieres ser un buen músico, debes ser honesto contigo mismo. Personas como Bob Ezrin te mantienen honesto. 

¿Cómo lo logra?

Si lo supiera, lo embotellaría y lo vendería [Risas].

Al lanzar un álbum como Turning to Crime, ¿a la banda le preocupa lo que las reseñas y la prensa musical digan?

La primera vez que se sugirió hacer un álbum de covers, Ian Gillan dijo que nos iban a crucificar. Pero eventualmente todos pensamos que era algo diferente y que lo haríamos, se sentía bien hacerlo. Y lo supimos en las primeras semanas, no pensé que pudiera funcionar con Deep Purple, pero funciona. Y es muy estimulante, y claro está que no tuvimos más opción por la cuarentena, no nos podíamos ver, no podíamos salir, y nos daba algo en qué ocuparnos.

En mi caso, tuve que aprender algo de ingeniera, muy rápido, y yo jamás lo había hecho. Lo mejor fue grabar el piano de cola; el botón de grabar estaba a un lado de la habitación, yo lo presionaba y [Risas] salía corriendo al otro lado, para ponerme los audífonos y ¡ah, solo quedan nueve segundos!

Supongo que ahora todos los músicos deben ser capaces de hacer su propia ingeniería, grabar y todo eso…

Bueno, la mayoría de los músicos modernos lo hacen, pero nosotros somos de la vieja escuela, yo jamás lo había hecho, jamás lo había querido hacer, y no sé si quiera volver a hacerlo. Me gusta ir a un estudio de grabación, y empezar cuando todos estamos listos. Sin embargo, es emocionante añadir algo a lo que haces. 

Don, en un mundo obsesionado con las cosas nuevas y la juventud, ¿qué se siente estar en una banda como Deep Purple?

Cuando me uní a la banda, la audiencia eran principalmente hombres de mediana edad con pelo largo y canas en una coleta, ¿sabes a qué me refiero? Todos estaban en la primera fila. A medida que las giras siguieron, más o menos en 2008, muchos de ellos se fueron hacia atrás y veíamos un mar de chicos, no lo podíamos creer. Creo que querían ver cómo es una verdadera banda, porque no usamos Pro Tools en el escenario, no estamos haciendo playback, “lo que escuchas, es lo que recibes”. ¿Me explico? Somos una banda de verdad, y tristemente eso se ha convertido en una rareza. Entonces, creo que ese es el atractivo del momento, la gente está emocionada, quiere ver qué es, y creo que seguirá pasando. 

A veces pienso que Steve Morse salvó a Deep Purple cuando Ritchie Blackmore se fue definitivamente, ¿estoy equivocado?

No, pero pienso que Deep Purple salvó a Deep Purple, no fue algo solo de Steve, sino de toda la banda, todos dijeron que seguirían. La principal persona en ese escenario fue el manager Bruce Payne, les dijo: “Ustedes pueden hacerlo, ¿cuál es el problema? No hay problema”. Y creo que Ritchie pensó que ese sería el final, pero Bruce no lo pensaba así, por eso les dijo que podían hacerlo, y lo hicieron.

¿Cuál era tu canción favorita de Deep Purple antes de unirte a la banda?

¡‘Bloodsucker’! [Risas

¿Y tu álbum favorito? 

Who Do You Think We Are?, me encanta ese disco.

¿Cómo describirías el reto de tocar el teclado en álbumes de gente como Black Sabbath, Ozzy Osbourne o Judas Priest?

Alguien podría pensar, “Oh, debo tener cuidado con estas personas extrañas”, pero todos son unos tipos muy amables y unos grandes músicos. Es sencillo, estamos hablando de música y la música es lo que tenemos en común. Con Judas Priest siempre fue todo un placer trabajar, querían teclados y buscaron mis ideas. Y pasó lo mismo con Sabbath cuando estaba trabajando con ellos, fue todo un placer, nunca hubo problemas. 

El mayor problema que tuve, fue con una banda canadiense llamada Helix. Trabajé el primer día y me cuestionaron, tenían una reunión sobre cada cosa que yo grababa, y al siguiente día, cuando me escucharon tocar, querían teclados en todos lados [Risas], y yo les decía, “No, realmente no quieren eso”, “Sí los queremos, añádelos”. Fue muy extraño. 

Don Airey Ha sido teclista de Deep Purple por casi 20 años, desde que Jon Lord se retiró de la banda. Lord fue uno de los fundadores, y falleció en 2012. Airey, un músico con cientos de álbumes grabados en su discografía, ha ocupado el lugar con gran elegancia y virtuosismo.
Cortesía earMUSIC

Has grabado más de 200 álbumes.

Son varios cientos.

¿Cuántos de ellos coleccionas?

Tengo algunos, no todos, como la mitad, supongo. He tocado en unos trescientos o cuatrocientos discos, es un montón. 

Sé que es difícil para ti, pero, aparte de los álbumes de Deep Purple, ¿cuáles son tus álbumes favoritos en los que has participado? ¿Cuáles son los que todavía escuchas?

La cosa es que no lo hago mucho [Risas]. Una vez que lo terminamos, se va, comienzas a pensar en lo que sigue. Pero últimamente he disfrutado los álbumes que hice con Colosseum II, con Gary Moore y Jon Hiseman. También el álbum con Whitesnake, 1987, es una pieza increíble, lo escuché hace unos días y me impresionó. 

Justamente iba a preguntarte por ‘Here I Go Again’, ¿es la canción más popular en la que has tocado?

Mmmmm, no sé, ustedes saben más de eso que yo [Risas].

Comenzaste estudiando música clásica, ¿alguna vez pensaste dedicarte por completo a ella?

Esa era la idea inicial, pero para tocar como pianista de conciertos debes ser un músico increíble, y yo nunca lo iba a ser. Pensé en ser profesor de música, o músico de jazz, pero terminé tocando con bandas de rock & roll. No lo planeé, es como cuando vas por un camino y de repente… John Lennon dijo que la vida es lo que te sucede cuando estás ocupado planeando algo más, eso es muy cierto.

Don, finalmente, cuando la pandemia termine, ¿Deep Purple volverá a hacer giras?

Realmente lo espero, tenemos grandes planes para el otro año y estamos cruzando los dedos. Confiemos en que el mundo se pueda recuperar, esperemos que podamos controlar esta cosa espantosa y la música pueda volver a nuestras vidas.

Sería fabuloso. Don, ustedes se presentaron en Bogotá hace siete años, y tocaste algunos compases de nuestro Himno Hacional en tu solo de teclado…

¿Lo hice?

Sí, y me preguntaba si es algo que hacías en todos los países. 

Sí, te mostraré [Muestra a la cámara una serie de pequeñas partituras]. Estaba organizando algunas cosas en mi oficina, y aquí tengo esas piezas, cientos y cientos de canciones locales, las colecciono. Estas son copias, pero todas las tengo en un libro, y estoy pensando hacer un álbum basado en esas melodías que he recolectado en mis viajes.

En esa gira, ¿tocaste todos los himnos nacionales en tu solo?

El himno nacional o canciones locales populares que la gente conociera. En Rusia tocamos en muchos lugares, y cada distrito tenía su propia canción. Es cuestión de encontrarlas; hablaba con el personal de la cocina, con los de la limpieza o con los del hotel. Ellos me cantaban la canción, yo la anotaba y luego la tocaba.

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