Silvana Estrada, la cantautora revelación que ganó el premio a la Mejor Nueva Artista en los Grammy Latinos del año pasado, habla de la profunda influencia que ejercieron en su música la activista y la leyenda del folk argentinas.
Mis padres escuchaban a Mercedes Sosa y la poníamos en el coche; de hecho, era la música que ponía mi padre cuando me dejaba en el colegio. Su voz es una fuerza de la naturaleza que va más allá de la técnica. Cuando canta, es como si cogiera su corazón y lo pusiera en su garganta para que puedas oírlo y verlo y sentir cada emoción con ella. Tiene una voz que te permite escuchar el paisaje en el que creció. Se puede oír de dónde viene, adónde va y para quién canta.
Mercedes siempre me ha emocionado, pero el primer momento que realmente me dejó atónito fue cuando escuché ‘Sólo le Pido a Dios’. Ella canta: “Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente”. Vengo de una parte de México donde hay muerte y violencia a causa de las guerras del narcotráfico. Tenía unos 11 o 12 años cuando escuché esa frase, y entendí ese miedo de no querer perder la capacidad de sentir el dolor de tanta pérdida. En mi barrio era tan habitual oír hablar de muertes todos los días que, de repente, dejó de ser noticia. Ahí fue donde Mercedes golpeó algo muy profundo dentro de mí. También fue el momento en que me paré y me pregunté: “Espera, ¿de dónde viene Mercedes? ¿Por qué canta estas cosas?”. Mis padres me explicaron: “Argentina tenía una dictadura y Mercedes tuvo que irse, y esta es su historia”. Me parece que el arte que nace de una situación imposible, de una necesidad de ser libre, se vuelve relevante para cada generación.
Mi generación está muy cansada, sobreestimulada y quemada. Existe esa necesidad de volver a la sencillez, a la honestidad, a la claridad con la que la gente escribía: “Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente”. La gente en México no sabía cómo era la cara de Mercedes; sus discos nos llegaron primero. Era la urgencia de la música, de comunicar tristeza o esperanza. Hace poco escuché ‘¿Será Posible El Sur?’ porque la letra es de uno de mis poetas favoritos, Mario Benedetti, y esa canción es tan conmovedora. Justo ahora, he vivido una ola de violencia y una pérdida que me han golpeado muy de cerca, así que he estado buscando canciones que me sostengan para no perder la esperanza. Mercedes me ha mantenido en pie y me ha dado fuerzas.
