El actor norteamericano, Sean Penn, reconocido por ser mayormente partícipe de operaciones con fines humanitarios, había visitado Ucrania desde noviembre del año pasado con el fin de documentar el conflicto creciente entre el país vecino, Rusia. Mientras el cineasta se encontraba en el rodaje de la producción que se llevaría a cabo para Vice, Rusia había empezado su operativo militar en la madrugada del 24 de febrero.
A tan solo unas semanas de haber regresado a Estados Unidos, Penn reveló en una entrevista de Hollywood Authentic, que sus intenciones iban más allá de “contarle al mundo la verdad” sobre la disputa entre las dos naciones.
“La única razón posible para quedarme en Ucrania más tiempo la última vez habría sido para tener un rifle, probablemente sin chaleco antibalas, porque como extranjero, querrías dar el chaleco antibalas a uno de los combatientes civiles que no lo tiene, o a un combatiente con más habilidades que yo, o a un hombre o mujer más joven que podría luchar durante más tiempo o lo que sea”, comentó. “Por lo tanto, donde estoy en la vida no puedo hacer eso, pero si has estado en Ucrania (pelear) tiene que cruzar tu mente. Y piensas, en cierto modo, ¿qué siglo es este?”.
Penn, en otros intentos de darle visibilidad a la situación de violencia que está viviendo el pueblo ucraniano, había amenazado con boicotear los Óscars si no le daban cabida al presidente, Volodymyr Zelensky, de emitir un comunicado sobre el creciente conflicto.
La guerra, con antecedentes de casi una década, era algo que el actor ya había previsto desde incluso hacía unos años atrás. Desde el comienzo de la pandemia en Estados Unidos, Penn se había puesto en contacto con el alto mandatario Zelensky para discutir sus planes en el país europeo. “Empezamos a hablar de un posible documental sobre su país que no se centrara especialmente en la guerra. Y desde entonces hubo muchos intercambios entre nosotros. Luego fui y me reuní con él cara a cara el día antes de la invasión. Y estuve con él durante la invasión, el primer día”, recuerda Sean.
Siendo consciente de su posición como ciudadano extranjero, el actor reconoce que “no está seguro de lo que puede ofrecer”. Por esto mismo, da apoyo a los refugiados ucranianos en Polonia desde la organización sin ánimo de lucro que fundó mientras trabajaba como voluntario tras el terremoto de Haití de 2010, Community Organized Relief Effort (CORE).
“Tengo mucho que hacer con CORE en el lado de los refugiados en Polonia”, añadió. “Estoy rodando más para el documental, pero voy a hacer una evaluación de última hora sobre el valor que tendrá. La gente lo discutirá, y hay un millón de debates que entiendo, pero a largo plazo, no tenemos ninguna prueba tangible de que los documentales cambien realmente algo. Simplemente no las tenemos. Sólo sabemos que pueden dar esperanza”.