EXTRAÍDO DE RS79, MAYO 2009
Guy Ritchie se ha caracterizado por no ser el típico director aburrido; este inglés puede deshacerse en robos de diamantes (Snatch), la venganza (Revolver) y hasta, tristemente, ayudar a su ex esposa, Madonna (Swept Away). Conversamos con él por el lanzamiento digital de la película RocknRolla (estelarizada por Gerard Butler y Tom Wilkinson), y nos habló del génesis de la obra y todos los pormenores de esta cinta.
¿Podrías hablarnos un poco acerca de la idea de RocknRolla?
No está basada en algo específico. Supongo que sólo me percaté de que existía esa palabra. Si alguien me dijera que alguien es un RocknRolla, seguramente me inspiraría una cierta imagen, y supongo que esa imagen es de alguien que vive la vida extensamente y tiene un deseo ávido por vivir. Pero usualmente sería de alguien que es muy creativo y que tiene un deseo fastuoso por la vida. El problema aquí son las consecuencias de ese deseo, y a últimas instancias poner la mira en el lugar equivocado. Lo que estamos tratando de hacer en esta película es integrar la gran cantidad de personajes que existen contemporáneamente. El RocknRolla sería solamente uno de ellos.
Ahora que los has descrito como personajes interesantes, en muchos casos son personas a las cuales no te gustaría conocer. ¿Eso te atrae?
Supongo que mientras la historia y la película se van contando, nos van gustando las historias sobre los tipos malos. No creo que sea el único en este aspecto. Estoy atraído al lado obscuro porque es un amplio rango para las historias. Pienso que estamos interesados en la dualidad de la condición humana en ese aspecto. Nos gustan los tipos malos. Por ejemplo, en Batman. El caballero de la noche, a todo el mundo le gustó The Joker, que es el tipo malo.
En la cinta hay una intersección entre el mundo del privilegio y el de las calles a través del dinero y la corrupción. ¿Crees que Londres es único en ese aspecto?
Leí en un artículo escrito por un estadounidense acerca de cómo Londres se había convertido en el “nuevo Nueva York” en los últimos 10 años. Y pienso que, en cierto punto, eso es verdad. Siempre ha sido muy internacional, pero recientemente se ha convertido en muy rico e internacional. La mayor parte del dinero es dinero internacional. Es como el Salvaje Oeste ahora.
Sabiendo que Johnny Quid iba a tener un rol en esta cinta, ¿puedes contarnos acerca de su proceso de casting?
Toby Kebbel estuvo en un par de cintas que había visto antes, Dead Man’s Shoes y Control. Era fan de su trabajo en las dos cintas, y estaba bastante seguro que era el chico que quería utilizar. Los tabloides habían explotado mucho a los héroes caídos y, de alguna manera, habían capturado la imaginación del público. Y yo, como un miembro del público, estaba interesado en contar la historia de uno de esos héroes caídos. Entonces, él fue el primer chico que conocí, y me di cuenta que era perfecto para el papel. Estuvo a dieta por dos meses y perdió mucho peso. Y todavía hay mucho para él, hablando cinematográficamente. Así es su look, piel y huesos.
De la misma forma, Tom Wilkinson como el líder malévolo. ¿Qué te atrajo para trabajar con él?
Quise trabajar con Tom Wilkinson porque quise capitalizar esa increíble capacidad de transformarse a sí mismo. Es difícil encontrar a un villano inglés de esa forma, por cierto. El acento no es fácil de capturar y era algo de reto para Tom. Pero él es un profesional. Se presentó, no pudo haber estado más entusiasta, y todo su look fue un feliz accidente.
En términos de inspiración, ¿puedes hablarnos un poco acerca de tu pasión por los cómics?
De hecho, a lo que realmente le tengo pasión es al género de los cómics llevados al cine. Me gustan cuando son lanzados a la pantalla grande. Estuve muy emocionado cuando supe que historias como Sin City o 300 llegarían a ese término porque, en cierto grado, con mis películas me gusta pensar que son llevadas en un sentido caricaturesco. Con la conveniencia de la tecnología, seguramente terminaré en ese género.
Mira el tráiler de RocknRolla, disponible vía streaming:
