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P&R: Bruce Dickinson

Una charla con el legendario cantante de Iron Maiden.

Por  RICARDO DURÁN

marzo 11, 2024

Cortesía Bruce Dickinson

Cuando Bruce Dickinson atiende nuestra llamada lleva unas ocho horas hablando en entrevistas, pero se muestra amable y sonriente. Él es un tipo tan inspirador como intimidante; ha hecho tantas cosas con su vida, que todos los demás mortales palidecemos a su lado. En esta conversación nos habla sobre las giras que hará en 2024, sobre un disco que hizo casi sin querer y le cambió la vida a él, al guitarrista Janick Gers y a Iron Maiden. Además, reflexiona en torno a las lecciones que le dejó el hecho de haber derrotado al cáncer en un duelo de esgrima.

Actualmente se lanzan álbumes acompañados por libros, películas, documentales, y ese tipo de cosas; tu nuevo álbum saldrá junto con un cómic, ¿por qué crees que es necesario hoy en día? ¿No es suficiente con la música para las nuevas audiencias? ¿Qué piensas al respecto?

No sé por qué otra gente lo hará, pero no creo que sea necesario. No sé cuántos álbumes se han lanzado con una película que esté directamente relacionada, o una película producida por la banda, muy pocas. Un libro que haya sido escrito por la banda, muy pocos. Así que, para mí, el cómic es una historia, una expresión de creatividad que tiene su origen en el álbum, que es totalmente aparte. Las dos cosas pueden ir juntas si quieres, pero no tienes que disfrutarlos juntos. Puedes escuchar el disco y no tienes que preocuparte jamás en toda tu vida por el cómic. E igualmente, puedes leer el cómic y ver que es genial. También hay algo de música, aunque, ya sabes, prefiero la música, pero es un cómic genial. [Risas] No es un problema.

Pero claro, si de repente le echas un ojo a ambos, puede ser una experiencia un poco más interesante. Porque seamos honestos, la música es muchas cosas, pero para mí, principalmente es una narración. Y si tienes una historia en la que hay pistas y cosas que puedes descubrir en otras partes, como en un cómic, por ejemplo, ¡incluso mejor! Y pasa lo mismo con los videos. Tú sabes, cuando hacemos un video, ponemos varias pistas y cosas para que la gente las encuentre. Puede que no lo hagan la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. Pero, en algún punto, si han leído el comic, pueden decir, “Oh, lo he visto el video”, “Oh, déjame tomarle una captura a eso”. Y serán dos segundos, pero se darán cuenta de que lo han visto todo el tiempo sin darse cuenta. Esas cosas son geniales, ¿sabes?

¿Qué nos puedes contar de Tanya O’Callaghan, la bajista que escogiste para tu banda en vivo?

¡Tanya es excelente! ¿Qué necesitas saber? Es irlandesa, es increíble, es vegana; ahí tienes. [Risas]

¿Crees importante que las mujeres logren este tipo de representación en el rock & roll, en el metal?

Sí, es importante que las mujeres estén representadas. Es algo bastante obvio, y ni siquiera deberíamos hablar de eso.

Es triste que aún tengamos que hablar de algo así.

Es triste que tengamos que decirlo, porque Tanya es un ser humano, como yo, como todos en la banda y, por lo tanto, ella es una versión femenina de un ser humano, pero la parte importante es que es un ser humano. Y sucede que también es una bajista increíble. La conocí cuando estaba trabajando con una orquesta, estábamos haciendo el Concerto for Group and Orchestra con Jon Lord. Roger Glover de Deep Purple lo iba a hacer, pero no estaba disponible porque estaba trabajando con Deep Purple. Tanya lo reemplazó, y fue increíble. Quedé muy impresionado, la vi y le dije: “¡Dios mío! ¡Vaya! ¿Qué vas a hacer el próximo año?, porque necesito una bajista. ¿Estás disponible?”.

Cortesía Bruce Dickinson

Este año estará marcado por el lanzamiento y promoción de tu álbum en solitario, además de tu tour con Iron Maiden. En esta gira con Maiden la banda no tocará las canciones clásicas más obvias, es una especie de setlist diferente de lo que hemos visto, y debe ser interesante para ti no tocar, por ejemplo, ‘Hallowed Be Thy Name’ o ‘Run to the Hills’.

No las tocas siempre, tienes que darles un descanso a esas canciones, porque tenemos 17 álbumes para elegir. Hay diferentes maneras de verlo, por ejemplo, la gira empieza a finales de agosto, por lo que los primeros 50 conciertos de este año van a ser en solitario, en Guadalajara y Ciudad de México, después Brasil y luego Europa, pero luego a mediados de agosto volveremos [con Iron Maiden] a empezar en Australia, Nueva Zelanda, Japón, y luego acabaremos de vuelta en EE. UU.; allá estaremos haciendo la gira Somewhere Back in Time, la misma que hicimos en Europa, porque es un gran show y muestra muchas canciones que no hemos tocado, algunas de ellas nunca las hemos presentado en vivo, y el público las pide, como ‘Alexander the Great’. ¿Por cuántos años hemos recibido correos preguntándonos cuándo vamos a tocar ‘Alexander the Great’? ¡Boom, lo vamos a hacer ahora! En general, todo el material que tenemos funciona fabulosamente, es muy divertido tocarlo, y es muy divertido cantarlo. Ese es el show que vamos a hacer junto con todos los Eddies, la pirotecnia, los combates en el escenario, y todas esas cosas.

Eso suena increíble. Bruce, ¿cuál sería tu diagnóstico sobre el estado actual del rock?

Creo que no estoy seguro de cómo responder a eso, porque el rock es lo que es. A lo que me refiero es que, si la gente dice que la música rock está enferma porque no es tan masiva como en 1972, 1982 o 1992, no está entendiendo el punto; el mundo cambia, los medios se transforman, las personas evolucionan.

Cuando estaba creciendo, bueno, todavía no he crecido, pero soy viejo [Risas]… pero cuando estaba creciendo, el entretenimiento era muy limitado; te sentabas a ver lo que pasaban en televisión, no había videos de VHS, ibas al bar, veías algo en la tele, ibas a un partido de fútbol o a un concierto de rock, o ibas a una discoteca, como les decíamos antes. Y claro, a algunos de nosotros no nos verían ni muertos en una discoteca. Así que íbamos a bares o clubes de rock, conciertos y cosas por el estilo. Pero eso era todo, eso era lo único divertido en la ciudad.

Entonces, por supuesto que la música era muy importante en ese entonces, la música en vivo y todas esas cosas. Pero entonces, llegaron los videos y la gente dijo, “Oh, no, no voy a salir, me voy a quedar a ver la última película”. Y entonces llegó también la televisión por cable y digital, y ahora todo está disponible, no solo en la televisión, sino en tu teléfono. Y la música claramente también ha cambiado porque ya no es vinilo o casete o incluso CD, es instantánea en Spotify o Deezer o lo que sea. Y es increíble porque ahora a los músicos casi no se les paga.

Spotify sigue perdiendo dinero. ¿Quién gana? Solo los anunciantes, los vendedores de anuncios, son los únicos que ganan, el arte no gana. Los accionistas de Spotify no ganan porque nadie gana dinero, y los artistas tampoco ganan. Claro, logran sacar su material al público, pero en realidad no hay promoción. No les pagan por ello. No de un modo que les permita ganarse la vida de manera significativa como en los tiempos en que se vendían vinilos.

Tengo suerte de que estemos vendiendo muchos vinilos, y creo que, si a las personas les gusta tu música, si puedes darles algo físico que les guste, no les importará pagar por ello. Puedo entender que la gente diga, “¿Por qué debería pagar una cantidad estúpida de dinero por una caja de plástico con un CD dentro?”. Lo entiendo perfectamente, también puedes comprar una copia digital y escucharla cuando quieras; pero si puedes tener algo que es realmente genial, esa es otra historia.

Pero para llegar al meollo de por qué ha cambiado la música, ha cambiado porque los medios de comunicación han cambiado; la gente y sus características demográficas han cambiado. El público para la nueva música rock se está reduciendo porque no hay suficiente gente de ese grupo de edad, y tienen demasiadas opciones. También pueden divertirte con los videojuegos; claro, si te gusta jugar en la computadora y cosas así; la música sigue ahí, pero se ha movido a diferentes lugares.

Cuando la gente me pregunta qué pienso sobre el estado del rock, implica que está en un estado terrible, y en cierto modo lo está, pero en cierto modo no lo está, ya sabes, porque todo el mundo quiere escuchar música. La música es más popular ahora que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad. La cuestión es cómo enfocar a la gente para que vea la música no como algo desechable, sino como algo importante.

Cortesía Bruce Dickinson

Siempre he pensado que Tattooed Millionaire, tu primero álbum en solitario, fue muy importante para tu carrera y para Iron Maiden. ¿Cómo recuerdas la grabación y el lanzamiento de ese álbum?

Disculpa, ¿dijiste Tattooed Millionaire?

Sí.

¿En serio? ¡OK!

Sí, creo que es muy importante. Pienso que con ese disco muchas cosas cambiaron para ti y para Iron Maiden, ¿qué piensas al respecto?

Mira, Tattooed Millionaire fue un álbum que nunca pensamos hacer. Se grabó porque hice ‘Bring Your Daughter… to the Slaughter’ con Janick Gers, simplemente porque alguien me pidió que hiciera un tema para una película, y yo estaba un poco aburrido. Quería que Janick hiciera algo porque estaba muy enojado con la industria musical, y estaba pensando en dejarla. Yo le dije, “No puedes rendirte, tienes que hacer este tema conmigo, vamos”.

Hicimos el tema y, al poco tiempo, un tipo de la CBS en Estados Unidos escuchó la canción y dijo: “Es genial, deberíamos hacer un álbum con esto”. La compañía editora se me acercó y me dijo: “Oye, mira, quieren hacer un álbum de este material, ¿cuánto material tienes?”. Y mentí, le dije, “Oh, sí, tenemos un montón, un montón”. Yo no tenía nada, nada en absoluto. Así que fui con Janick y le dije, “Amigo, escucha, vamos a hacer un álbum, y tenemos dos semanas para escribirlo”.

Así lo escribimos, y está muy bien producido, Chris Tsangarides hizo un excelente trabajo en el disco. Fue divertido hacerlo, las canciones eran divertidas, pero eran temas de rock clásico bastante estándar. No diría que el disco fuera innovador, pero era un buen disco, sólido y pegadizo, con algunos buenos singles, bien ejecutado, nada de que quejarse. Pero al mismo tiempo, nada que me hiciera decir, “Vaya, eso fue algo revolucionario”. No lo era. Y entonces, para mi gran sorpresa, a todo el mundo le gustó el álbum.

Yo pensaba, “Wow, todo el mundo piensa que eso es lo que yo haría si realmente estuviera haciendo un disco en solitario”. Entonces, cuando decidí hacer un álbum solo, me llevé un buen susto porque en realidad no sabía qué hacer. Así que eso se convirtió en un viaje de descubrimiento. Y durante ese tiempo, pensé, “Si realmente tengo que tomarme esto en serio, si realmente voy a tener que aprender a nadar, tengo que saltar al agua y ver qué pasa. Y si me ahogo, obviamente esa será la manera en que Dios me dirá que no soy un muy buen nadador.

Cortesía Bruce Dickinson

Has escrito varios libros, piloteas grandes aviones, practicas esgrima, presentas programas de radio y televisión, además, has vencido al cáncer, ¿qué cosas crees que te quedan por hacer? ¿Hay algo que aún necesites hacer?

Intento no vivir mi vida en mi pasado; es muy tentador, porque es fácil. Puedo andar por ahí y contarle a la gente todas las historias sobre mi pasado, escribir canciones sobre ello en el estilo de hace unos años, y supongo que sería cómodo, predecible, y todas esas cosas, pero he entendido que el mayor regalo que me dio el haber superado el cáncer es un deseo de vivir absolutamente 100 % en el presente. Por supuesto, tengo planes, pero los planes cambian, podría haber un terremoto, aunque espero que no vaya a pasar.

Sí hay planes para giras y sé que con Maiden vamos a estar trabajando hasta final de año, y en 2025 hay todas estas cosas, todo es genial. ¿Realmente ocurrirá todo eso? Tal vez, sin embargo, mi única certeza es lo que tengo delante cada día, y simplemente disfrutar de ello, y luego paso al día siguiente.

Intento simplificar las cosas, pero tengo que decir que es muy difícil, porque existe la tentación de controlarlo todo, porque por eso se hacen planes, para controlar las cosas, pero en realidad hay muchas cosas que no puedes controlar. Así que ríndete, prepárate otra taza de café, y mira el hermoso cielo azul, eso es todo. [Risas]

¿Crees que el cáncer representó la época más difícil de toda tu vida? ¿Ha sido el mayor reto que has enfrentado?

Creo que sí, pero no por tanto tiempo como probablemente la gente piensa. El mayor reto fue darme cuenta de que por esto posiblemente moriría antes de tiempo, y no me gustaba nada esa idea [Risas], no estaba feliz con eso.

Cuando comencé el tratamiento estaba mucho más tranquilo; era una rutina, iba todos los días a radioterapia, y cada tres semanas estaba recibiendo un ciclo de quimioterapia al mismo tiempo. Hice todo eso y vi cómo mi cuerpo se deterioraba lentamente a causa de eso, pero el cáncer fue destruido, y luego me comencé a recuperar. Básicamente me estuve recuperando del tratamiento más que del cáncer, durante tres o cuatro meses. Pero estaba vivo, y eso era mucho más importante.

Me di cuenta de que la vida es la mejor opción posible, hay otras alternativas, pero si estás vivo es un buen comienzo, como he dicho, yo cuento historias, es lo que hago cuando canto, es lo que hago cuando hago libros o cómics o lo que sea. Si perdiera mi voz para cantar en el estilo de Iron Maiden, ¿qué pasaría? Estoy vivo, mi cerebro sigue aquí. Todavía puedo contar historias, tal vez suene como Leonard Cohen, no sé, como otra persona. Pero te adaptas.

Tuve suerte, tuve un gran tratamiento, y me recuperé al 100 %, lo cual es genial, y estoy muy agradecido por ello. Pero, después pensé, “Oh, no hizo ninguna diferencia”. Era solo una mera herida superficial, el cáncer. Pero no, no lo era, era más que eso.

Con el paso de los años, ya tengo siete u ocho años sin nada, y todo está bien, me di cuenta de que, en realidad, la vida es corta. No estoy planeando desaparecer pronto. Estoy muy saludable y todo eso, pero la vida es corta. La vida a veces no es justa, se lleva de repente a gente que no esperabas, “Oh Dios mío, fulanito ha muerto. Es increíble, era tan joven”, ¿no? Pero eso es lo que quiero decir sobre vivir cada día y vivirlos con la gente que te importa. Porque tu tiempo es limitado, porque nuestro tiempo es limitado, y no sé si hay un cielo o un infierno, no sé si reencarnas o vuelves siendo un pez, no lo sé. No lo sabré hasta que… y si lo sé, intentaré contártelo, pero no creo que nadie vaya a escucharme.

Por ahora, estoy pensando que tal vez esto es todo lo que tenemos, este momento. Por eso intento vivir este momento, y es algo muy importante que se ha arraigado en mí durante los últimos años.

Gracias a que tus momentos son realmente valiosos, lo único que ha cambiado en mí es que ahora soy muy severo con la gente que me hace perder el tiempo. Solía complacer a la gente. Algunos intentaban que hiciera cosas, planes, o lo que fuera, y me preocupaba que pensaran que era grosero al decirles, “Lo siento, no estoy interesado”, “Lo siento, no puedo ayudarte”. Ya no me siento culpable en lo absoluto. Ahora digo, “Bueno, no creo que estés haciendo esto por amor. No lo estás haciendo por otra cosa que no sea interés propio, lo cual está bien, pero hazlo con otra persona, no conmigo”.

Cortesía Bruce Dickinson

Finalmente, tengo otra curiosidad, ¿todavía tienes ese piano eléctrico firmado por Jaime Cullum?

Sí, pero mi Austin, mi hijo está componiendo bastante en él, parece que lo tomó prestado [Risas]. Tengo una guitarra acústica increíble de una compañía de aquí, de Los Ángeles, llamada Sawtooth, que nos está ayudando con la gira, nos dieron la batería, y todo tipo de cosas geniales. Hacen unas guitarras estupendas, y tengo una preciosa guitarra acústica. En este momento soy un nómada, no permanezco por mucho en ningún sitio, he estado en Los Ángeles más tiempo que en ningún otro lugar este año, incluyendo mi casa en Londres y mi pequeño apartamento en Paris, donde vivo la mayor parte del tiempo con mi esposa. Viajamos todo el tiempo, y yo voy a estar viajando desde abril hasta mediados de julio, y luego desde mediados de agosto hasta diciembre, así que no estoy seguro de poder llevar un piano eléctrico conmigo en el camino, pero nunca se sabe, ¡eh! [Risas]