Parcels es una banda australiana electropop que actualmente reside en Berlín, inspiración detrás de su entrega discográfica más reciente, Live Vol. 2.
En su segundo álbum en vivo, Parcels reimagina su material en un contexto de vida nocturna con sonidos de música dance. Fue grabado en Le Palais, un recinto que solía ser un antro, en una noche caótica que el tecladista Patrick Hetherington describe como “terrible” entre risas.
Hetherington habló con ROLLING STONE en Español sobre el estreno de Live Vol. 2, su reciente presentación en México y la conexión especial que el grupo guarda con el país.
Live Vol. 2, álbum más reciente de Parcels, está fuertemente inspirado en sus experiencias con la vida nocturna de Berlín, ¿de qué manera ha impactado la ciudad en su música?
Definitivamente estuvo inspirado por el sentimiento de escuchar música dance y de club al mudarnos a Berlín. Ese estado de trance eufórico tras escuchar música por horas y horas. Es algo que solo experimentamos al mudarnos. En Australia no había un concepto similar así que naturalmente fue una gran inspiración.
Vol. 1 fue grabado en los famosos Hansa Studios y Vol. 2 en Le Palais. La diferencia entre estos contextos automáticamente produce resultados incomparables, pero ¿en qué medida fueron realmente diferentes ambos procesos?
Bastante diferentes. La primera vez que lanzamos un álbum en vivo fue la vez que menos pensamos algo. Solo lo hicimos. Era un concepto muy simple, solo cámaras grabando lo que hacíamos, pero nos gustó la idea de grabar un álbum en vivo después de finalizar una gira. Eso fue igual. Hicimos un disco, una gira larga y durante ese tiempo re-trabajamos la música, pero hacerlo en un antro frente a una audiencia cambió todo. Se volvió más sobre la situación que solamente de la música. Estoy emocionado por crear otro. El primero le gustó a muchas personas y sentimos que no podíamos hacer lo mismo. Creemos que si intentas recrear algo que tuvo éxito, nunca será igual que el original. Así que la idea fue hacer algo diferente. Se siente como si tuviéramos un lienzo en blanco para seguir cambiando y probando ideas distintas. El próximo probablemente volverá a ser diferente.
Hay una gran diferencia en la grabación de pistas de Day/Night en Vol. 2, ¿cómo se aproximaron al proceso de reimaginar esas canciones?
Es algo que hemos hecho seguido a través de los años, retrabajar y recrear canciones para un contexto en vivo. Creo que se debe a que somos inquietos y nos aburrimos fácilmente en giras largas. Sabemos que para sonar bien tenemos que divertirnos. Así que siempre hemos tomado nuestras canciones viejas para intentar volverlas algo diferente. Hicimos lo mismo con este disco. Una vez que comenzamos a tocar música dance, fue fácil. Con los acordes y ritmos podíamos identificar cuáles canciones funcionarían y encajarían en ese mundo.
Han hablado de lo caótica que fue la noche de grabación de Vol. 2, incluso mencionando una aparición de la policía. ¿Cómo vivieron eso?
Fue terrible [Risas], fue una noche terrible. Es una larga historia. Habíamos terminado la gira por Europa y fuimos a París para esta fiesta secreta que creamos para grabar. Saber que íbamos a estar grabando inmediatamente añade otro nivel de presión. Estábamos muy enfocados y nerviosos. El día que llegamos para practicar lo que habíamos estado organizando por meses, todo empezó a derrumbarse. El recinto estaba involucrado en algo extraño y turbio con muchas complicaciones. Es difícil de explicar, pero todo se derrumbó al punto de que no estábamos seguros si podríamos hacer la fiesta. Así que cuando subimos al escenario a tocar, estábamos muy estresados. No podíamos creer lo que estaba sucediendo.
Suena bastante estresante, ¿cómo crees que esa atmósfera impactó el resultado final?
Lo noté bastante en el video de la noche y la música. Hay una tensión incómoda en la manera en que tocamos y nos miramos. No estamos sonriendo, estamos enfocados tratando de sobrellevarlo. Volver a escuchar la grabación después de alejarme un tiempo fue muy interesante. Con este tipo de música intensa se sentía que la tensión empujaba la interpretación a otro nivel. Hacia el final del disco puedo escuchar cómo las cosas comienzan a calmarse cuando nos damos cuenta de que lo logramos y nos relajamos. Me gusta pensar que hay algo especial en la tensión y el estrés.
¿Y por qué decidieron grabar en París en lugar de Berlín?
Es interesante porque el concepto definitivamente estaba inspirado en el mundo club de Berlín, pero la esencia de ese mundo es muy anónimo, no se puede retratar. Lo que estábamos tratando de hacer está inspirado en ese mundo, pero no es exactamente eso.
También pasaron un tiempo en México “escondidos en estudios”, ¿qué fue de México que los hizo querer llevar su proceso creativo allí?
Siempre hemos sentido una conexión con México. La primera vez que fuimos a un festival estuvimos un par de días en la ciudad e inmediatamente nos sentimos muy cómodos. Las personas son increíbles, la pasión por la música, la comida, todo se nos quedó grabado. Así que siempre habíamos querido volver y pasar más tiempo ahí. Hay algo de México que se siente bien para nosotros. Era el lugar perfecto para estar en el estudio, componer y grabar. Nos sentimos como en casa y creamos muchas cosas.
El estudio a veces puede sentirse como una burbuja. Pareciera que no importa en qué lugar del mundo estés, pero la ubicación sí afecta la música de alguna manera. México se siente muy abierto. En Berlín me siento empujado por ciertos mundos y sonidos, en Australia me siento cálido y anclado a la Tierra, México se siente como que podría ser cualquier cosa.
Sobre lo que tienen planeado para el 2024, Hetherington adelanta que pasarán tiempo en el estudio componiendo y grabando material nuevo. “Es mi cosa favorita en el mundo”, dice. Antes de concluir, no pudo evitar mandar mucho amor a sus fanáticos latinos, “No podemos esperar para regresar”.