Sabemos que más tiros serán lanzados entre Kendrick Lamar y Drake. Los artistas formularán más acusaciones frías e incluso podrían estrenar más canciones despectivas. Pero gran parte de la guerra ha pasado y la corona se la ha ganado Compton. En retrospectiva, la forma en que Drake provocó al oso con indirectas en sus historias de Instagram y su ‘Taylor Made Freestyle’ parece masoquista. Durante la semana pasada, Kendrick golpeó a Drake con canciones que desmantelaron por completo el carácter de su oponente y, con ‘Not Like Us’, podría convertirlo en el chiste del verano. Aunque Drake merece crédito por haber retado a un letrista experimentado como Kendrick, tendrá que aceptar la derrota.
Resultaría fácil llamar a su disputa una pelea de peso pesado, pero yo lo comparo más con las grandes guerras de peso mediano de los años 80, cuando Sugar Ray Leonard, Tommy Hearns, Marvin Hagler y Roberto Durán peleaban ronda tras ronda por ser el mejor. De manera similar, la rivalidad entre Drake y Kendrick inicialmente se derivó de su instinto competitivo. Así como Kendrick rapeó “Cole y Aubrey saben que soy un negro egoísta, la corona pesa” en ‘Euphoria’, Drake suele guardar unas frases sobre la competitividad inherente del hip-hop en la pared de su camerino. Ambos sabían que este momento era inevitable. Aquellos que no entiendan la naturaleza del conflicto claramente no han pasado los últimos 15 o 20 años queriendo ser considerados el mejor rapero de todos los tiempos.
Tradicionalmente, la rivalidad en el rap se desarrolla a lo largo de varios años. En el pasado se lanzaban álbumes, se realizaban espectáculos y se vivían vidas entre cada diss track. Pero Drake reveló en abril que retrasó un descanso tras su gira para combatir, y Kendrick aceptó. Los fanáticos del hip-hop deberían admirarlos por brindarnos una de las épocas más emocionantes en la historia del hip-hop, con intervenciones de Rick Ross, Kanye, Metro Boomin, entre otros. Si la enemistad en el rap no es lo tuyo, debes estar totalmente irritado. Pero si es así, estás al borde de tu asiento.
Para citar a Jay-Z, todo estaba bien hace apenas una semana para Drake. Había lanzado dos diss tracks, y parecía que saltar frente al primer lanzamiento de Kendrick con una tercera pista podría haber inclinado las cosas a su favor. Pero luego llegó ‘Euphoria’ y nada volvió a ser lo mismo. ‘Push Ups’ y ‘Family Matters’ son canciones pegadizas que terminarán en muchas listas de reproducción. La forma en que repetidamente invirtió el binario Michael Jackson/Prince contra Kendrick fue inteligente y merece crédito por no debilitarse cuando numerosos gigantes de la industria se unieron contra él. Dicho esto, parece que no tenía tanto que decir sobre Kendrick como viceversa.
‘The Heart Pt. 6’ suena que fue escrito en la app de notas con una rima confusa y llena de errores. Drake malinterpretó la historia contada en ‘Mother I Sober’ de Kendrick (para proyectar la noción muy racional de que Kendrick hipotéticamente tendría un problema con los pedófilos si fuera abusado sexualmente), y añadió que nunca ha interactuado de manera inapropiada con la actriz Millie Bobby Brown cuando Kendrick nunca la mencionó explícitamente. Afirmó haberle dado a Kendrick información falsa sobre tener una hija, pero también rimó: “Aquellos de quienes obtienes tus historias, todos son payasos”.
Los ataques de ambos hombres se anularon mutuamente de manera significativa. Ambos parecen estar equivocados sobre sus acusaciones de paternidades, ambos hombres tenían contratos discográficos desfavorables al comenzar su carrera y ninguno de los dos tiene mucho derecho de hablar sobre cómo el otro trata a las mujeres. Kendrick permitió que Anthony “Top Dawg” Tiffith usara su catálogo como moneda de cambio en un intento de mantener a R. Kelly y XXXTentacion en las listas de reproducción de Spotify en 2018, e invitó a Kodak Black, quien fue llevado a juicio por violación, a coprotagonizar su álbum Mr. Morale. Le preguntó a Drake: “Baka tiene un caso extraño, ¿por qué está por aquí?” en ‘Not Like Us’, pero se podría decir lo mismo de su mentor, Dr. Dre, quien tiene un historial documentado de acusaciones de agresión a mujeres. El amigo de Drake, Baka Not Nice, fue acusado de tráfico sexual en el 2015, pero los cargos fueron retirados después de que el acusado se negara a testificar. La forma en que las mujeres se han convertido en piezas de ajedrez en las últimas rondas de este conflicto es desalentadora, pero hablaremos de eso más adelante.
Pero en general, los tiros de Kendrick han tenido más fuerza. Rapeó sobre los problemas de identidad racial de Drake, sus supuestos vicios, su falta de inteligencia callejera, sus tácticas turbias detrás de escena, sus relaciones transaccionales en Atlanta, su alianza con Baka y, lo más alarmante, su supuestas conductas inapropiadas con chicas adolescentes. Parece que sacó gran parte de su información de redes sociales, y aunque parte de ella aún está por corroborarse, la ejecutó adecuadamente ante la opinión pública. Kendrick expresó sus quejas en cuatro canciones que irradian vibras distintas. ‘Euphoria’ es una pista para el gimnasio, mientras que ‘6:16 in L.A.’ es música llena de soul. ‘Meet the Grahams’, que se estrenó minutos después de ‘Family Matters’ de Drake, exhibe a su contrincante sobre una banda sonora de terror producida por Alchemist.
Eso nos lleva a ‘Not Like Us’, un golpe de gracia por DJ-Mustard con un swing clásico de Los Ángeles. Drake salió a negar rápidamente la acusación de Kendrick en ‘Meet the Grahams’ de que tiene una hija de 11 años, pero fue necesario que ‘Not Like Us’ se volviera viral para que él hablara sobre la naturaleza de sus supuestas relaciones con las chicas adolescentes. Algunos señalaban que ninguna de las primeras tres canciones de Kendrick tenían potencial para los clubes, pero después del lanzamiento de ‘Not Like Us’ la noche del sábado estuvo repleta de videos de DJs tocando la canción en fiestas por todo el país. Las redes sociales están llenas de personas que publican memes superponiendo la pista en videos de baile. En el 2015, Drake utilizó el ritmo de ‘Back to Back’ y una avalancha de memes para consolidar su victoria contra Meek Mill. En términos de lucha libre, Kendrick utilizó el movimiento final de su oponente en su contra.
El sentido del humor de Kendrick está subestimado y es más evidente en ‘Euphoria’ y ‘Not Like Us’. Sus habilidades cómicas salen a jugar en ‘Euphoria’ cuando rapea con incredulidad: “¿¡Serán las trenzas!?” y observa: “Incluso odio cuando dices la palabra ‘nigga’, pero supongo que soy solo yo”. Si hubiera rapeado ‘Euphoria’ en un tono totalmente serio, se sentiría demasiado enojado. Si se hubiera excedido con la burla, se sentiría como si no se lo estuviera tomando lo suficientemente en serio. Pero mostró el equilibrio perfecto en la pista, cambiando su cadencia y tono vocal casi cada ocho compases. Su interpretación de ‘Not Like Us’ fue completamente camp, con un canto de ‘OV-HOE’ y una inflexión en líneas como “El diablo es una mentira, él es un Dios 69, los negros raros necesitan quedarse adentro”. Drake había pasado toda su carrera tratando de deshacerse del estigma de ser Jimmy en silla de ruedas en Degrassi, hasta un grado sobre compensatorio. Ahora, el mundo del rap se vuelve a reír de él.
Se sentía como si Drake estuviera concentrado en ganar la guerra de las redes sociales, mientras Kendrick estaba en modo Pepe Silvia, intentando que sus discursos fueran lo más intencionales posible. ‘6:16’ contiene numerosas referencias, desde el cumpleaños de Tupac hasta la fecha de estreno de Euphoria, una serie producida por Drake que ha sido criticada por sexualizar a estudiantes de preparatoria. Hizo que el productor de Taylor Swift, Jack Antonoff, co-creara ‘6:16’ después de que Drake rapeara sarcásticamente sobre la sumisión de Kendrick a la estrella del pop. Su escritura era tan aguda que usó presagios en un insulto, rimando “‘Back to Back’, me gusta ese record/Volveré a eso, que quede en el record”, en ‘Euphoria’, y luego lo hizo con un sample de Al Green en ‘6:16’, una referencia a un oscuro CD Back to Back Hits de Al Green y Teddy Pendergrass (este último también fue sampleado en ‘Euphoria’).
Lo que hizo Kendrick tiene precedentes. En el verano de 2016, Joe Budden lanzó cuatro diss tracks contra Drake en un lapso de cuatro semanas. Pero en ese momento, Drake no se había ganado tanta mala fama con sus acciones, y Budden no tenía la popularidad para lograr que las masas provocaran una revuelta. Muchos ex admiradores de Drake están cansados de escuchar sobre sus (supuestas) extrañas relaciones con adolescentes y de sus ataques innecesarios a personas como Megan Thee Stallion y Rihanna. Kendrick cargaba con su propio desdén hacia el rapero de Toronto y finalmente lo dejó salir.
Las últimas semanas han provocado conversaciones culturales más amplias sobre la identidad racial. La noción de que Drake mantenga relaciones transaccionales con escenas musicales negras no es nueva. Pero Kendrick lo expuso incluso mejor que Pusha T hace unos años, enumerando una por una las conexiones de Drake en Atlanta y suponiendo que colectivamente le permitieron a Drake asimilarse a la cultura afroamericana. Rimó: “No eres un colega, eres un colonizador”, una frase que podría quedarse con Drake por años.
El domingo, un usuario en redes sociales criticó a Peter Rosenberg de Hot 97 por opinar sobre el verso, diciendo que, como dos hombres blancos, “tenemos que quedarnos fuera de esto”. Pero no se trata sólo de ese verso. Gran parte de esta disputa conduce a aguas de política racial que los fanáticos del rap no negros no tienen la experiencia vivida para evaluar de manera verídica, por más que lo intenten. Como he escrito antes, la desconexión cultural del fandom del rap es evidente a través de las reacciones a este problema. ¿Será que las personas que aún creen que Drake ha ganado lo dicen por sus versos, o temen que admitir la derrota de Drake los obligue a admitir que ellos tampoco son “como nosotros”?
La mayoría de diss tracks no terminan generando comentarios sociales más amplios, pero Kendrick no es como la mayoría de los artistas. Después de ‘Ether’ de Nas, donde su resentimiento hacia Jay-Z se desbordó en una pista mordaz, la mayoría de los artistas sabían que no nadie volvería a hacerlo enojar tanto. Lo mismo ocurrirá con Kendrick. Es conocido por dejar pasar años entre álbumes, pero en solo una semana comprobó su legado como uno de los letristas más respetados de todos los tiempos. Después de todo, puede que en verdad sea el temible hombre del saco del rap.
El año pasado, la cuenta de X, Jah Talks Music, publicó: “J. Cole se retira después de The Fall Off, Drake dijo que está considerando ‘una salida elegante’ y Kendrick se elige a sí mismo antes que a la música. Estamos llegando al fin de estas leyendas de los 2010s”. La publicación provocó comentarios reflexivos sobre lo que los tres hombres habían logrado. Luego, First Person Shooter llevó a los tres grandes de una conversación en tiempo pasado al centro de la cultura pop actual. Se siente como si estuvieran creando el epílogo de su historia más que un nuevo capítulo. Y en esas líneas finales, Kendrick es el vencedor.
