En 2013, Negrón Chocolatería y Floristería vio la luz a partir de un emprendimiento de la santandereana Laura Negrón, en memoria de su padre Omar, y así le dio forma y vida a un dulce sueño.
Durante 2020, a pesar de las dificultades que vivió la economía a nivel global, Negrón alcanzó ventas de un millón de dólares, además de generar más de 100 empleos en medio de un ambiente desafiante que les impulsó a innovar día tras días en sus productos de chocolates, arreglos florales y regalos especiales.
En 2019, en una conversación de trabajo, nació el proyecto de internacionalizar la marca, se evaluaron algunas opciones de Latinoamérica; el país elegido para la iniciativa fue México, por el vínculo natural existente y las similitudes evidentes entre la cultura mexicana y colombiana, sin ignorar que se trata de un país con una cultura diferente y llena de maravillosos contrastes. Y la verdad es que no hubieran podido elegir mejor lugar para iniciar operaciones fuera de Colombia, poniendo en marcha la expansión internacional de la marca.
En el 2020, comenzó la operación semanas antes de las cuarentenas y restricciones impuestas por la pandemia de la Covid 19; sin embargo, tuvieron un gran recibimiento y un mejor comienzo de lo esperado.
Ya han transcurrido 24 meses de estas labores, y han trabajado fuertemente para introducir la marca en el mercado mexicano, no ha sido fácil, pero la vida y los emprendimientos están llenos de retos que Negrón siempre ha asumido con mucho amor y dedicación.
La receptividad de la marca va en aumento y los mexicanos poco a poco van conociendo sus productos, encontrando en el servicio y su catálogo, una nueva forma de presentar sus sentimientos de amistad, amor y fraternidad a sus seres cercanos, amados, amigos y familia.
El Tradición, Dakota (nombre usado en honor a la calle donde empezaron en CDMX) y Princeton son productos que se apropiaron y por ende se modificaron conforme a los maravillosos colores que ofrece la cultura mexicana en el ADN del país.
Negrón se ha comprometido con la mano de obra local y con una red de proveedores propia de la Ciudad de México, apoyando y contribuyendo en la cadena de suministro y la economía local. Sin duda, la marca ha llegado para quedarse, y su equipo está seguro de que acompañará en este nuevo año de trabajo los momentos más especiales de cada uno de los mexicanos, recordando que el amor nunca deja de ser.
