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Michael Fassbender: el evangelio de las adicciones

De acuerdo a Michael Fassbender y a Steve McQueen en 'Shame'

Por  ÓSCAR URIEL

abril 2, 2021

Fox

EXTRAÍDO DE RS105, FEBRERO 2012

Si escuchas atentamente a Carey Mulligan cantar “New York, New York” en una de las secuencias centrales de la película Shame de Steve McQueen, podrás percatarte que se trata de algo más que de una simple interpretación por parte de una actriz de un tradicional “american standard”, es una escena difícil que muestra la situación devastadora que viven los dos personajes principales de la historia, la de Sissy Sullivan (Mulligan) y la de su hermano Brandon, este último caracterizado por Michael Fassbender en lo que muchos han calificado como la mejor actuación masculina del año.

“Creo que la adicción al sexo definitivamente es una condición, es una enfermedad. Lo que me lleva a afirmar esto es que, durante el proceso de investigación para participar en la película, conocí a algunas personas que padecen o viven esta situación. Están plenamente conscientes de que sufren de esta adicción y quieren salir de ella, quieren detener este ciclo que finalmente termina por ser sumamente destructivo”, confiesa Fassbender sobre el problema de Brandon, un exitoso publicista que busca un escape en frecuentes encuentros sexuales de carácter anónimo los cuales le permiten evitar cualquier contacto íntimo con quienes lo rodean.

Shame aborda precisamente el universo de las adicciones, las físicas y las sentimentales a través de una serie de personajes de clase media alta que viven perdidos entre los habitantes de una gran ciudad y quienes esconden celosamente su intimidad. La adicción del protagonista es a las constantes relaciones sexuales tratando de evitar cualquier ejercicio íntimo que pueda sucederse en el transcurso.

    “El mundo de las adicciones te proporciona un marco dramático muy interesante para el desarrollo de una historia. Por ejemplo, tuvo un impacto singular en mi persona esa película titulada The Lost Weekend del gran Billy Wilder la cual abordaba el alcoholismo de una manera que nadie lo había tratado en el cine anteriormente. Creo que la adicción al sexo es un problema más contemporáneo, tiene que ver con el momento que estamos viviendo hoy día”, nos dice Steve McQueen, el joven director británico quien abiertamente ha declarado haber sido influenciado por la nouvelle vague y las cintas de Andy Warhol.

  

  “La película puede situarse en la ciudad que tú desees, el Cairo, Londres etcétera. En un principio pensamos situar la acción en Inglaterra pero nos percatamos que los ingleses no son muy propensos a hablar sobre la temática de sexualidad, son muy poco comunicativos en este renglón. Finalmente decidimos mudar la situación a Nueva York, una ciudad que tiene múltiples posibilidades las 24 horas del día. Finalmente, cuando estaba rodando, me di cuenta de lo especial que era que el personaje central viviera en esa metrópolis”, agrega un efusivo McQueen.

   Probablemente no ha habido una colaboración cinematográfica actor-director tan emocionante como la de McQueen y Fassbender desde que un joven Martin Scorsese empezó a trabajar con Robert DeNiro hace algunos años. En 1998 McQueen presentó su ópera prima titulada Hunger (merecedora de la Cámara de Oro del Festival De Cannes), en donde Fassbender personificaba al líder irlandés Bobby Sands en un portentoso recuento de esa legendaria huelga de hambre sucedida en 1981. Era un austero testimonio fílmico pero, con tal fuerza, que inmediatamente colocó a sus participantes en el mapa.

    “Steve cambió mi vida por completo. Simplemente si no hubiese participado en Hunger es poco probable que yo estuviera en este momento aquí platicando contigo. En un momento determinado de mi vida me resultaba muy difícil conseguir trabajar en interesantes proyectos y, de repente, llega este hombre a correr un riesgo considerable conmigo al escogerme para ser el protagónico de su filme y, de esta manera, yo puedo mostrar una capacidad considerable para interpretar cierto tipo de personajes y llevar a cuestas un rol estelar. Hunger me permitió conseguir todas estas cosas. A la par que desarrollamos una relación muy especial dentro y fuera del set, su consejo y opinión son muy importantes para mí. Es una persona muy auténtica y le preocupa lo que sucede en el mundo por lo que acepte trabajar en Shame aún cuando no existía siquiera un guión, literalmente aceptaría trabajar con él en cualquier condición”, finaliza Fassbender.

Mira el tráiler de Shame:

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