Siguiendo la tradición de Sing Street: Este es tu momento y ¡Somos lo mejor!, llega a Netflix otra encantadora cinta acerca de unos chicos que quieren entrar en comunión con el espíritu del Rock. Los primeros querían conformar un grupo de New Wave en la ciudad de Dublín de los años ochenta; los segundos deseaban armar un trío de música Punk en su nativa Estocolmo. Ahora, con Metal Lords, vamos a conocer a tres jóvenes radicados en Portland, quienes no quieren que el Rock pesado muera.
El director Peter Sollett, autor de esa película romántica de culto y que tiene como título Nick & Norah: Una noche de música y amor, une sus fuerzas con D.B. Weiss, guionista de Juego de tronos, para contarnos la historia de Kevin y Hunter (Jaeden Martell y Adrian Greensmith), dos compañeros de colegio que conforman el proyecto musical Skullfucker, con el propósito de ganar el primer lugar en la “Batalla de las bandas” y convertirse así en unos verdaderos Dioses del Metal (por lo menos, dentro de sus mentes).
La tercera integrante es Emily (Isis Hainsworth), una chica escocesa con problemas de bipolaridad, quien descubre el Metal gracias a Kevin y demuestra tener el talento para interpretar la música de Black Sabbath y Metallica en su chelo. Como era de suponer, Emily y Kevin se enamoran y Hunter siente celos de la relación por dos razones primordiales. La primera, es que el “Metal es de hombres” (pese a que existen The Runaways, Girlschool, Warlock, Madam X, Vixen, L7 y Cycle Sluts From Hell, por mencionar a algunas leyendas del Metal femenino). La segunda, es que Hunter ve a Emily como una especie de Yoko Ono que va a acabar con la banda y con su amistad con Kevin. Hunter está muy equivocado y Emily se encargará de demostrarlo.
Al principio, los amantes del metal se encontrarán con una historia sobre dos chicos alienados y víctimas del bullying, que tratan de darle sentido sus vidas, así como una aproximación tierna y sincera al primer amor, cuando la película se centra en la relación que se construye entre Emily y Kevin. Asimismo, veremos como la difícil relación entre Hunter y el Dr. Sylvester (Brett Gelman), su padre divorciado, va a sanar de una manera orgánica y gradual. ¿Dónde está el Metal en esto?
Si se tiene paciencia y se recuerda que detrás de esta simpática cinta se encuentra nada menos que la leyenda del Rock Tom Morello (el guitarrista de Rage Against The Machine y Audioslave), llegaremos a la fantástica interpretación de la canción Machinery Of Torment (Maquinaria de tormento), en la que el trío (ahora con un nombre menos explícito), nos hará poner la piel de gallina. El Metal sigue vivo gracias a Metal Lords.