Un primero de abril hace 39 años, en el día de los inocentes de algunos países, Kirk Hammett recibió una llamada que esperaba que no fuese una broma: una oferta para unirse a Metallica. El guitarrista, que en ese entonces tenía 20 años, todavía estaba tocando con Exodus, la banda de Thrash metal que cofundó cuando era adolescente, pero se había enamorado de Metallica desde que tocaron por primera vez en la región donde creció. Así que cuando se dio cuenta de que la oferta no era un chiste, voló a Nueva York donde la agrupación estaba preparando su álbum debut, y en dos semanas estaba tocando junto a James Hetfield y Cliff Burton en el escenario. Desde aquel momento esa fue su prioridad.
Ahora, casi cuatro décadas después, Hammett está planeando su primer lanzamiento en solitario, un EP instrumental titulado Portals que saldrá este fin de semana por el Record Store Day. A lo largo de los años, rara vez ha participado en canciones de Septic Death, Orbital y Carlos Santana, pero en gran parte se ha mantenido fiel a su banda. Hace 20 años, cuando el estado de Metallica estaba particularmente tenso –la época en la que Jason Newsted dijo que sentía que no tenía la libertad de trabajar en proyectos alternos– un lanzamiento como este hubiera parecido inimaginable. De modo que aventurarse por sí mismo con Portals, al igual que con The Wedding Band, la banda de covers en donde toca junto a Robert Trujillo, parece una osadía.
“Hacer un álbum en solitario siempre ha estado en el fondo de mis pensamientos; Metallica siempre estuvo al frente”, le dice a ROLLING STONE. “Este disco surgió de manera incidental”.
Hace cinco años plantó la primera semilla del EP cuando planeó hacer una exhibición de posters de películas de horror que había estado coleccionando por años. Solo le faltaba música de ambiente, así que colaboró junto con su esposa Lani en ‘Maiden and the Monster’, una pieza de audio de siete minutos llena de luz, oscuridad y melodrama que él describe como la banda sonora de una película que no existe. “Mi visión inicial era explorar, musicalmente, las películas de los años 20 y 30”, cuenta. “Pero después creció más y más”. Organizó otra exposición y compuso una canción más metal, ‘The Jinn’, y en 2019, cuando Metallica se reunió con la Sinfónica de San Francisco para sus shows de S&M2, forjó un vínculo con el director de orquesta Edwin Outwater que dio origen a dos colaboraciones sinfónicas.
“Cuando lo conocí conectamos inmediatamente porque es un fan del terror”, comenta Hammett. “Simplemente le dije, ‘Hombre, tienes que escuchar estas dos piezas musicales que escribí, tienen un poco de terror. Deberíamos hacer algo juntos’. Y me dijo, ‘Me encantaría’”. Los dos músicos terminaron trabajando en una canción con la que Hammett había tenido inconvenientes, y que luego se convertiría en el corte de Portals, ‘The Incantation’. Antes de colaborar con Outwater, Hammett había encontrado el tema tan irritante que lo modificó siete veces y lo llamó ‘The Insanity Suites’. La pieza, que dura ocho minutos, suena como un tema perdido de John Williams para Star Wars antes de evolucionar en un híbrido entre lo clásico y el metal, mientras que su otra colaboración, ‘High Planes Drifter’, evoca las emociones de los scores de Ennio Morricone.
Hammett y Outwater juntaron sus demos durante algo que el guitarrista llama “el primer año perdido por Covid”, 2020, y los grabaron el año siguiente en Los Ángeles. Ahí fue cuando se le ocurrió que las canciones podrían hacer un buen EP. “Es un maldito álbum instrumental y no suena para nada como Metallica”, destaca. “Entonces se ubica en un punto diferente de toda la música que he hecho en el pasado, y me gusta eso”. Tocó la música para sus compañeros de banda y el equipo de Metallica pensando que lo publicaría después del próximo álbum del grupo, pero se sorprendió cuando management le sugirió lanzarlo ya.
“Me sorprendió bastante tener la bendición absoluta de la banda para esto”, recuerda. “Fue increíble porque nuestra agrupación no ha tenido mucho progreso con sus integrantes como solistas, como todo el mundo lo sabe. Pero todo sucedió hace 20 años, y somos personas muy diferentes ahora. Somos más mayores, más sabios y maduros”. Toma una pausa. “Bueno, no sé si somos más sabios pero en definitiva somos mayores, un poco más maduros y un poco más responsables. Así que ahora algo como esto tiene otro significado a diferencia de como hubiera sido hace 20 años”.
Aquí, Hammett, a unos cuantos meses de cumplir 60 años, habla sobre el camino que lo dirigió hacia su primer álbum en solitario
Te sorprendiste cuando tus compañeros de Metallica le dieron su bendición a Portals. En 2001, la banda dio una entrevista a Playboy en la que James Hetfield dijo, “Cuando alguien tiene un proyecto aparte, le quita fuerza a Metallica”. ¿Qué ha cambiado?
Bueno, lo vemos así: no somos músicos, somos artistas. Ética, moral y creativamente está mal negarle a alguien las oportunidades de expresarse y crear, y creo que todos pensamos lo mismo ahora. De igual forma, ahora somos más comprensivos con lo que pasa en nuestras vidas porque nos han pasado muchas cosas en los últimos 20 años. Muchas cosas han pasado en los últimos cinco años.
Creo que somos un poco más conscientes de nuestra moral y de qué tanto tiempo nos queda de artistas, músicos y miembros funcionales de una banda. Así que hay otras cosas más importantes para considerar como la longevidad, la salud mental y la energía creativa del grupo.
Y estos muchachos no se van a ir para ningún lado. Metallica es mi cama, mi hogar y sería ilógico dejarla porque si lo hiciera, la gente me recordaría cada día cómo era el guitarrista. No quiero estar en una situación donde tengo que resistir eso, quiero ser visto como otro tipo intentando hacer la mejor música posible junto a estos otros tres tipos porque eso es básicamente lo que hacemos. Es nuestra misión, es lo que el maldito universo quiere para nosotros. Pienso en ese sentido.
Parece que las cosas han progresado en una buena dirección con la banda desde los días de Some Kind of Monster. En esa película dices que estabas en el medio de las disputas en la banda y que te sentías como un árbitro. ¿Las cosas son diferentes ahora?
Sí, bueno, Rob es ese tipo ahora [ríe]. Me ha liberado concentrarme en cosas más musicales, pero la actitud es diferente ahora.
Somos mucho más abiertos, nos escuchamos los unos a los otros y somos mucho más considerados. Esto no es algo de lo que nos sentamos a hablar, estoy juzgando esto sólo por el comportamiento actual de la banda y cómo se siente. Sentimos las cosas instintivamente y a veces hablamos de ellas, otras veces no, y realmente no hablamos de las cosas malas, eso nos ha llevado a meternos en todas esas situaciones incómodas en el pasado. Somos una banda jodidamente humana, no somos perfectos como personas y cometemos errores en nuestra vida personal a diestra y siniestra. Cuando somos eficientes en nuestra vida personal, creo que hay una tendencia a tratar de compensarlo en nuestra vida musical también. Creo que eso en sí mismo es algo que nos ha impulsado durante décadas. Si esta explicación te la diera James, probablemente sería lo mismo, pero traducido de otra manera. Lo mismo pasa con Lars.
En este punto, tiendo a ver las cosas de forma muy diferente a como las veía antes. No se trata de una cuestión de negocios, ni de estatus, ni de la posición que tenemos en la cultura. Tiene todo que ver con lo que nos motiva, con lo que llevamos dentro y la razón por la que lo hacemos. ¿Cuál es el principal objetivo? Hacer música que traiga felicidad y ayude a la gente. Quiero decir, cuando ahondas más y más, “Ah, estas cinco notas en este maldito orden en particular me hacen jodidamente feliz”. Enlazamos estos conceptos. La música es mágica.
¿Antes de esto habías intentado hacer un proyecto como solista?
No, todavía no me he sentado a escribir la letra entera de una canción por mi cuenta. Nunca lo he intentado. Todavía no me he sentado a escribir una jodida canción de tres acordes al estilo Dylan porque nunca me he decidido a hacerlo. Todavía no he explorado realmente mi voz para cantar. No sé cuál sería el resultado de todo eso.
Pero siento que me estoy acercando a hacerlo ahora y es extraño porque pienso en ello y en el hecho de que, carajo, tengo casi 60 años. “¿Estoy tarde en esto?”, me digo a mí mismo, pero no es que esté tarde, simplemente parece que es el momento adecuado para hacerlo. Se me está presentando y así es como me siento.
Cuando Jason estaba haciendo todo ese trabajo en solitario y había hecho dos o tres cosas (no era sólo una), mi actitud era como, “Eso es genial”, pero no era para mí. Mi cabeza estaba en otro lugar, todavía estaba tratando de inventar riffs geniales y cosas así. Me pasaba esto: cuando hago algo, quiero que sea nuevo, diferente y original. Por supuesto, nada es 100% original, pero quiero algo que tenga un sabor diferente que no haya sido probado un millón de veces. Así que mi actitud era, “Está bien, Jason va a hacer eso, es genial. Carajo, buena suerte. Cuando llegue a hacer algo así, va a ser 100% yo”. Esa ha sido mi actitud.
Suena como si hubieses pasado por una revelación para llegar a este punto en el que estás lo suficientemente confiado para decir, “Voy a hacerlo. Apoyémonos entre sí en lo que queramos hacer”.
Sí, completamente, estos últimos 10 años han sido un proceso de aprendizaje. Estoy sobrio desde hace siete años y medio, y eso fue increíble porque sentí como si hubiera recuperado mi cerebro después de haber pasado tanto tiempo con resaca o borracho, y casi ningún punto medio. Pero cuando dejé de beber, tenía todo este tiempo libre. Dejé de ir a los bares y discotecas, e incluso dejé de salir a comer. Dejé todo eso incluso durante las giras, así que tuve todo este tiempo libre.
En las giras pasadas, dábamos un concierto, salíamos durante tres o cuatro horas y luego acababa borracho en mi habitación de hotel. Tocaba la guitarra durante tres o cuatro horas hasta que perdía el conocimiento, me despertaba a la mañana siguiente y no recordaba nada de lo que había tocado la noche anterior, y así fue durante décadas. Entonces quito el alcohol y de repente estoy tocando más y estoy recordando cosas. Cada vez que cojo la guitarra [siento que] se ha convertido en una herramienta más importante de lo que era antes porque estoy más centrado, estoy en un mejor lugar. Es algo demasiado positivo que surgió a raíz de mi sobriedad.
¿Cómo terminaste colaborando con gente distinta a Metallica para esto? Compusiste dos de las canciones con tu esposa, Lani, y dos con Edwin Outwater.
Fue diferente. Al principio estaba muy nervioso porque estoy acostumbrado a una cierta calidad en la interpretación musical. Sabía que Edwin definitivamente la tenía, pero no sabía si lograríamos estar en la misma sintonía, pero lo logramos por completo. Me sentía como, “Ah, no tengo de qué preocuparme”. Él sabe lo que hace, conoce su teoría musical, sabe de composición, tiene un tono perfecto. Me encanta. Escuchábamos una nota y yo decía, “Vale. Edwin, ¿qué es eso?”, y él decía, “Mi bemol”, y yo contestaba, “Eres genial”. Me encanta eso. Fue una colaboración muy, muy fácil.
¿Crees que tocarás algo de Portals en vivo?
No tengo idea. Cuando pienso al respecto, podríamos tocar estas canciones con una orquesta de cámara. En teoría, podríamos salir de gira con estas canciones, pero a duras penas duran media hora, así que tendríamos que rellenar con un cover o algo. No lo sé, pero sí, es posible que lo saquemos de gira.
Más allá de Portals, ¿qué sigue para ti? Sé que Metallica tiene algunos shows. ¿La banda está trabajando en un disco?
No puedo hablar sobre eso, pero diré que estamos trabajando y estoy trabajando ahora mismo. Siempre estoy haciendo proyectos y siento que ahora es el momento de llevarlos más allá de la música. Hay un cómic que estoy preparando, que eventualmente se convertirá en una novela gráfica y que tal vez sea otra cosa más adelante, pero ya veremos.
Volviendo a Portals, ¿sientes que la gente no se da cuenta de todo lo que eres capaz de hacer como guitarrista?
Toco la guitarra todos los malditos días, de hecho estoy sentado con una en mis piernas ahora mismo. Puedo tocar toda una gama de estilos, desde jazz hasta bossa nova, pasando por el blues, la música clásica y la polka. Soy bastante hábil en un montón de estilos diferentes, pero el 90% de nuestros fans sólo me escuchan en el contexto de Metallica, así que me di cuenta de que este EP es una gran oportunidad para mostrar un lado de mi forma de tocar que mucha gente no conoce.
Con este álbum no tuve que preocuparme por tocar solos que fueran pegadizos o asequibles, de modo que muchos de ellos son realmente una corriente de conciencia al 100%, en lugar de, “Tenemos que hacer este sonido de Metallica”. Estoy muy contento por ello porque en el futuro, si saco algo que sea un poco más radical, no será una sorpresa para la gente.
Hablando sobre versatilidad, uno de mis momentos favoritos del fin de semana de los 40 años de Metallica fue verte tocar ‘Word Up’ de Cameo junto a la Wedding Band.
Me encanta ‘Word Up’. Amo el electro funk de los ochenta, he escuchado eso desde que tengo memoria. Incluso en Exodus nos recuerdo a Tom Hunting, Gary Holt y a mí escuchando la frecuencia AM en el auto, y cada vez que salía algo genial de funk, subíamos el volumen de la radio y luego lo bajábamos cuando salía alguna canción pop de mierda. Eso era lo que hacíamos, siempre lo tengo presente. Y Rob [Trujillo] también viene de ese mismo lugar, así que The Wedding Band es realmente una celebración de la música que nos inspiró en los años 60, 70 y 80.Un amigo fotógrafo me dijo, “Cuando ustedes tocan esos jams funk por 10 minutos pierden al público”, pero le respondí, “¿Crees que me importa?”. ¿Crees que a Jimmy Page le importaba cuando iba por el minuto 29 de ‘Dazed and Confused’ en el Madison Square Garden con 20.000 personas mirándolo? Le importaba una mierda, él simplemente estaba tratando de averiguar cuál era la siguiente gran parte, y así es como somos. Puede que sea anticuado considerando la cultura actual, pero no me importa.