Los álbumes (al fin) se están volviendo más cortos: Denle las gracias a Dua Lipa y Billie Eilish

Puede que Beyoncé y Taylor Swift hayan lanzado proyectos de gran tamaño, pero otros estrenos sugieren que los álbumes se están volviendo más concisos.

mayo 14, 2024

KEVIN WINTER/GETTY IMAGES/THE RECORDING ACADEMY; RODIN ECKENROTH/GETTY IMAGES

Si esta historia fuera una novela detectivesca, podría tratarse de un título como El misterioso caso del álbum corto.

En las últimas semanas, tanto Beyoncé como Taylor Swift desvelaron proyectos que aparentaban incluir cada una de las piezas musicales que habían grabado en el proceso de sus respectivos álbumes: Cowboy Carter se extendió a 27 pistas y la versión completa de The Tortured Poets Department a 31. Mientras los críticos y sus fanáticos se esfuerzan por asimilar la sobrecarga de material, una tendencia opuesta se está perfilando. Para algunos artistas pop modernos y algunos veteranos, nada es mejor que un álbum que puede ser digerido durante la hora de la comida.

Radical Optimism de Dua Lipa es el ejemplo más reciente. Tiene 11 canciones y se une a la lista de lanzamientos recientes relativamente concisos: Guts de Olivia Rodrigo (12 canciones); Don’t Forget Me de Maggie Rogers (10); el debut de 4batz, u made me st4r (11); Evolution, de la veterana Sheryl Crow (10); e incluso Rustin’ in the Rain (7) del compositor country Tyler Childers. La próxima entrega de Billie Eilish, Hit Me Hard and Soft, que se lanzará la próxima semana, estará limitada a 10 pistas nuevas, mientras que el nuevo disco de los Avett Brothers tendrá un máximo de nueve. Uno podría escuchar fácilmente tres de ellos en el mismo tiempo que llevaría digerir la mayor parte de The Tortured Poets Department.

Claro, la mayoría de los álbumes clásicos de los 60s a los 80s se apegaron a esas longitudes debido a las limitaciones del formato LP. Hasta el día de hoy, los ejecutivos discográficos citan Thriller de Michael Jackson y What’s Going on de Marvin Gaye (de nueve canciones cada uno) como ejemplos de discos perfectos que no sobrepasaron su bienvenida. Esas restricciones fueron desechadas por la ventana del estudio cuando llegó el disco compacto en los años ochenta. Pudiendo extenderse a 80 minutos (el doble de la duración de un álbum de vinilo típico), el CD permitió a los artistas incluir tantas canciones como quisieran en un nuevo álbum. En la era del streaming, cuantas más canciones los fans puedan reproducir, mejor será la posición en las listas y los ingresos de un artista.

Entonces, ¿por qué los álbumes de repente se han vuelto más cortos? 

La tendencia podría tener algo que ver con el actual resurgimiento del LP, un formato físico que generalmente no puede contener más de media docena de canciones por cara. El año pasado se vendieron 43 millones de LPs, un 14% más que el año anterior.

Joe Kentish, director de Warner Brothers en el Reino Unido y ejecutivo de A&R de Dua Lipa desde su primer álbum, dice que él y Lipa siempre buscan una declaración más concisa, desde su debut de 12 canciones hasta Radical Optimism. “Con este álbum, ella sintió que había logrado lo que quería, conceptual y musicalmente”, dice, “ella sólo quería incluir las canciones que ella sintiera se convertirían en un gran disco”.

Retener la atención de los escuchas, con tantas otras distracciones compitiendo por su tiempo, también puede contribuir a la tendencia, según un alto ejecutivo de A&R de una importante discográfica. “Para esta generación, la experiencia del álbum es muy diferente”, afirma el ejecutivo. “En el pasado ponías Dark Side of the Moon, apagabas las luces y escuchabas. Era una experiencia inmersiva. Ahora los álbumes son sólo una parte de su menú”.

Kentish está de acuerdo que los álbumes más cortos son una forma de combatir el comportamiento de algunos oyentes de música de saltar entre los servicios de streaming, de un artista o álbum a otro. “Cuando pones música en un servicio de streaming, hay menos posibilidades de que la escuchen en ese orden”, afirma. “En ese entorno, la gente quiere discos más cortos. Estás intentando mantener la atención de la gente. Hasta cierto punto, eres dueño del entorno en el que alguien está escuchando”.

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El otro ejecutivo cree que la facilidad con la que se puede grabar y publicar nueva música también es un factor: Lipa y Rodrigo, por ejemplo, lanzaron ediciones extendidas de Future Nostalgia y Guts, respectivamente, con canciones adicionales. “Todo el mundo está grabando mucha música y no llaman ‘capítulo 1’ a un álbum de 10 canciones, pero probablemente lo sea”, afirma el ejecutivo. “Crees que es el platillo completo, pero hay otro plato principal después de eso. No sé si eso es cínico, pero es la realidad”.

La tendencia conlleva algunos riesgos. Cuando Guts llegó el verano pasado, algunos fans de Rodrigo, acostumbrados a discos largos, se quejaron en redes sociales de lo poco que estaban obteniendo: “Hoy en día llaman a cualquier cosa ‘álbum’”, escribió uno. “Entonces, es básicamente un EP”, publicó otro.
Pero es posible que los fanáticos simplemente tengan que adaptarse. “Existe un deseo real de mantener la coherencia creativa y tener sólo las mejores canciones”, dice Kentish. “Como dicen, ‘todo bueno, sin relleno’ (All killer, no filler)”.