Tras despidos y renuncias de aliados y haberse retractado de su presupuesto de emergencia, Liz Truss ha presentado su dimisión como primera ministra de Reino Unido. Esta acción llega 45 días después de haber asumido el cargo, lo cual la convierte en la persona con el mandato más corto en la historia del país.
La líder del Partido Conservador se enfrentó a múltiples dificultades en su corto periodo como primera ministra. Desde la muerte de la reina Isabel II el pasado mes de septiembre hasta la caída de la libra esterlina y niveles de inflación que no se habían visto en décadas, su mandato se caracterizó por la inestabilidad.
“Llegué al puesto en un momento de gran incertidumbre tanto económica como internacional”, declaró Truss frente la entrada de 10 Downing Street. “A las familias y los negocios les preocupaba cómo iban a pagar sus cuentas. La guerra ilegal de Putin en Ucrania amenaza a la seguridad de todo nuestro continente. Y nuestro país se ha visto frenado por mucho tiempo debido a un lento crecimiento económico. … Establecimos una visión de economía de impuestos bajos y alto crecimiento que pudiera aprovechar las libertades del Brexit. Reconozco, sin embargo, que dada la situación, no puedo cumplir con el mandato bajo el que fui elegida por el Partido Consevador”.
Truss también anunció que acordó con el Comité 1922, encargado de los asuntos de liderazgo del Partido Conservador, tener una votación interna la próxima semana para determinar quién quedará al frente del partido y, por consecuencia, del país. Por otra parte, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha pedido que se convoque una elección general inmediata.
Quien sea electo como primer ministro se convertirá en la tercera persona en ocupar el cargo en este año tan complicado para el Reino Unido.
