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Las 10 más grandes canciones de Eminem

Lo más destacado de la brillante y pretenciosa carrera del problemático rapero

Por  ROLLING STONE

junio 17, 2018

Desde Just Don’t Give a Fuck, hasta Forgot About Dre y Stan, las 10 más grandes canciones de Eminem.

Cortesía Prensa

10. Bitch Please II feat. Dr. Dre, Snoop Dogg, Nate Dogg, Xzibit (2000)

Más allá de las grandes colaboraciones de Dr. Dre, Bitch Please II captura la atrevida y cínica confianza de Em. Es una armadura que funciona, en gran parte, porque usa el humor constantemente: sus versos al estilo Snoop Dogg y sus desafinadas cuerdas vocales, que nos recuerdan a Nate Dogg, envuelven a la imperturbable producción de Dre. En el fondo, Eminem quiere que sepas que está bromeando (“Somewhere deep down there’s a decent human being in me” [Dentro de mí hay un humano decente]), sin sacrificar el tono rebelde, agresivo e ingenioso de su música.

9. The Way I Am (2000)

“Si creen que soy un imbécil, seré un imbécil”, le dijo a SPIN sobre su motivación detrás del sencillo de 2000, que adapta algunos versos de As the Rhyme Goes On de Eric B. & Rakim. “Si dices que soy misógino, seré misógino. Si dices que odio a los homosexuales, odiaré a los homosexuales”. Antes de lanzar The Slim Shady LP, Eminem se convirtió en una de las figuras más polémicas del hip hop: tenía letras violentas sobre las reuniones de padres y las organizaciones conservadores lo acusaron de ser perjudicial para los jóvenes. Esto fue apenas un pellizco para el rapero. “Sé lo que dicen y sé cómo se sienten sobre el lenguaje que uso y lo que presento”, le dijo a ROLLING STONE en 2013. Y así, en The Way I Am de The Marshall Mathers LP, Eminem derrota sus críticas con un golpe directo. Asume el rol de villano con alegría.

8. Just Don’t Give a Fuck (1997)

En el verano de 1998, cuando Aftermath/Interscope envió la promoción de Just Don’t Give a Fuck como el primer sencillo del debut de Eminem con un sello discográfico, él todavía era un mito de las batallas de rap. Este galopante y rebelde ataque fue lo primero que el mundo escuchó del MC, quien instantáneamente puja nuestras percepciones, bajo el nombre “Slim Shady”, su alter ego sociópata, en primera instancia. Luego, hay una introducción graciosa (“Mi nombre es Marshall Mathers y soy alcohólico”). Todos se preguntaban: “¿Quién es este tipo? ¿Son de verdad estos narradores?”. Just Don’t Give a Fuck lo catapultó; era más pulida, brillante y dinámica que la versión de Slim Shady EP de 1997 (gracias a su productor ejecutivo Dr. Dre).

7. The Notorious B.I.G. feat. Eminem, Dead Wrong (1999)

Incluso estando en la cima, era atrevido que Eminem rapeara en una canción de Notorious B.IG. La vibra antisocial en los versos de Biggie en Dead Wrong, producida por Bad Boy Hitmen, Chucky Thompson y Mario Winans con Diddy, eran algunos de los más mordaces. En lugar de alcanzar el tono desafiante de Biggie, Em se suelta con facilidad, a partir de versos abstractos, como si estuviera escribiendo una página de Wikipedia sobre el satanismo. “Hay diferentes formas para adorar al diablo”. Pero es un sentimiento falso y banal, mientras el verso viaja a través de un laberinto malevolente y brutal.

6. Kill You (2000)

A finales de 1999, Eminem llamó a su mentor Dr. Dre. No recuerda de qué iban a hablar, pero un loop de jazz que Dre escuchaba en el fondo lo persiguió por meses (posiblemente lo tomó prestado de Pulsion de Jacques Loussier de 1979, como alegaron en una demanda). Aunque Em ya tenía un triple disco de platino, había ganado un Grammy y había estado en una portada de ROLLING STONE, estaba ansioso por demostrar que apenas estaba comenzando. Kill You desata un delirio de venganza y una ironía brutal para ridiculizar a sus críticos. Pero lo más impresionante de la canción son los detalles que presenta sobre la personalidad volátil de una estrella (aunque, desafortunadamente, gran parte de la ira gira en torno a los gastos exagerados de las mujeres y a los insultos homofóbicos). Durante una audiencia en el Senado, Lynne Cheney citó Kill You –en particular, la venganza de Eminem contra su madre, quien lo había demandado por 10 millones de dólares después del lanzamiento de The Slim Shady LP– como una razón por la que la industria de la música necesitaba clasificar los discos para proteger a los niños de los temas perjudiciales.

5. My Name Is (1998)

El sencillo de 1998 de Eminem explotó desde el primer encuentro de él, siendo un MC desconocido, con el productor Dr. Dre, quien había trabajado en un sample de I Got The… de Labi Siffre. “Le dije que escuchara ese sample. Después de reproducirlo, dos o tres segundos después dijo: ‘Hi! My name is… My name is…’”, recordó Dr. Dre en el documental de 2017 The Defiant Ones. “Eso fue lo que pasó en nuestro primer día, en los primeros minutos dentro del estudio”. La combinación de punchlines de Eminem sobre la cultura pop (habla sobre Nine Inch Nails, Spice Girls, Pamela Anderson Lee y Kris Kroos en la primera estrofa), las rimas al son de su lánguida voz, las metáforas infantiles y violentas y el video musical en el que parodia a los vendedores de televisión provocaron que My Name Is se convirtiera en una sensación y un favorito de MTV. Aunque solo alcanzó el puesto #36 en el Billboard Hot 100, se ganó el Grammy a la Mejor Presentación de Rap en 2000, reafirmando el brillante talento de Eminem.

4. Lose Yourself (2002)

Eminem siempre ha dibujado una línea entre Rabbit, el protagonista de 8 Mile, y su propia vida: el personaje de la película lo creó él mismo, pero no es estrictamente autobiográfico. Aun así, es fácil relacionar el sencillo con la historia de la película. De muchas maneras, el realismo y el sentimiento de Lose Yourself lo propulsaron para convertirse en el éxito más grande de su carrera y la primera canción de rap en ganar el Premio Oscar a la Mejor Canción Original. Eminem y el productor Jeff Bass habían grabado un demo hacía unos años, pero durante la producción en Detroit de 8 Mile lo retocaron; Eminem escribió las letras de las canciones después de recibir el guion de la película. “Tenía que hacer la canción mientras estaba en la película”, le dijo a Funkmaster Flex. “Porque una vez salí de ella, no me sentía dentro del personaje”. La grabación fue fugaz. “Entró y logró los tres versos de corrido”, recordó el ingeniero Stephen King. “Todos estaban sorprendidos”.

3. Dr. Dre feat. Eminem, Forgot About Dre (2000)

A pesar de sus orígenes como una canción contra Suge Knight, presentada y escrita en secreto por Eminem, Forgot About Dre se convirtió en el remate final de la carrera del artista y productor, ganando un Grammy y logrando una resonancia ubicua por cinco años, después de su último hit en el Top 40. “La gente decía que yo ya no lo tenía y que hace años no hacía un buen álbum”, le dijo Dr. Dre a ROLLING STONE en esa época. “No puedo ignorar esa mierda… ¿Qué tienen por decir ahora?”. Esta canción puede que también fuera la confirmación de la supremacía de Eminem. La ingeniosa estructura que crea para ambos, él y su mentor, les permite pisar fuerte con declaraciones potentes. Además, Em canta el inolvidable coro en una batalla de rap, sobre un melodioso silbido.

2. Stan (2000)

En 2003, al ganador del Premio Nobel, Seamus Heaney, le preguntaron qué músico actual lo había inspirado a renovar su interés en la poesía. “Eminem le ha dado una vuelta a esta generación”, respondió el poeta irlandés. “Lo ha logrado desde su actitud subversiva y su energía verbal”. Heaney no citó ninguna letra en específico, pero Stan –un relato épico– es la canción que más elogios se lleva por esa fluidez. Con un sample (del productor DJ Mark the 45 King) de Thank You de Dido, Eminem narra la historia de Stan, un fan perturbado que persigue, y luego se siente abandonado, por el trastornado alter ego de Em, “Slim Shady”. Eminem responde sus cartas, pero es muy tarde. Lo brillante de la canción es la cantidad de personas y puntos de vista, que pasan de ser de compasivas a desconcertadas y crueles. En una entrevista Eminem caracterizó a Stan como una historia convencional y de precaución, pero no era muy convincente. “Es algo así como un mensaje a los fans para hacerles saber que todo lo que digo no es literal”, le dijo a MTV en esa época. “La mayoría de las cosas que digo…”.

1. The Real Slim Shady (2000)

Después de escuchar por segunda vez The Marshal Mathers LP, Jimmy Iovine, el máximo representante de Interscope, emitió una noticia desalentadora: al álbum le faltaba un sencillo principal. “Me parece que el disco es espectacular, pero creo que no dieron su máximo esfuerzo”, Iovine recordó en un especial de VH1. “Ellos necesitaban una canción para introducir el álbum”. Dr. Dre estaba de acuerdo: “Yo sabía que teníamos el segundo y el tercer sencillo, pero necesitábamos uno que impactara”, reconoció. La presión frustró a Eminem. “No te puedo dar otro My Name Is”, se lamentó. “No me puedo sentar ahí y hacer magia”.

No se le ocurrió otro My Name Is; lo superó con The Real Slim Shady, que se convirtió en el éxito más grande de Eminem hasta el momento, alcanzando el Número Cuatro en el Hot 100. Aunque Eminem se transformaría para crear beats más sombríos y serios como Lose Yourself y Cleanin’ Out My Closet, The Real Slim Shady es escandalosa, con un sintetizador carnavalesco y un guiño lírico al comediante canadiense Tom Green. El rapero habla sobre todo el mundo (estrellas de pop, críticos de música, Will Smith e incluso él mismo), pero esos insultos despreocupados son la máscara de un único propósito: “Creo que hay un Slim Shady en todos nosotros”, concluye Eminem. “A la mierda, pongámonos de pie”.

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