En la familia González, el arte del tequila ha sido pasado de padre a hijo por tres generaciones. LALO Tequila lleva el nombre de su fundador, Eduardo “Lalo” González, quien fue apodado así por su abuelo, Don Julio González —sí, Don Julio, padre del tequila premium. A través de su propia marca, Lalo continúa impulsando el legado de su padre y abuelo con un enfoque nuevo para perfeccionar el tequila blanco.
Ciertamente, el tequila ha formado parte de la vida de Lalo incluso desde antes de que naciera. Algunos de sus mejores recuerdos se sitúan en la destilería, lugar por el que recuerda correr hasta llegar a los hornos por un puñado de agave cocido que pudiera masticar. Aún es una de sus partes favoritas. Es justo ahí, en Arandas, Jalisco, donde los jimadores de LALO cosechan agave a mano en Los Altos de Jalisco, sitio donde Lalo aprendió el oficio familiar y se sembró por primera vez la pasión que lo inspiraría a reinventar el tequila blanco.
Varias décadas después, Lalo se reencontraría con David “R” Carballido. Este par de amigos de la infancia creció no muy lejos el uno del otro en Guadalajara, capital de Jalisco donde nació el tequila. Ambos sintieron la necesidad de crear su propia marca única luego del auge de diversos tequilas de figuras públicas como George Clooney, Kendall Jenner o Dwayne Johnson, algo que los motivó a colocar un verdadero tequila jalisciense en el mercado internacional.
Así, LALO comenzó como un pequeño club de tequila entre amigos. Una botella rica, elegante y exclusiva que solo los amigos de Lalo y David disfrutaban. Poco sabían que pronto se convertiría en una de las marcas de tequila de más rápido crecimiento en Estados Unidos.
Desde su origen, LALO Tequila se ha enfocado en el arte del tequila blanco porque es lo que Lalo y David disfrutaban tomar. Optaron por crear algo que a ellos mismos les apasiona. Era el tequila que habían bebido por años junto a amigos y familia —y ahora lo compartirían con el mundo.
El proyecto tomó un significado aún más personal para Lalo cuando su padre falleció durante el desarrollo de la marca. Para él, LALO se convirtió en una manera de honrar la memoria de su padre—también llamado Eduardo— y su abuelo a través de la pureza del tequila blanco. LALO es legado, pasión y orgullo. Es una marca de familia, de una tradición cultivada y perfeccionada a través de generaciones. Desde su concepción se ha posicionado como un reflejo de la capital cultural que es Jalisco, con la autenticidad siendo uno de sus pilares. Lalo visualiza el tequila como una influencia que ha puesto a Guadalajara en el mapa, mientras que Guadalajara hace lo mismo al poner el tequila en el mapa, una relación inseparable. Con su marca, Lalo y David buscan que el mundo vea a México de la manera que ellos lo ven, lo sienten, lo viven y lo prueban. Una botella de LALO Tequila a la vez.
Lalo reconoce la importancia de las raíces de su familia en Jalisco, así como la responsabilidad que conlleva. Era imperativo para él que las personas involucradas en el proceso fueran oriundos de la región y recibieran salarios justos. En cada agricultor de agave y en cada trabajador de la destilería, Lalo recuerda los orígenes de su abuelo, Don Julio. Como parte de la nueva generación de productores de tequila, conoce bien el respeto a la tradición y a la comunidad de Los Altos de Jalisco. LALO se enorgullece de ser hecho en México y por mexicanos.
En los últimos años, el consumo de tequila en Estados Unidos ha presentado un crecimiento exponencial, superando al whisky y perfilándose para superar al vodka. Esto ha provocado que los destilados de agave comiencen a aparecer en lugares como Sudáfrica, Australia, Perú y Nueva Zelanda, pero el licor no puede considerarse un verdadero tequila si no es elaborado a base de agaves Blue Weber en uno de cinco estados en México, siendo Jalisco el primer lugar.
La creciente popularidad del tequila también ha desvelado la inclinación de los usuarios por marcas libres de aditivos, prefiriendo botellas con un 100% de agave. LALO es elaborado con sólo tres ingredientes: agave, levadura de champán y agua de pozo profundo. Con un método de tradición, la planta de agave completamente madura se recoge y cocina en un horno de piedra. El agave se cuece al vapor de 20 a 32 horas y se reposa hasta por 18 horas. Sólo se destila dos veces para mantener su integridad y una levadura patentada que se utiliza para producir champán.
En el marco de su quinto aniversario, LALO ha lanzado su primera campaña nacional en Estados Unidos, celebrando una de las bebidas de mayor crecimiento en el país. “See New da vida al México moderno que conozco y amo; muestra la esencia de mi hogar país y todo lo que tiene para ofrecer, desde arte y estilo hasta tequila y todo lo demás”, dice David R. Carballido, “LALO encarna nuestro compromiso con la innovación, tradición y nuestra cultura mexicana, y See New trae esa vitalidad a la vida como nunca antes. como marcamos
En nuestro quinto aniversario, brindamos por el espíritu de México, que se puede encontrar en cada sorbo de Tequila LALO”. El espíritu de LALO Tequila se captura a la perfección en See New, representando la esencia de un México moderno a través de su estilo, diseño y cultura. La narrativa exalta la esencia de LALO, logrando conectar con ávidos consumidores de tequila que persiguen la aventura y nuevas experiencias.
Con una historia entretejida en la tradición del tequila, LALO representa la modernidad y el futuro del tequila mexicano a nivel internacional. Conoce más de su historia, recetas y puntos de venta en su página oficial.