Hace casi 40 años, ABBA entró al estudio por última vez para editar una trágica balada llamada ‘The Day Before You Came’. Sabían que esa era su despedida, ambas parejas ya se habían divorciado. Agnetha Fältskog recitó una triste historia sobre el aislamiento emocional, escrita por su exesposo, y grabó su parte con las luces apagadas. Eso fue lo último que grabaron. Un final melodramático para la banda más melodramática de pop. Y, para el mundo, ese fue el final de ABBA. Hasta ahora.
Así que, ¿cómo carajos pasó esto? Los super troupers suecos vuelven con Voyage y una historia bastante particular: los cuatro miembros originales de una gran banda de pop se reúnen después de
40 años separados, con todos sus poderes intactos. Este álbum será un acontecimiento histórico único en su clase, incluso si las canciones no son tan buenas, pero es el sonido clásico de ABBA, junto con su propia versión de los 70. Recuerda a los días en que los dioses noruegos dominaban la radio, combinando dos de las principales modas de los 70: el desamor y los trajes de lentejuelas.
Para Björn, Benny, Anni-Frid y Agnetha, su último álbum fue la joya de synth pop de 1981, The Visitors. Pero desde entonces, el legado de ABBA se ha mantenido en auge. Si la escala pop fuera de “desconocido” a “legendario”, ABBA se saldría de la lista y crearía su propia categoría de “álbum tributo a Cher, después de la escena en Mamma Mia 2, cuando sale del helicóptero y canta ‘Fernando’”.
Voyage se basa en la tragedia y es todo un álbum de canciones al estilo de ‘The Winner Takes It All’, sin ‘Take a Chance On Me’. Con más de 70 años, ninguno ha perdido el apetito por hacer un soundtrack de crisis emocionales. Armaron el álbum mientras preparaban su residencia “virtual” de 2022 en Londres, y mientras Björn Ulvaeus y Benny Andersson se encargaron de escribir las canciones, las mujeres, Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad, se encargaron de cantarlas. Además, los conciertos no tendrán simples hologramas, tendrán lo que ellos llaman “ABBA-tares”.
‘Don’t Shut Me Down’ es la joya de los nuevos temas: Fältskog merodea por la casa de su expareja, esperando el momento indicado para tocar el timbre por primera vez en varios años y seducirlo. Es un escenario extravagante (la especialidad de ABBA) al estilo de sus éxitos de disco setentero, complementado por adornos de piano que evocan a ‘Dancing Queen’. ‘No Doubt About It’ brilla con sintetizadores ochenteros, mientras que ‘Just a Notion’ es una canción que quedó de los 70, con voces que fueron grabadas en 1978.
No sería un auténtico álbum de ABBA sin canciones de relleno, así que prepárate para enfrentar la navideña ‘Little Things’. Pero, en general, Voyage refleja los lugares en los que ha estado la banda, tanto musical como emocionalmente. No intentan estar al día con las canciones que les gustan a los jóvenes de hoy, por el contrario, se apegan a su sonido clásico. Es toda una sorpresa tener a los suecos de vuelta en el juego, pero una mayor y más grata sorpresa es ver que volvieron con tanta vitalidad musical, Todos estos años desde Waterloo y ABBA todavía se niega a rendirse.