Rock y deporte contra el fascismo: La Cultura del Barrio ya tiene su propio documental

La historia de este singular club de Villa Crespo con más de una década de actividad y militancia antifa, llega a la pantalla

Por  JULIETA GALIANO

febrero 15, 2023

(Foto: Gentileza)

La Cultura del Barrio es uno de los clubes más singulares de Buenos Aires: creado por jóvenes identificados con la subcultura urbana Sharp (skins contra el prejuicio racial, por sus siglas en inglés), da lugar a músicos y deportistas en su sede de Villa Crespo, bajo la consigna de la lucha contra los estigmas y la discriminación.

En septiembre pasado, en el marco del Festival Escenario, se estrenó LCDB, un documental sobre la trayectoria de este proyecto, dirigido por Gastón Marín, testigo de la gestación y la historia del espacio y de la movida antifascista porteña desde fines de los 2000. Sin estreno para el público general –más allá de un corto período en la plataforma Qubit–, la película ya cuenta con reconocimientos en Argentina y España.

“Conozco hace bastante a la cultura Sharp antifascista en Argentina”, cuenta Marín, retrocediendo a sus 15 años. “Siempre estuve ligado, pero más que nada como testigo. No participaba de la movida. Iba cada tanto a un par de recitales, tenía amigos en algunas bandas”.

En 2011, cuando el club encontró su primer hogar en la calle Ramírez de Velasco, también en Villa Crespo, Marín, que estudiaba cine, comenzó a registrar la evolución del proyecto. “Era un lugar con mucha libertad’’, recuerda. La Cultura del Barrio se diversificó poco tiempo después al sumar entrenamientos de kickboxing abiertos a todo público, sin importar género, contextura ni procedencia.

Luego de pasar unos años en Canadá, el director se enteró de que, en 2015, el club había crecido aún más y encontrado una sede nueva en la calle Murillo: un espacio de dos pisos con ring, sala de exposiciones y otras prestaciones.

“Estaba justo en el momento de un germen de algo muy grande. Y yo tenía ganas de documentar y de hacer mi primera película. El documental me dio la posibilidad de retratar algo muy cercano a mí. Dicen que hay que retratar tu aldea para sentirte cómodo, y yo a La Cultura del Barrio la sentía así”, reflexiona.
Marín comenzó a trabajar su ópera prima en febrero de 2016, durante un recordado festival antifa en el club. “Hablé con Luis Tabera y con Gabriela Minck (pareja y parte del grupo fundador) y les dije que quería hacer una película. Entonces empecé a grabar. Soy una persona tímida, entonces mi registro es también tímido. Siempre soy como un observador, en un rincón. Así encontré mi forma de documentar lo que pasaba, tratando de ser transparente o invisible para el resto”.

Si bien la película se grabó casi en su totalidad desde la autogestión, contó con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) para su postproducción con un subsidio otorgado a la producción de documentales digitales. Es esencialmente un documental de la vida de Tabera y Minck, junto con las personas que conforman, gestionan y llevan adelante al club. “Es la historia de un club, pero también de sus vidas”, señala el director. “Por suerte les gustó, se emocionaron y la recepción fue increíble. Yo no pido nada más que eso. Si esto termina acá y la película no la ve nadie más, ya estoy contento porque la vieron los protagonistas, la gente que a mí me interesa”.

Entre los pasajes destacados, están los testimonios de integrantes de bandas míticas del oi internacional como Roddy Moreno, de los galeses The Oppressed, y Steve “Cast Iron” Smith, de los ingleses Red Alert, que se presentaron en el festejo por los 20 años del SHARP en Argentina, realizado en el club en 2016. Ambos cantantes destacan la labor de La Cultura y la forma en que el público allí congregado parece llevar ese sentimiento y esas ideas a otro nivel, resignificando la idiosincrasia del movimiento.

En sus primeras semanas de recorrido, LCDB logró proyectarse en festivales como el Madriff, en la capital española, donde ganó el premio a Mejor Documental; mientras que, en el Festival Escenario, en Argentina, fue reconocido por Mejor Guion y como Mejor Película.

“Pasa el tiempo y te va cayendo la ficha de que esta película, que hicimos acá casi dos personas solas, la vieron del otro lado del océano”, reflexiona Marin.

Con más de 20 años de historia, La Cultura del Barrio resistió a todos los cambios de rumbo cultural, de gobierno y hasta de idiosincrasia. Es un monumento a la resistencia y a la convicción. Marín admite que su trabajo no refleja tanto la aparición de las nuevas generaciones en el club, pero que existen. “Sobre todo en la movida hardcore. Los chicos que llevan adelante el club siempre estuvieron dispuestos a abrirle las puertas a quien sea, a cualquier cultura callejera”.

El realizador señala también que, a raíz de la pandemia, hubo una gran explosión de bandas, especialmente de hardcore, que renovó la escena y al público de La Cultura. Y lo mismo pasa con la parte deportiva. “Sin importar la identidad de género o el cuerpo que tengas, nadie te va a preguntar ni exigir nada. La libertad que se respira en lo deportivo me parece que no existe en otro lugar”, asegura.

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