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Interpol decidió bajarle a la angustia a su próximo LP

Así como lo leen, Paul Banks y Daniel Kessler nos muestran una reinvención ligera y positiva para su música en el 2022

Por  SIMON VOZICK-LEVINSON

noviembre 11, 2021

Atiba Jefferson

El 2020 fue un año de introspección para muchos artistas y ese fue el caso de Paul Banks. A medida que se acababa el verano y llegaba el otoño, Banks recuerda estar en Edimburgo viendo las hojas de los árboles cambiar mientras estaba sentado en una silla cómoda frente a una ventana. Estaba reflexionando y por primera vez estaba componiendo y tocando nuevas canciones en silencio para no incomodar a sus vecinos. Canciones que él mismo describe como íntimas, alentadoras y relajadas.

Esas no son palabras, o emociones, que se asocien con facilidad a la banda. En especial durante los primeros años del 2000. Interpol, en ese entonces, lideraba Manhattan con su estilo taciturno y malhumorado y el glamour de sus riffs como en Obstacle 1 y Evil, pero ya han pasado 20 años y, como siempre, las bandas cambian.

Quizá este cambio creativo es resultado de la pandemia o quizá es que ya no es posible ser taciturno y malhumorado del mismo modo que al principio de los 2000. No obstante, durante una entrevista Vía Zoom, Banks nos cuenta que el próximo álbum de Interpol estará listo en el 2022 y viene de la mano de Matador Records y cuenta con la producción de Alan Moulder y Flood. Banks afirma que: “Este disco es vibey. Es la esencia de la banda, el corazón y el alma, nuestras canciones tienen un tipo de ADN específico y este disco lo toma y lo convierte en algo completamente diferente”.

La última gira de Interpol fue con el álbum Marauder, de 2018, y la gira terminó el 23 de noviembre de 2019. Ese último concierto fue masivo: llenaron el estadio con 40 ‘000 fans en el festival Vivo X El Rock en Lima. Luego de ese festival, la idea era tomar un descanso. Los miembros principales se fueron a tomar unas vacaciones, el mismo Banks se fue a Panamá a surfear y disfrutar la playa.

Cuatro meses después, el 12 de marzo del 2020, mientras iba camino a visitar a su pareja en Escocia una azafata anunció que Donald Trump había impuesto una restricción de viaje de 30 días a toda Europa. Gracias al pasaporte britanico y a su estatus como ciudadano, Banks pudo navegar esos días y lograr volver al Reino Unido. El recuerda que: “Terminé quedándome en Edimburgo por el resto del primer año de la pandemia. Fue un escenario como de la Isla de Gilligan. Fue agradable y romántico. Me siento afortunado. 

Atiba Jefferson

Mientras tanto Daniel Kessel (guitarrista) y Sam Fogarino (baterista) tuvieron que pasar la cuarentena en España y Georgia respectivamente. La banda empezó a pensar cuál era el paso a seguir. Al principio, los tres estaban renuentes a usar las redes sociales, el correo o Internet para compartir sus creaciones y colaboraciones. Kessler nos cuenta que: “Nosotros somos una banda de la vieja escuela que estaba acostumbrada a reunirse juntos y ensayar hasta que las canciones tuvieran sentido y pudieran valerse solas. Creo que por eso fue tan retador adaptarse y usar esta tecnología.” Kessler también nos cuenta que una vez perdió su escepticismo uso la cuarentena para encontrar una rutina musical, escribía y hacía borradores de canciones que luego compartía y recibía retroalimentación. Para Kessler, esto era la única manera de no perder la cabeza con todo lo que estaba pasando a su alrededor. 

Banks, inspirado con las cosas que le compartía Kessler, empezó a sentarse en la silla al frente de la ventana y a pensar. Ordenó una nueva Fender P-Bass por Amazon, la de color crema, y empezó a probar cosas. Lo primero fue tocar en una guitarra que no fuera oscura y lo segundo fue dejar la duda y probar suerte tocando lo primero que viniera a su cabeza.  Banks recuerda escuchar la secuencia de acorde que proponía Kessler y pensar “Esto es un experimento surrealista. Estoy reaccionando a una obra arquitectónica que Daniel pensó y sintió y a partir de eso estoy escribiendo versos libres. Como cantante eso fue exhilarante porque tenía un potencial infinito”.

Para este verano, las condiciones del mundo habían cambiado y poco a poco la vida retomaba su curso normal. Así que Banks, Kessler y Fogarino decidieron reunirse en persona y empezar a practicar lo que habían preparado hasta el momento. Alquilaron un par de casas en Catskills y Banks cuenta que: “Fue acogedor y cálido. También fue divertido. Sam estaba en una faceta culinaria y nos preparó estos platos deliciosos y extravagantes todos los días.”

Algunas de las influencias en la escritura de Banks fueron Pet Sounds, Red Hot Chili Peppers, John Frusciante. Banks cuenta que últimamente su obsesión es deconstruir riff de guitarras al punto más elemental, “pienso en cómo llegar a ese punto en el que le pueda explicar o enseñar a mis dos sobrinas cómo tocarlo. Y, demonios, ellas ni siquiera saben tocar la guitarra”. 

Este otoño, Interpol se juntó otra vez en Londres y junto a Moulder y Floor (productores con los que habían trabajado en el 2010 y en 2014) empezaron a trabajar. Moulder y Floor, los dos en conjunto, han logrado producir un gran porcentaje de las canciones más románticamente oscuras que existen en la industria desde hace más o menos 40 años. Ellos han trabajado con Depeche Mode, PJ Harvey, Smashing Pumpkins y U2- Es decir, tienen un repertorio amplio y diverso lo que les permite jugar con tonos y experimentar con sonidos. Sobre ese proceso Banks afirma que: “ Flood hacía de nuestra música una experiencia. Él veía este álbum por sí solo, no como un catálogo de nuestro trabajo previo”.

Al hablar con Rolling Stone, Banks estaba añadiendo los últimos toques a la lírica del disco -la parte más engañosa. Y nos cuenta por qué es la parte más engañosa“tienes una maqueta del álbum y sabes que va a pasar pero sientes que la letra no está lista y piensas ‘Demonios’”. Sin embargo, Banks no se desesperó la nueva dirección de la banda le dio energía para cantar sobre algo que se siente bien o eso es lo que aspira la banda.

Dos décadas después de Turn On the Bright Lights tanto Banks como Kessler se sienten afortunados de que Interpol siga haciendo música. “Saber que seguimos haciendo esto los tres, se siente siente. Es algo que necesitábamos hacer, así ha sido desde el primer día y veinte años después nos sentimos igual” afirma Banks.

Kessler recuerda con cariños los días en los que la banda estaba grabando su primer álbum. “Recuerdo que nos tomó mucho tiempo antes de que una productora firmara con nosotros. Durante los primeros cuatro años nadie creía en nuestro proyecto. Luego de ese primer álbum y el éxito que trajo consigo no puedo dejar de pensar que me siento agradecido.”

Apenas este álbum esté listo, la banda estará organizando sus primeras presentaciones en vivo luego del épico concierto en Lima. Kessler nos cuenta que “Siento que va a ser un encuentro raro entre el artista y su audiencia pero también creo que va a estar lleno de aprecio y calidez de parte y parte. No puedo esperar”

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