Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Grupo Firme y las responsabilidades del éxito

Eduin Caz habla sobre su próximo retiro de los escenarios, su búsqueda por la estabilidad emocional, la popularidad de la música mexicana y los estereotipos que ha roto la banda.

Por  PABLO MONROY

agosto 3, 2023

Cortesía Grupo Firme

Eduin Caz festejó su cumpleaños número 30 este fin de semana frente a 30 mil personas en Costa Rica durante la gira de Grupo Firme por Centroamérica. Unas horas más tarde, publicó en sus redes sociales que “ya merito se va” en búsqueda por estabilidad emocional. 

Unos días más tarde, Caz platicó en exclusiva con Rolling Stone en Español sobre su próximo retiro de los escenarios, la responsabilidad que siente por su público, el éxito masivo de Grupo Firme y los sacrificios que ha significado, entre otras cosas. 

La banda se ha convertido en una de las más exitosas de la música mexicana. Fue creada en Tijuana hace aproximadamente 10 años con una meta concreta: llenar el bar Las Pulgas. Hoy ya rompieron récord de asistencia en el zócalo de la Ciudad de México, se presentaron en escenarios como el de Coachella y completaron una gira de estadios. Además han colaborado con innumerables artistas nacionales e internacionales. 

Te puede interesar: Grandes artistas del regional mexicano

Además de récords, la banda ha roto estereotipos. Se convirtieron en el primer acto de regional mexicano en tener un miembro abiertamente de la comunidad LGBTQIA+ cuando Jhonny Caz, hermano de Eduin, se unió a la agrupación. En un género frecuentemente conservador, esto trajo algunos retos. 

Caz, además de vocalista y bailarín, es mercadólogo y se nota en su hablar. Él hace estudios de mercado y sabe cómo vender algo. Ese enfoque es en gran parte la razón de que Grupo Firme haya llegado a la cima. Pero el éxito viene con una gran responsabilidad.

Cortesía Grupo Firme

¡Feliz cumpleaños! 

Muchas gracias, muchas gracias, me hicieron una sorpresa por acá. Andamos ahorita en Costa Rica y qué buena fiesta [Risas]. 

No muchas personas pueden festejar sus 30 años con 30 mil personas.

[Risas] Estuvo loco ese día, nombre.

Publicaste después que “ya merito te vas” de los escenarios. ¿Es un retiro temporal? ¿Es solo un descanso? ¿Qué significa en general para la banda? 

Pues como todo, yo tengo contratos. Tengo cosas que aún debo hacer y estoy en plática con mi jefe, con Isael, que es mi socio, pero realmente es un retiro y “pues, ahí nos vemos”. Ya cumplí lo que tenía que hacer, todo lo que me propuse se hizo y hasta muchísimo más. Yo soy muy nervioso y ese estrés es complicado para mí, porque hacer gira de estadios no es fácil. Dicen: “Hay que despedirnos bien”. Pues ¿qué más despedida? Si ya se logró todo. Esa estabilidad emocional en mi cabeza no ha sido buena, ha sido contraproducente. Y le hice saber a la gente que cuando haga la última fecha que me falta, que creo es San Luis Potosí, pues ya no van a saber de mí, ya me voy [Risas]. 

A lo mejor en dos, tres, cuatro meses o medio año extraño el escenario otra vez, o convivir con el equipo de trabajo. Son 129 personas, imagínate 129 personas que traigo ahorita, que son 129 familias con las que estamos conviviendo… que ya está uno enojado, ya está uno molesto y digo qué hueva. Ellos pueden ir a una plaza, pueden ir a un restaurante, pueden ir a muchos lugares y yo ya no. ¿Estará valiendo la pena no poder llevar a mis hijos al parque? Es lo que ahorita me trae dolor de cabeza, pero es algo que si por mí fuera chao, ya me voy, pero te digo, tengo un contrato y tengo también que mirar por las 129 familias que tengo en mi nómina. Ahorita vamos a llegar a un acuerdo y ver qué hacemos. 

¿Entonces lo estás viendo como algo a corto plazo? 

Pues ya veremos [Risas] es que tengo el beneficio de que mi manager es uno de mis mejores amigos, es mi compadre. Él me entiende, sabe lo que yo siento y se lo he hecho saber. Hemos estado platicando. A mí lo que me pega más es no estar cerca de mi familia. Mínimo hay que estar encima de los hijos llevándolos a la escuela, ayudarles a hacer sus tareas. Me cayó el veinte cuando estuve una semana en la ciudad donde vive mi niño, porque ya no vivo en la misma ciudad. Lo llevé a la escuela toda la semana y fui por él al colegio y me dice: “Papá, gracias por tomarte el tiempo de traerme a la escuela”. Y digo verga, en qué momento me tiene que dar las gracias si es mi obligación. Son esas cositas que digo ay, cabrón, hay que pensar un poquito más con la cabeza fría y tomar una buena decisión porque también el dinero ya la verdad no es como prioridad. 

Pocos artistas son dueños de su catálogo de música, pocos artistas son dueños de la taquilla y es fácil saber cuánto es lo que genero porque no voy con una nómina, no voy asalariado. Si le meto 60 mil personas y el boleto más barato cuesta 100 dólares, sácale pluma, y eso lo hago dos veces por fin de semana, por dos años. El detalle no es el dinero, el detalle es mi tranquilidad. ¿Qué está pasando? ¿Dónde está mi vida? ¿A dónde vamos? Quiero saber en dónde estoy para saber a dónde voy a llegar. De ahora en adelante, ¿qué va a pasar? ¿O ya me voy a ser un padre de familia?

Cortesía Grupo Firme

Me imagino que al vivir el éxito y la popularidad de primera mano, respetas más la trayectoria de otras bandas que han podido hacerlo por tanto tiempo. ¿Le tienes mayor admiración a otros artistas de la que ya les tenías?   

Justamente. Estaba hablando con Julión Álvarez. Mensajeo con él, me la llevo bien con él. “Güey, lo que yo estoy pasando es una piedrita en comparación a lo que tú pasaste”, le digo “tú rompiste una barda, te brincaste una barda totalmente”. Lo mío es un tope que me descontroló y me anda haciendo loco, pero pues él me da consejos. Me dice: “Cinco años de mi vida tuve que batallar sin plataformas”. Y le dije: “Güey, pues ¿qué fue lo que te hizo decir ‘ya me voy’? O sea, ¿por qué no te fuiste? ¿Qué ocupabas? No ocupabas dinero, ya no ocupabas nada”. “El simple gusto de hacer las cosas”, me dice. 

Yo siento que ya tengo que darle la vuelta a la moneda. Como Michael Jordan que se tomó dos años y se fue a jugar béisbol [Risas]. Él cumplió su meta, él sabía que era bueno ahí y que al regresar, a lo mejor iba a tener un lugar grande, pequeño, mediano, no lo sé. Siento que necesito saber qué voy a hacer de mi vida y por ahorita mi prioridad es ser un buen padre de familia.

En concreto, ¿cuál era esa meta que mencionas que ya lograste? ¿Y qué sacrificaste para lograrla?

Mi estabilidad económica. En mi mente la meta al inicio era llenar un night club que se llama Las Pulgas en Tijuana, y ya llené todos los estadios más importantes de México y Estados Unidos. Ahora me vine a Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, voy para Medellín y todos han sido estadios con un sold out. Entonces digo bueno, pues está chingón. Ya lo logramos, hay que descansar. Yo les hice una oferta a los muchachos de Grupo Firme: o me esperan hasta que mi cabeza se asiente y veamos qué hacemos o le pueden dar ustedes solos, yo no tengo ningún problema. Estamos en ese lapso de esa toma de decisiones. 

¿Qué sacrifiqué? Por ejemplo, pasé mi cumpleaños con mis amigos, chingón. Me hicieron una fiesta sorpresa, a pesar del concierto, pero mis cumpleaños siempre los paso con mi mamá y con mi abuelita que acaba de fallecer. Los pasaba con mi abuelo que lo tengo tatuado aquí, es una figura paterna, y se acaba de caer, se quebró la cadera, está en el hospital y yo quiero ir para allá. El día que canté en el estadio SoFi eran 60 y tantas mil personas, ese día falleció mi abuela y me dijeron antes de subir al escenario. Imagínate, güey, qué frustración. Yo no la voy a revivir, ¿verdad? Pero digo huevos, güey, qué pedo. Siento como que estamos en una guerra de cosas buenas y cosas malas. Te va a ir bien aquí, pero te voy a hacer daño acá y ya no aguanto los putazos. Ocupo un tiempo y pues más que nada es eso, te digo.

Estuve escuchando algunas entrevistas tuyas y algo que me resonó mucho es que siempre sentiste una gran responsabilidad con tu público. ¿Qué tanto esa responsabilidad acaba siendo mucha presión para ti?

Demasiada, por ejemplo, una vez en El Salvador teníamos un estadio para el que me reportaron 22 mil boletos vendidos. El estadio estaba súper lleno y para mí era una responsabilidad grande saber que el sonido fuera perfecto. Para eso pusimos, la tarima, las bocinas, el monitoreo, mis consolas, todo el equipo lo traemos de afuera. Entonces se voló el techo del escenario y escuchamos un ruido y corrimos… las consolas de monitores, todas las antenas de los inalámbricos… todos se mojaron, brother, todo no, no, no, las guitarras, los acordeones, todo… 

Saber que todo ese equipo es de primera y no lo voy a tener en los otros conciertos es un estrés horrible. Dije bueno, ahorita ¿cómo sacamos la bronca de aquí? Y esa misma noche mandaron traer otros camiones con otras pantallas porque también se fundieron, fue un desastre. Me decían no, pues con lo que haya aquí. Hubo mucha pérdida, pero las pantallas de la orilla aún sirven y un 50% de la iluminación de arriba. Yo creo que se va a ver bonito

No señor, o sea, yo no vengo por el dinero. Manda traer más luces y manda traer más pantallas y ahí nos tienes en friega a todos. 

Esa toma de decisiones siempre ha sido mi prioridad, que la gente vea, que la gente escuche y que la gente sienta al máximo. Toda esta gira me tomó dos meses de ensayos, con ingeniero de iluminación, de pirotecnia, de pantallas. Es algo en lo que me enfoco mucho y ha dado muy buen resultado en la gira de Grupo Firme.

Creo que las bandas así de exitosas acaban siendo unas empresas y los artistas acaban siendo como CEOs. ¿Qué retos te has encontrado en ese aspecto, de convertirte en un empresario, más allá de un artista?

Sí y esa toma de decisiones las tomo junto a Isael. Perdón que lo diga, pero le entro a los putazos y me fajo y le damos, pero llega un momento donde mi cabeza ya no puede y está como dañada e Isael me hace muy fuerte: “No, no hay pedo, aunque gastemos más, tráiganle más pantallas”. Yo por eso le digo a Isa: “Si tú quieres hacemos otro año o dos o los que tú quieras, pero si somos amigos yo quiero que entiendas mi sentir ahorita. Quiero que sepas que yo no me encuentro bien mentalmente”. 

Creo que también es muy común en la música, y sobre todo en un género tan popular, que te enfocas mucho en la asistencia de los conciertos, en las reproducciones, en los récords que ya rompiste. En tu experiencia, ¿esto puede llegarte a distraer de lo importante que es la música?

No tanto, no tanto porque mi meta nunca fue ser el número uno. Tuve mis metas a corto, mediano y largo plazo. Lo que te dije que mi objetivo era llenar aquí y vámonos. Nunca fue mi meta ser el número uno, ni estar en las listas de los más escuchados, porque hay muchos artistas que siempre están en el número uno. Cuando empecé con esto investigaba a muchas agrupaciones que decía güey, si son los número uno, ¿por qué no llenan un lugar? Entonces, mi meta era vender boletos acá. Yo ya vendí boletos, ya generé lo que tenía que generar. 

Cortesía Grupo Firme

En su reciente gira por Centroamérica, ¿qué tan importante fue para ustedes llevar ese folclore mexicano y presentar sus raíces a otros países?

Fue emocionante porque cuando yo iba en la preparatoria mi pasión era bailar folclore. De hecho, yo gané “Mejor bailarín”, no me acuerdo en dónde fue, pero me tocó ir a representar Baja California a otros estados. Entonces me la pasaba a toda madre, me gustaba mucho bailar, el coqueteo que tenía al interactuar con las muchachas. La convivencia era bonita, pero tenía 15-16, ahorita a los 30 ay, cabrón, ya me duele la rodilla, ando cansado. Ese fue un reto importante porque me tuve que meter al gimnasio y hasta bajé 23 kilos. 

Tuve que hacer ejercicio otra vez, empecé a ensayar y eso trajo más responsabilidad porque son más familias, más jóvenes y más personas que ya dependen de mí. Digo güey, qué pedo, o sea, digo que ya y que ya me voy, pero le estoy sumando cosas. Estaba muy cabrón ese reto, pero se logró. Los bailarines ya tienen dos años conmigo y esta gira les dio un poquito más de protagonismo. 

Los mismos que bailan folclore, bailan el corrido de la pantera y bailo yo con ellos, ‘El Roto’ también, en ‘Alaska’ entran en un vestuario de casino con lentejuela brillosa y ya es más coqueteo. Hemos estado jugando con todo eso y bailan como 8 canciones de las 35 que tenemos en el show.

Cortesía Grupo Firme

Al ser uno de los grandes protagonistas del género, ¿a qué crees que se debe esta reciente internacionalización y popularidad mundial de la música mexicana?

Se fue muy recio, pero en especial siento que son etapas, son momentos. Hay un segmento de mercado y un grupo de edad que son los que están impulsando. Luego entran otros y estos van saliendo y se van recorriendo, ¿no? Entonces yo creo que hizo demasiado match ahorita. Yo todavía me considero joven, acabo de cumplir 30, pero el boom lo pegué a los 26-27 años y me considero alguien que, a los 26 años, ya tiene un trabajo, tiene una solvencia económica estable, se puede tomar una cervecita. Entonces yo hice clic con esa gente, me empapé de ellos y nos fuimos recio con ellos. 

Ahorita hay otros muchachos que están en su momento también como mi compa Junior H, que es un gran amigo, Nata, Peso Pluma, Gabito… están en una ola muy chingona. Ellos tienen unos 22-23 más o menos, estamos hablando que son ocho años menor que yo. Es la nueva ola que viene y va impulsando, es la nueva ola que los está arropando a ellos. Eso está bien chingón, porque a lo que veo la ola fue aquí y en un chingo de países que ya miran la música mexicana. Ellos ya no se visten con un sombrerito y el bigotito, ellos se visten como ellos quieren, juveniles. No ocupan ser un personaje arriba del escenario. 

Grupo Firme ha roto estereotipos, con todo el tema de ser una banda de música mexicana con un miembro de la comunidad LGBTQ+. Es un género que tiene una audiencia muy conservadora que difícilmente acepta eso. ¿Qué tan importante se volvió para ustedes cambiar esa relación del género con temas como el machismo y la homofobia? 

Estuvo demasiado cabrón, la verdad. Te voy a ser sincero porque sí tengo mucho público que me pegó de brincos. Hemos platicado eso, fue algo muy cabrón de que unos aceptaron y otros no, pero siento que sí dio un plus muy grande, porque miraba en los estadios un chingo de banderas de la comunidad y de repente se las pasaban a mi hermano. Tuvimos problemas, que nos iban a demandar. Pero fue más la gente que se unió y se hizo una euforia muy cabrona para Grupo Firme, yo lo veo como algo muy positivo.