Hace un tiempo, durante la época de los estallidos sociales en América Latina, surgió un interrogante: ¿les artistas deben hacer públicas sus opiniones políticas? Hay quienes opinan que estas figuras no deben guardar silencio frente a problemáticas que afectan a diversas poblaciones, como hay quienes piensan que estas sólo se deben dedicar a lanzar canciones.
En todo caso, el futuro de la música no se construirá a partir del silencio. Precedides por otres artistas como Linn da Quebrada, iLe, Arca, Esteman, Goyo, Camila Moreno y muches más, a continuación presentamos un listado de algunos proyectos musicales impulsados por personas que consideran que lo personal siempre será político. Aunque las etiquetas no les definen, es de destacar la labor que han cumplido a la hora de defender causas feministas, antirracistas y/o LGBTIQ+, ya sea directamente desde su música o fuera de los escenarios.
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DJ Guapis, México
Cuando Havi Sánchez incursionó en la escena del disc jockey en Ciudad de México, lo hizo orgánicamente y sin pensar que el hacerse detrás de una consola para poner música en fiestas de sus amistades resultaría en un proyecto más significativo. Bajo su nombre artístico de DJ Guapis, ha contribuido a reducir las barreras que impiden que las personas trans y no binarias encuentren oportunidades laborales en las industrias culturales en su país, fomentando espacios y conversaciones que les permitan ocupar y resignificar espacios que en el pasado les fueron negados.
Joaquina Mertz, México
El movimiento Body Positivity ha tenido repercusiones importantes en la manera en que muchas personas, especialmente mujeres, perciben y aprecian sus cuerpos. Joaquina Mertz es una artista mexicana de R&B y pop que ha utilizado su plataforma para transmitir mensajes de autoaceptación que rompan con estereotipos estéticos. “Espero que alguna niña o niñe me vea y vea a alguien contenta, que se ama. Que a través de mí se sientan más segures de quienes son, sin miedo y sin pena de ser quienes son”, dijo en una entrevista con la revista Elle.
Johdi Blamu, Venezuela
Hasta hace no muchos años, la representación de las mujeres lesbianas en la música había sido muy reducida, ya fuese por cuestiones de machismo y lesbofobia. Sin embargo, cada vez hay más cantantes que inician sus carreras en la industria cantando sin temor sobre el amor y el deseo hacia otras mujeres; Johdi Blamu es una de ellas. Originaria de Venezuela, la artista recién inició su camino con ‘NFNT’, una canción en la que habla sobre el final de una relación sáfica. Además de hablar de la visibilidad lésbica en sus redes, Johdi también ha participado en conversatorios sobre la presencia de las personas LGBTIQ+ en las artes.
La Batucada Guaricha, Colombia
“¡Somos una Batucada Feminista en resistencia y en la lucha constante por nuestros derechos!”, es como se describe a sí misma La Batucada Guaricha, una agrupación conformada por más de 30 mujeres que sembró su semilla durante las marchas de un 25 de noviembre. Como homenaje a las mujeres revolucionarias y trabajadoras, el grupo publicó ‘La Putana’, una canción en donde narra la leyenda de Ana, una prostituta que impulsó a los obreros a levantarse en contra de la explotación de la Tropical Oil Company en Barrancabermeja. Más allá de crear música con voces y tambores, la Batucada Guaricha es una colectiva que busca concienciar sobre las violencias basadas en género y reivindicar los derechos de las mujeres.
La Cruz, Venezuela
Alfonso La Cruz se hizo viral en 2023 con los videos musicales de ‘Te conocí bailando’ y ‘Quítate la ropa’, en donde se ven grupos de hombres perreando entre sí, escenas que poco se han visto dentro del reggaetón. Yendo en contra de las sugerencias de productores y disqueras, el joven venezolano se ha mantenido firme a la hora de hacer música bailable que hable sobre las relaciones entre hombres. El cantante ha aprovechado la atención que le han traído sus letras y piezas visuales para continuar empujando junto a sus colegas el movimiento actual de artistas LGBTIQ+ dentro del género urbano.
La Muchacha, Colombia
Isabel Ramírez es conocida como La Muchacha, una artista colombiana que desde sus inicios ha utilizado sus canciones –clasificadas por muchos como música de protesta– como un medio para hacer críticas sociales a la violencia estatal, la avaricia que pone en peligro al medioambiente, a las violencias basadas en género y a la guerra. En conciertos y festivales, la cantautora usa los micrófonos para difundir mensajes contundentes sobre las causas que defiende. Al mismo tiempo, es parte de procesos de juntanza entre mujeres artistas como El Avispero, una iniciativa que nació junto a Lalo Cortés, Briela Ojeda, Lianna y Delfina Dib.
Luanda, Argentina
Luanda dice que hace música para que sus “negres la gocen”, y es que en sus canciones pueden encontrarse versos como “La sorora sólo chorreando racismo/la sorora, sólo con las de su tipo/si no es blanquita na’, si es trava o trans ni nos vimos” o “Mi lucha lleva siglos/ando vagando por los abismos/mientras estos giles dan cátedra de colorismo/Quemo catedrales para derribar todo colonialismo”. Luanda es une MC no binarie de Buenos Aires cuyas letras punzantes critican la discriminación que sufren las personas afrolatinas y queer tanto en Argentina como en el resto del mundo. Su lucha antirracista se extiende más allá de su proyecto artístico, ya que también adelanta un trabajo de difusión de música creada por otres artistas afro.
Nekki, Chile
Con su estilo musical que fusiona sonidos urbanos con ritmos afro, Nekki es una de las cantautoras que porta la bandera del activismo antirracista en Chile. Según su propia descripción, está comprometida con la búsqueda de la igualdad y la defensa de los derechos de las personas afro. “Qué lindo es mi color, mi cabello una bendición”, canta en ‘Negra soy’, su canción con Bibie Clarel y Yinesiya en donde recalcan el orgullo que sienten por sus raíces y sus ancestras. Nekki también es la fundadora de la Fundación Kreart, una organización que busca crear espacios seguros para que niños, niñas y adolescentes en condición de vulnerabilidad puedan tener un buen desarrollo mediante el arte.
Noah Blanco, Chile
Noah Blanco es un músico, compositor y productor transmasculino que se convirtió en la primera persona en Chile en rectificar su nombre y sexo en el registro civil tras la entrada en vigencia de la Ley de Identidad de Género. Al notar la atención mediática que estaba recibiendo su caso, el cantautor interiorizó que ahora tenía una gran responsabilidad dentro del activismo trans en su país. Desde entonces, no ha dejado de levantar su voz para hablar sobre las problemáticas que atraviesan las trans masculinidades y ha participado activamente en procesos comunitarios con población LGBTIQ+.
Yadam, Venezuela
La vida de Yadam ha estado marcada por visitas a diferentes lugares del mundo, pero ningún viaje ha sido tan significativo para él como el del autodescubrimiento. Al igual que muches otres artistas que se identifican como queer, se dio cuenta de que su presencia y alcance dentro de la industria musical podía tener un impacto importante en materia de representación. Cada que tiene la oportunidad, el cantante venezolano habla con su público sobre las implicaciones de ser parte de la comunidad, pero lo hace con una perspectiva más positiva. “No quiero ser militante, pero si mantenemos estas conversaciones, podremos avanzar”, le dijo a ROLLING STONE en Español en 2023.
