Rodrigo se adentró en la música a los 13 años, cuando los sonidos de Skrillex, Swedish House Mafia, Avicii, Deadmau5 y Zedd, se sumaron al auge de la música electrónica, pero más allá de un gusto por el género, despertó su interés por descubrir los procesos detrás de las canciones. “Investigué, encontré los programas y empecé a aprender. Recuerdo que un tío me regaló una laptop con Windows 97, apenas jalaba, pero así comencé a producir”, cuenta a ROLLING STONE en Español. En 2015, luego de subir algunas canciones a SoundCloud y YouTube, se unió a Internet Trash Collective, un grupo de músicos de todo el mundo que le dio origen a Nsqk.
Este proyecto es el resultado de todas las experiencias que le han permitido construir su propia guía hacia el futuro. A pesar de la claridad que tiene sobre los cambios que pueden existir en la industria, reconoce cuál es el lugar que quiere ocupar en la música. “Quiero ser un personaje importante en la escena latinoamericana. No quiero ser el Número Uno, pero quiero estar arriba. Más allá de los números y un trono, quiero ser alguien que, de cierta forma, cambió la música y le echó huevos para transformarla”.
Roy, su disco anterior, es un emotivo relato de momentos oscuros en su vida, pero que demuestra el potencial que tiene como productor y como artista. “Últimamente, veo a Roy como un alter ego, más que a Nsqk. Es más cercano a mi nombre real, en mi casa me dicen así; Nsqk soy yo”.
Recientemente ha estado lanzando sencillos en los que deja más espacio para divertirse, canciones con las que ha cosechado una gran audiencia que está ávida de escuchar más de este regiomontano versátil, talentoso y con un gran sentido del humor.
