YouTube la vio nacer, y ahora somos testigos de una carrera que solo ha ido en ascenso. Nacida en Quilmes, Argentina, María de los Ángeles Becerra, ha pasado de ser una joven con un sueño a una de las artistas más influyentes de la escena musical latina.
Desde corta edad, María Becerra se interesó por las artes escénicas y visuales, impulsada por el amor a la música que sus padres le inculcaron. Influenciada por los gustos personales de su familia, que incluían artistas como Pink Floyd, Mariah Carey, Marco Antonio Solís y Luis Miguel, Becerra se inscribió a clases de canto, baile y expresión corporal a los siete años.
Sin embargo, su desarrollo se vio obstaculizado por diferentes problemas tanto en casa como en la escuela. Luego de apuntarse a una escuela con orientación a carreras de oficio para aprender carpintería, sufrió de acoso sexual y violencia física por ser una de las pocas mujeres en la institución. Por otra parte, su abuela, a quien acompañaba en las tardes mientras sus padres trabajaban, padecía de Alzhéimer. “Haber cuidado a mi abuela me hizo crecer de golpe. Hasta hace poco no podía hablar del tema sin ponerme a llorar”, confesó a ROLLING STONE el año pasado.
Lamentablemente, en 2015 su abuela partió. Pero buscando esperanza en el dolor, ese mismo año, Becerra, empezó a publicar covers y videos de sus castings en Facebook, hasta que finalmente se viralizó en la plataforma con un monólogo de parodia que alcanzó el millón de vistas. Este fue el primer paso que la impulsó a crear un canal de YouTube en donde replicaba este tipo de contenido, cargado del carisma y el humor que la argentina mantiene hasta el sol de hoy.
Y María empezó a tener éxito, y sus videos iban acumulando millones de reproducciones, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos para su familia. A pesar de haber abandonado los estudios, Becerra continuó creciendo en las redes hasta que en 2019 decidió apostarle a la música y empezar su carrera oficialmente con su primer EP, 222.
Su sencillo ‘Dime cómo hago’ la presentó al mundo y la posicionó en listas de éxitos como la de Billboard Hot 100 Argentina. Con cada lanzamiento, la cantante exploraba nuevos sonidos y narrativas, para consolidar su concepto y empezar a colaborar con artistas semejantes de la escena.
Intérpretes como Tini y Lola Índigo hicieron parte de sus primeros trabajos en conjunto, en la remezcla de ‘High’, su primer sencillo. “Fue un salto, un crecimiento en los aspectos personal y profesional. Tuve el honor de conocer a Tini y a Lola con esta canción, que creo que nos marcó mucho a las tres. Ambas conocían el tema, por mi versión en solitario, y les encantaba. Lola me había dicho que le había generado muchas cosas emocionalmente y me pidió que, si algún día hacía el remix, la sumara. Fue muy zarpado para mí”, recuerda.
Animal, lanzado en 2021, fue su primer álbum de estudio que la catapultó a la fama internacional. Este proyecto, compuesto por una mezcla de hip-hop, reguetón, trap, R&B y toques de salsa, exploró temas como el empoderamiento femenino, el amor y la lujuria. En contraste, su segundo álbum, La nena de Argentina, de 2022, mostró una evolución en el sonido y una evidente madurez artística para Becerra. Con 13 sencillos sin colaboraciones, este proyecto exploró diversos géneros musicales, pasando por el dembow, la balada pop y la cumbia.
En los últimos años se ha encargado de llevar su propuesta a diferentes escenarios del mundo y a los públicos de otros artistas como Los Ángeles Azules, J Balvin, Natti Natasha, Tiago PZK, RusherKing, Pablo Alborán, Enrique Iglesias, entre muchos otros, abriendo su creatividad a la exploración de diferentes ritmos y sonidos de la región.
Ya han pasado cinco años desde que se lanzó como intérprete y ahora, con dos álbumes de estudio, dos EPs y más de 50 sencillos en su haber, Becerra se perfila como una de las voces del futuro, consolidándose como una de las más contundentes exponentes de la música urbana.
