La era del renacimiento digital y web ha traído consigo una serie de conductas desconocidas, pues las incontables horas frente a una pantalla han cambiado nuestra forma de entender el mundo, más aún de comprender lo que se esconde detrás de nuestros dispositivos móviles. En medio del barullo generado por la aparición de los NFT’s, los conciertos ‘en línea’ y las nuevas formas de convertir el arte en un mercado, también se ha gestado un espacio para catapultar a músicos emergentes, entre ellos a KO AKA KOALA.
En tiempos donde lo estético prima por sobre lo sonoro, esta intérprete radicada en la ciudad donde los sueños se hacen realidad logra mezclar todo tipo de ítem fashionista con un sonido futurista. Su aspecto remonta a todos los factores de lo Harajuku, sin recaer en sus molestos clichés americanizados, pero tomando aspectos de lo clásico y digital; asimismo, su música es absolutamente volátil, poderosa y cautivadora. Sus beats son rápidos, lo cual contrasta con su dulce voz, no obstante, no duda en devorar cada aspecto de la ‘Divina Feminidad’.
Su último video (‘GOD COMPLEX’) es sensual, pues elementos del Bondage parecen colarse en sus múltiples tomas, no obstante, nuestra conversación se dio en un ambiente totalmente diferente. En las horas de la mañana, Ko Lee respondió la llamada en su habitación sentada en su silla diseñada especialmente para jugar videojuegos, un hábito que adquirió en medio de la pandemia. Lejana a las múltiples personalidades que refleja en sus distintos conceptos sonoros y estéticos, la intérprete transmite calma y cierta timidez, no obstante, al dar inicio a nuestra charla, puedo comprender que el arte no es ningún extraño en su vida.
La combinación extraña de dos sílabas y una abreviación ‘KO A.K.A KOALA’ parece no tener sentido alguno, por ello la artista explica que:
“De hecho no es nada complicado y surgió de manera espontánea, está basado en mi nombre ‘Ko, Ko Lee’ (el cual fue mi primer nombre de usuario en instagram) el cual se grabó en mi mente por alguna razón. Luego, cuando empecé a lanzar música estaba preguntándome a mí misma constantemente ‘¿Qué nombre artístico debería usar?’, pues ya existían millones de ‘K.O’s’ en Spotify. Finalmente, después de consultarlo con varias personas, quienes no tenían más ideas sobre el tema, se quedó así”, explica. “No fue precisamente una elección (risas)”.
Indagando he podido comprobar que tienes formación en artes, especialmente en diseño y moda, debido a unas prácticas que hiciste en Nueva York hace un tiempo. Teniendo en cuenta eso, y tu crianza en Florida, por parte de dos padres que se desenvolvieron en el campo de la ciencia
¿Cómo crees que tu educación te ha ayudado a construir tu personalidad escénica y tu identidad como artista?
Creo que tuve una crianza bastante normal, ese típico estilo de crianza asiáticoamericano me marcó definitivamente. Mis padres no eran fanáticos de la música realmente, pues la escuchaban poco, por lo cual dependía de mí descubrir cuál era mi gusto en la música. Todo fue muy nuevo para mí, porque mi familia me inculcó tener que encajar siempre y ser ‘normal’, entonces fue bastante difícil querer convertirme en artista, no era siquiera una opción para mí.
Pero a su vez fue algo bastante cool, porque pude crear mi propio destino.
¿Cómo fue tu primer encuentro con la música? ¿Qué artistas crees que dieron forma a tu estilo?
Creo que las primeras artistas que vi en la vida fueron Britney Spears y Beyoncé, pero solo las descubrí cuando era mayor, tal vez cuando ya estaba en secundaria. Obviamente sus efectos visuales eran otra cosa…
Hablemos de tus proyectos y de cómo tu trayectoria te ha llevado a convertirte en artista. Siempre has sido una persona sin complejos y eso se ha reflejado en tus diferentes trayectorias profesionales
¿Cómo eres capaz de separar a K.O como DJ e incorporar algunos de sus rasgos en ti, como músico?
No fue tan difícil realizar esa transición, creo que como DJ era más fácil presentarme al mundo y salir a hacer shows, pero nunca se sintió como algo mío porque, aunque amo descubrir música nueva, siento que me cansé de tener que leer la vibra de cada lugar para saber qué música poner y así. Yo solo quería hacer algo original, en cierto punto dije: ‘he tocado la música de otros por un buen tiempo, creo que es mi turno ahora’.
La gente tiende a creer que tu incursión en la música es reciente, no obstante, tu proceso creativo lleva gestándose varios años, por lo cual quisiera saber
¿Cómo lograste desprenderte de tus gustos musicales para crear tu propio sonido?
Yo tocaba el piano desde los seis o siete años, lo cual ayudó un poco (risas), aunque solo sabía tocar música clásica, porque eso quería mi mamá. Por lo cual siempre estuve tentada a aprender canciones pop y ese tipo de cosas.
Creo que, para la mayoría de artistas, su sonido resulta siendo la mezcla de todos los músicos que aman y escuchan con frecuencia, por lo cual todo se desarrolla de esa forma. Todo el mundo alega que lo que hago ha sucedido ‘repentinamente’ y siempre digo ‘no, no lo es’ (risas). Pero creo que se refieren a mis lanzamientos como tal, pues solamente publiqué mis primeras canciones durante la época de cuarentena… lo sé, la palabra prohibida (risas).
Y ¿Cómo fue eso? ¿Qué impacto tuvo para ti como artista lanzar música durante tiempos tan inciertos?
La recepción del público fue buena, sin embargo quizá no he lanzado la cantidad de música suficiente para que las personas puedan hacerse una idea de mi estilo, pues en las canciones que he sacado hasta el momento juego con distintos géneros musicales. En realidad, siento que hasta ahora los estoy introduciendo a quién soy como artista, pero en términos de lanzar música durante la pandemia… bueno, iba a hacerlo más temprano, no obstante cuando sucedió lo que sucedió, mi mánager empezó a decir ‘¡No vayas a lanzar música! ¡Nadie sabe lo que está ocurriendo!’, pero yo dije ‘¡Bah!, voy a hacerlo de todas formas’.
Aunque pensándolo bien eso estuvo bien, porque aprendí sobre cómo producir mi propia música, pues sí había empezado a trabajar con otras personas, pero la cuarentena me obligó a desarrollar esa habilidad. Me preguntaba ‘si yo fuese a componer mi primera canción ¿Cómo sería?’. Ahora amo producir para otros artistas y estoy enamoradísima de ese proceso. Además aprendí a tocar guitarra, por lo cual implementé eso en los temas que he sacado hasta el momento.
Ya que tocamos el tema de los productores, hablemos de tu experiencia trabajando junto a Tommy Brown, quien hace parte del ‘combo artístico’ de Ariana Grande y es responsable de varios de sus éxitos ¿Qué aprendiste de él?
Lo que aprendí de Tommy es que… bueno él ama distintos tipos de música, de hecho ama la música americana pero también disfruta del K-Pop y todo eso. Él no cree que exista música verdaderamente mala, pues escucha de todo y no juzga nada. También siento que él es el tipo de personas que tiene fe en nuevos artistas y eso es bastante reconfortante.
Tus videos musicales son extremadamente llamativos y tu estética pareciera desenvolverse por diferentes ramas, algunas bastante exóticas, por lo cual me preguntaba ¿Qué pasa por tu cabeza cuando empiezas a pensar en el concepto artístico detrás de una canción o un clip?
Todo lo que estoy sacando fue grabado antes de la pandemia, por lo cual he logrado sacarle provecho a las tomas antiguas e implementarlas en mis temas nuevos como ‘GOD COMPLEX’ o ‘my fucked up fantasy’… pero creo que todo se relaciona con mi reciente obsesión con los videojuegos, la cual empezó durante la cuarentena, nunca antes había hecho eso y ahora es algo que me encanta. Creo que me he basado muchísimo en lo que veo allí.
Ahora bien, esta canción, ‘GOD COMPLEX’ es irreverente, sensual y dance pop, por lo cual la artista decidió convocar a Stefan Ponce para que se encargara de unir las piezas de una composición salvaje. El productor nominado al Grammy logró dar un toque mágico a una fracción compleja y divertida. Pero quizá lo más interesante es que la cantante logra la interpolación entre dos facetas increíblemente humanas, aquella que corresponde al complejo de dios que todos llevan dentro y su contraparte, la posibilidad de cada individuo de descubrirse deprimido:
“Siento que tenemos dos extremos, uno es nuestro complejo de Dios el cual nos dice que siempre tenemos razón o siempre somos los mejores, y luego el otro lado de nosotros que es como, ‘Oh, me odio a mí mismo y estoy deprimido’. Son dos espectros, por lo cual este es el de sentir que no puedes hacer nada malo”, comenta.
Llámenla Dios o Lúcifer, K.O definitivamente llegó para quedarse, pese a solo contar con menos de 10 canciones en su repertorio colgado en las plataformas de streaming, Amazon Music la coronó en el top de su listado ‘Mixtape Asia’, en el cual incluyeron a otros artistas como Joji, 88 rising, BIBI, CL, entre otros. Ahora, tocando las aguas de lo que es la representación asiática en medio de una industria dominada por los artistas occidentales, la intérprete habla sobre la importancia de sentirse identificada con los artistas que escucha.
“Ser capaz de ver que hay otros artistas asiáticos es muy importante, porque como dije, yo nunca pensé que esto (hacer música) sería una opción de vida cuando crecía. Creo que es tan importante… amo ver que más y más artistas crecen, entre más sean mejor, porque aún no creo que haya suficientes. Asimismo es importante anotar que no todo el mundo hace la distinción entre lo qué es un músico K-Pop a lo que es un artista de J-Pop, por ejemplo, pues en el mundo occidental solo importa volverse un éxito”, dice Lee.
Aunque es muy bueno ver que artistas como BTS ya tienen el mismo alcance que podría tener cualquier otro músico occidental.