La mente del público es cada vez más estrecha y sus corazones cada vez más pequeños. La evidencia está en la acogida masiva a un producto frío, tonto y sin alma (Rápido y furioso X), la preponderancia de los efectos especiales sobre la historia (The Flash), el rechazo a las cintas que promueven la inclusión, la diversidad y la tolerancia (La sirenita) y el recibimiento tibio a unas verdaderas obras maestras del cine escapista (John Wick 4) ¿Qué quiere el público actual?
Actualmente, las redes están colmadas de comentarios hostiles hacia las películas de superhéroes, pese a que The Flash y Guardianes de la galaxia son cintas humanas, cálidas y elocuentes; y se habla de cómo Pixar ha perdido su magia, como si no tuvieran ojos para apreciar la grandeza épica de Lightyear y la sencilla belleza de Elementos.
Peter Sohn, el director de ese hermoso trabajo menor para Pixar llamado Un gran dinosaurio (y quien prestó su voz para ese inolvidable gato llamado SOX para la injustamente despreciada Lightyear), regresa con un tierno y delicado romance, bellísimamente animado, que a su vez sirve como alegoría para comentar sobre la experiencia transcultural del inmigrante, tema necesario y pertinente en estos tiempos de racismo, clasismo, xenofobia, homofobia y demás discursos fascistas, provenientes del fortalecimiento mundial de los grupos de extrema derecha.
Piensen en Elementos como un ¿Adivina quién viene a cenar? Con un Sidney Poitier convertido en un sensible hombre de agua y una Katharine Houghton, convertida en una candente mujer de fuego. Como si se tratara de la adaptación libre para cines de Opposites Attract, la popular canción noventera de Paula Abdul, la cinta de Sohn parte de esas premisas elementales características de los estudios que nos hicieron la vida mejor con Toy Story, Bichos, Monsters Inc, Buscando a Nemo, Cars Los increíbles, Wall-E, Up, Intensamente, Coco y Soul, entre otros clásicos de la animación. ¿Pueden convivir el agua y el fuego?
Elementos se desarrolla en un universo alternativo conformado por criaturas de diversas formas y composiciones químicas. En Ciudad Elemento, muy similar a la Nueva York colmada de inmigrantes y conformada por barrios de acuerdo al lugar de origen de sus habitantes, encontramos a seres de agua, fuego, tierra y aire, intentando sobrevivir al día a día. Dos de ellos son Bernie (con la voz de Ronnie Del Carmen) y Cinder Lumen (Shila Ommi), una pareja de esposos que huyeron de Tierra de Fuego, su lugar de origen, para buscar un futuro mejor para ellos y para su hija por nacer, en la Gran Ciudad.
Este par perteneciente a la clase trabajadora, estableció una tienda conocida como La Fogata y criaron a una joven llamada Ember (Leah Lewis). Su padre sueña con que ella continúe con su legado, administrando la tienda cuando este se retire, pero la chica no ha podido controlar su temperamento explosivo. Un accidente causado por Ember, hace que las tuberías de la tienda se rompan y llegue a la tienda un joven de agua llamado Wade (Mamoudou Athie), quien trabaja como inspector y que prácticamente llora por todo.
Siguiendo la estructura narrativa típica de las comedias románticas, Ember no soporta a Wade y Wade pone en peligro la tienda de Bernie y Cinder. Pero, las circunstancias y la relación que se desarrolla entre los dos, los llevará a enamorarse perdidamente, pese a que proceden de mundos diferentes.
La premisa es simple y algo predecible, pero la gran belleza de la animación y el cuidado característico de Pixar en sus personajes, hacen que esta cinta animada funcione a las mil maravillas. Elementos es una cinta bien intencionada, dulce e hipnótica, que incluye varios momentos conmovedores y encantadores.
Tal vez sea la depresión postpandemia o la imparable necedad de un público que, como si se tratara de un niño consentido y malcriado, no está contento con nada. Lo cierto es que darle la espalda a un producto tan hermoso como Elementos, da cuenta del impenetrable corazón de piedra de la audiencia actual.
P.D. No se pierdan un tierno cortometraje protagonizado por Carl Friedricksen y Dug, dos de los protagonistas de la inmortal Up.