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El caso Yahritza y su esencia, ¿orgullo mexicano o racismo y odio desmedidos?

"Todo esto ha sido una pesadilla. nos sentimos confundidos, ¿cómo nos identificamos? Acá somos demasiado mexicanos para ser americanos y en México somos demasiado americanos para ser mexicanos”.

Por  PABLO MONROY

agosto 10, 2023

Cortesía Yahritza y su esencia

Los tres hermanos de origen mexicano, nacidos en Estados Unidos — Yahritza, Mando y Jairo Martínez —de Yahritza y su esencia, están recibiendo una dura oleada de críticas y discriminación porque respondieron unas preguntas acerca de la Ciudad de México durante una entrevista.    

Yahritza dijo que “si le gusta aquí” pero que no le gusta escuchar “los carros y las sirenas de los policías y todo” al despertar en la ciudad, mientras que Jairo y Mando dijeron que no les apasionaba la comida. “Para mí, también es la comida porque yo soy bien delicado y pues casi nomás como pollo, puras alas que no tengan chile. No me gusta nada de eso”, dijo Jairo, mezclando inglés y español en su respuesta. 

Muchas personas en México expresaron su enojo con las respuestas de los adolescentes, diciendo que los artistas —quienes hacen música mexicana— no están tan conectados con sus raíces y que están traicionando a su cultura con esas declaraciones.  

Medios de comunicación comenzaron a replicar que a “Yahritza y su esencia no le gusta México” o que el grupo “Criticó a México”, sumando a la ola de respuestas negativas del público, incluso de personas que aún no conocían a la banda o su música. 

En Instagram, la agrupación perdió seguidores y todo lo relacionado a ellos se inundó de comentarios y “memes” despectivos hacia la banda y sus integrantes. Mensajes que expresaban su “DESPRECIO” hacia ellos, que les ordenaban que nunca volvieran al país, que auguraban que era el final de su trayectoria, u otros comentarios extremadamente discriminatorios (que no vale la pena replicar) pero que denotaban un profundo racismo y clasismo. Incluso empresas como Wingstop incorporaron burlas despectivas como parte de su publicidad. La violencia en la gran mayoría de los casos estaba ligada a su aspecto físico o a su orígen.  

¿En serio vas a “despreciar” a alguien que nació en Estados Unidos porque prefiere las alitas de pollo, por que no se mostró eufórico al hablar de México? ¿Y publicarlo? Si lo haces por pertenecer a una tendencia del internet y que le den like a un comentario despectivo, estás mal. Si lo haces porque de verdad te molesta que a una persona de origen mexicano, nacida en Estados Unidos, no le apasionen los tacos, también estás mal. Si lo haces porque crees que alguien con ese color de piel tiene que comer y disfrutar únicamente de los tacos o porque no dio una respuesta altamente alegre sobre México, y aprovechas la oportunidad para publicar en redes algo despectivo por su color de piel, estás peor.   

Más allá de la comida, se alega en redes también que mortaron un “sentido de superioridad” en su actitud durante la entrevista. Aunque su actitud no haya sido de completa admiración hacia el país, ¿sería suficiente para que no sean bienvenidos nunca más?

Yahritza dijo hace unos días que sus comentarios y los de sus hermanos sobre la Ciudad de México estuvieron “fuera de lugar” y que entendían la frustración de sus fans por lo que dijeron. Además, agradeció por hacerlos responsables de sus acciones. “Les ofrecemos una disculpa de todo corazón. Si ofendimos a alguien, esa nunca fue nuestra intención”, dijo. “Nosotros amamos a México, nuestra cultura, a su gente, y poder ser parte de esa cultura. Por nada quisimos ofender a nuestra tierra. Se los juro, nunca fue nuestra intención”. Honestamente, ahora es una parte de la sociedad mexicana quien le debe una disculpa a ellos. 

El odio llegó a tanto que un portal llamado remezcla salió a defender al grupo el jueves con un artículo en inglés titulado Tenemos que relajarnos sobre lo que Yahritza y su esencia dijo de México.  “Esto plantea problemas dentro de la comunidad latina en general. ¿Por qué la gente avergüenza a los demás por tener sus propias preferencias? ¿Las personas son menos latinas si no comen comidas picantes o no están acostumbradas a la forma de vida mexicana?”, dice la autora. 

Y sí, obviamente no es la mejor idea no hablar bien de México durante una entrevista en ese país, cuando fueron cuestionados sobre eso. Se sabe que el taco es sagrado para cualquier mexicano, admito que mi primera respuesta también fue negativa hacia las declaraciones, pero ellos simplemente estaban siendo honestos, y lo que dijeron fue lejos de ser realmente despectivo hacia el país.

Deberíamos agradecer que estos artistas aún tienen (o tenían) la inocencia de decir la verdad en las entrevistas y sentirse libres a decir sus gustos y opiniones sin miedo a ser juzgados, o que aún no estén tan entrenados para aparecer en los medios y decir solo lo que la gente quiere escuchar para tener más ventas. Así deben ser los artistas, honestos. 

“No les gusta México, pero sí comer de su música” o “odian al país que les da de comer”, dicen algunos. La banda ha sido muy exitosa últimamente tocando regional mexicano y cantando en español. Sí, su origen es mexicano, sus raíces son mexicanas y seguramente crecieron escuchando regional mexicano, sus padres son de Michoacán, ¿por qué no iban a ser completamente libres de adoptar ese estilo en sus canciones? ¿A Selena Quintanilla la hubieran cancelado si decía que no le apasionaban los pambazos? Como bien dice Edward James Olmos en la cinta de Selena (1997) interpretando a su padre: “Tenemos que ser más mexicanos que los mexicanos y más estadounidenses que los estadounidenses, ambos al mismo tiempo! ¡Es agotador!”. 

Ese mismo sentimiento expresó el trío en una declaración reciente para Rolling Stone en Español: “Todo esto ha sido una pesadilla. nos sentimos confundidos, ¿cómo nos identificamos? Acá somos demasiado mexicanos para ser americanos y en México somos demasiado americanos para ser mexicanos. Lo que nos da más orgullo de todo, es nuestra música por ser mexicana, y lo único que siempre hemos querido es que nuestra música cruce fronteras, esa frontera que tantas de nuestras familias no tienen la dicha de poder cruzar”. 

Está bien defender a tu país, está perfecto apasionarte por su gastronomía, está bien sentirnos orgullosos de nuestras raíces, pero no está bien reaccionar de la pésima manera en la que muchos mexicanos lo hicieron en esta ocasión, es inaceptable y vergonzoso. Hay que redireccionar ese enojo hacia cosas que sí nos afectan en realidad como país.

Introducción por: Tomás Mier

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