Vistiendo un conjunto con los colores de la bandera de Colombia y portando su característico cabello azul que la acompañó por años, Karol G hizo retumbar el Empire Polo Club en Indio, California, durante su primera presentación en Coachella 2022. Allí dio un show inolvidable frente a cientos de fans que usaban pelucas azules en honor a ella, y también ante muchos otros que quizás apenas descubrían el poder de la Bichota. “Estos son los colores de mi bandera. Soy de Colombia y me siento orgullosa de representarlos a ellos y a toda la comunidad latina”, dijo la cantante paisa segundos antes de interpretar un popurrí en homenaje a la música latina.
Aquel show sería uno de los momentos cúspides de su carrera –hasta ahora– que comenzó hace aproximadamente 16 años, cuando una Carolina Giraldo adolescente hizo una audición para la primera edición del reality de canto El Factor XS. El programa constaba de tres fases: las audiciones, en donde el equipo de producción visitaba diferentes ciudades del país para escuchar a los pequeños talentos; los campos de entrenamiento, en donde los preseleccionados se preparaban para competir por un cupo para la siguiente etapa; y las galas, de las que finalmente se seleccionaría al ganador. Ella solo llegó a la segunda, siendo entrenada por Marbelle, pero su aparición en televisión atrapó los oídos del sello Flamingo Records Colombia, resultando en su primer contrato discográfico.A raíz del acuerdo, en 2007 pudo publicar su primer sencillo como Karol G, una canción titulada ‘En la playa’ que comenzaba con gaitas y un poco de cumbia, siendo un reggaetón más tropical que rememoraba a ‘Dile’ de Don Omar. En un lapso de dos años, llegó a lanzar alrededor de cuatro singles más y para 2010, inspirada en la historia sobre cómo Justin Bieber fue descubierto por Internet, comenzó a subir una serie de covers de pop a un canal de YouTube al que nombró CaritoGCol. “Yo quería intentar por todos los medios (…). La verdad, de ahí no salió nada, no me contrató nadie, no me llamó nadie, pero lo intenté”, relató en una charla que tuvo en el programa de entrevistas Yo, José Gabriel.
Como ella misma lo ha comentado en varias ocasiones, el camino que tomó para dedicarse a la música fue más bien lento, también en parte porque hubo una época en la que sentía que ya había sido suficiente. La decisión de dejar sus aspiraciones por el canto ocasionaron discordia entre su padre Guillermo y ella, pues ‘Papa G’ siempre tuvo el presentimiento de que su hija estaba destinada a cosas grandes. De hecho, fue él quien le consiguió la audición para El Factor XS y fungió como su representante durante sus primeros años de carrera.
De acuerdo con la cantante, su padre lo “abandonó todo” por apostarle a su proyecto artístico que tardó en dar frutos, pero cuya espera ha valido la pena. “Este hombre que está aquí es el 99% del éxito de mi carrera”, dijo en su discurso de aceptación en los Premios Grammy Latino de 2018, cuando subió al escenario en compañía de Papa G para recibir el galardón a Mejor artista nuevo.
Antes del reconocimiento, las colaboraciones con Nicky Jam y Bad Bunny, y ciertamente mucho antes de ‘Bichotella’, la pérdida del rumbo la impulsó a viajar a la ciudad de Nueva York para estudiar inglés, aunque casualmente se inscribió en un curso sobre el negocio de la música. “Ahí fue en realidad fue donde entendí que esto era lo que yo quería. Estaba muy frustrada porque llevaba varios años intentándolo, pero si yo de verdad quería ser grande, tenía que verlo como mi empresa, como algo grande”, sostuvo en el talkshow de José Gabriel Ortiz. Así, compró un tiquete de regresó a su país natal, donde interrumpió sus estudios en licenciatura de idiomas extranjeros por una oportunidad que comenzaría a abrirle las puertas en la escena del género urbano.
Por ese entonces, además de J Balvin, en las emisoras colombianas no paraba de sonar Reykon. ‘Señorita’, ‘Tu cuerpo me llama’, ‘Sin miedo’, ‘La santa’ y más hacen parte de la banda sonora de una época en la que el reggaetón colombiano comenzaba a imponerse en Latinoamérica. Aquel auge llevó a muchos artistas nacionales a salir de gira por diferentes partes del país y del mundo, incluyendo a ‘El líder’.
Durante un viaje a San Andrés, Karol G fue invitada para una fiesta de 15 años en un barco en donde se iba a presentar el cantante y donde ella terminó por hacerle los coros. “Cuando estábamos en el barco le dije a Reykon: ‘Vení, Andrés (que es su nombre real), poneme un micrófono y déjame yo te hago las segundas voces. Te juro que no te voy a hacer quedar mal’”, recordó en 2021 durante una entrevista para la revista Bocas. A raíz de esa intervención, el equipo del reggaetonero paisa le ofreció ser su corista de gira, etapa que duró dos años y que originó dos de sus primeras colaboraciones, ‘Tu juguete’ y ‘301’.
La relación no terminó bien por razones que aún continúan sin esclarecerse, pero en 2018 la cantante reveló que después de las canciones que hicieron juntos, Reykon iba a ser su mentor, pero su equipo jamás la volvió a contactar. “La relación no terminó mal. Yo tuve la oportunidad de estar en el inicio de su carrera y estuvo bien, pero no por eso digo que fui yo quien la descubrió o la catapultó”, afirmó el músico el año pasado.
El camino lo fue andando a paso lento pero firme a sus convicciones puesto que en más de una ocasión le ofrecieron propuestas que la incomodaban, y poco a poco se fue haciendo un nombre gracias a su padre y las conexiones que fueron forjando con el paso del tiempo. Para 2017, ya había publicado su mixtape Super Single y había trabajado de la mano de Nicky Jam, Andy Rivera y Sebastián Yatra. El reloj ya marcaba que era hora de lanzar su primer LP, Unstoppable, que tras una serie de sencillos que ‘pegaron duro’ –en especial ‘A ella’ y ‘Ahora me llama’– tuvo un gran desempeño tanto en la crítica como con el público. En cambio el recibimiento que tuvo Ocean, su segunda placa discográfica, fue más bien regular a comparación de su debut, quizás porque en este LP intentó apuntarle a muchos flancos al mismo tiempo.“Ocean es lo más real que la gente va a escuchar de Karol G”, afirmó la cantante ad-portas del lanzamiento en 2019. “Con este álbum mi propuesta es enseñarle a la gente que ser uno mismo también vale la pena. Esta es Carolina más que Karol G”. Aquella autenticidad que ha mostrado desde sus inicios es una de las cualidades que han hecho que sea una de las artistas más queridas de Colombia y, por supuesto, del género urbano. Ha hablado abiertamente de sus inseguridades, no ha temido mostrarse vulnerable a pesar de estar bajo el ojo público, es capaz de reírse de sí misma y tampoco ha sido ajena a las problemáticas de su país. Para la muestra, hizo parte del grupo de artistas que usaron el poder de sus plataformas para denunciar la opresión y violencia policial que se vivió durante el estallido social colombiano en 2021.
Antes de la pandemia, el himno de desamor que hizo en compañía de Nicki Minaj se popularizó de tal manera que ha sido una de las canciones más premiadas de la historia. “Pero si le ponen la canción, le da una depresión tonta/Llorando lo comienza a llamar”, dice el coro de Tusa, tema que vio a la rapera trinitense cantando en español y que familiarizó al mundo con el coloquialismo colombiano usado para hablar de desamor.
A partir de entonces, los logros han venido uno tras otro, ya sea en forma de un lanzamiento que rápidamente se convierte en hit –llámese ‘Provenza’ o KG0516–, o bien sea en forma de presentación en las plazas más importantes de la música a nivel internacional. Ahora con su cabello rojo, Karol G se prepara para publicar Mañana será bonito, su próximo proyecto musical que promete una nueva era de vibras positivas.
