EXTRAÍDO DE RS91, NOVIEMBRE 2010
La constante en el cine de James Francis Cameron es la destrucción provocada por el hombre y sus avances tecnológicos. La guerra nuclear en Terminator, el terrorismo en True Lies olas armas nucleares en The Abyss. Creció en los años sesenta rodeado de amenazas de guerras nucleares y advertencias de desastres naturales a causa de la proliferación de la civilización industrial. “Todas esas ideas me abordaron en mi adolescencia y empezaron a salir a través de mis películas”, dice Cameron en entrevista. “Sin embargo, Avatar es la primera película donde abordo el tema ecológico, siendo un tópico que me ha preocupado toda mi vida”.
Nacido en 1954, en Kapuskasing, Ontario, un pequeño pueblo al norte de Niagara Falls. James Cameron debe su inquietud por la tecnología, según él, gracias al oficio de su padre como ingeniero eléctrico y la sensibilidad artística heredada de su madre. “Es una conjunción de mente y corazón”, asegura. Desde niño tuve muchas inquietudes por la tecnología, pero me apasionaba la música y la literatura de igual modo”
Neytiri (Avatar), Sarah Connor (Terminator), Rose (Titanic), Ellen Ripley (Alien). Todo esto indica que la mujer es el personaje principal en tus cintas, ¿por qué el personaje femenino es el más sabio y fuerte para ti?
[Risas] Creo que las mujeres son sabias y fuertes por naturaleza. Con esto no quiero decir que la mayoría de los hombres no sean sabios y fuertes, sino que aquél rol es un área que Hollywood no hace bien. Creo que empecé a darle poderío a las mujeres en mis cintas porque me parecía algo fresco y diferente, reflejando mis puntos de vista sobre ellas. Pienso que los hombres pueden aprender mucho de las mujeres, como por ejemplo, a escuchar: los hombres no escuchan, sólo hablan. Para mí, es un factor natural tener ese elemento en mis películas. Si le voy a contar una historia de amor a las familias, quiero que los personajes tengan un nivel de igualdad. Cuando hice Avatar jamás pensé que fuera una película para chicos, sino que la visualicé como una cinta de aventura femenina, porque es la mujer y la feminidad, con el concepto de Madre Tierra, que tienen el poder principal en toda la historia.
Avatar trata sobre la preservación de la naturaleza, ¿inviertes el capital obtenido con tus películas en alguna fundación ecológica?
Claro, por supuesto. Tengo algunas cosas que aún no he anunciado. He estado haciendo mucho trabajo con varios grupos ecológicos y con grupos de derechos indígenas y he donado, en términos de labor personal, trabajando directamente con ellos y financiando para ayudarles. He estado planeando crear una fundación pequeña que funcione para organizar la ayuda a estos grupos. No pienso sustituir la labor que ellos hacen, la cual es fenomenal. Mi meta es solamente apoyar. El grupo con el que he estado trabajando más estrechamente en los últimos meses es Amazon Watch y con el Instituto Socioambiental en Brasil (ISA), además de otros grupos de vigilancia indígena en Canadá. De igual manera, he tenido acercamiento con Green Peace para tratar de buscar soluciones al derrame de petróleo en el Pacífico
¿Trabajaste con tecnología verde en Avatar?
Una de mis metas en la próxima película de Avatar es tener un set completamente ecológico. No generamos tanto daño ecológico porque jamás pusimos un pie en alguna selva tropical: gran parte de la película fue diseñada en computadoras. Lo que quiero aplicar para mis siguientes trabajos es un mejor uso de energía y reciclarla. En mi casa uso energía reciclada y soy un gran promotor de esta manera de vida, usando el viento o el Sol. Eso mismo voy a aplicar en mi trabajo. Estados Unidos tiene una respuesta demasiado lenta a los problemas de calentamiento global que nos estamos enfrentando. Ahora, con la administración de Barak Obama, las cosas han mejorado sólo un poco, pero anteriormente perdimos años de prevención y cuidado en términos de reciclaje. Realmente necesitamos activarnos. Estamos enfrentándonos a una enorme amenaza y la gente y los gobiernos parecen estar letárgicos.
¿Cómo mantienes una óptica fresca cuando trabajas en un filme?
Es una pregunta complicada. Trabajar en una película por cuatro años, como fue el caso de Avatar demanda un periodo de tiempo muy largo para alguien que vive en constante acción. Para los animadores, es un lapso razonable y se toman todo ese tiempo en perfeccionar el trabajo. Pero para mí es mucho tiempo. Creo que mi reto más grande es mantener algún tipo de perspectiva o frescura. Una de las cosas que hago, aunque suene extraño, es que nunca veo mucho la película. Puedo trabajar al día en cada una de las escenas, pero jamás veo la cinta en una pantalla, ni invito a personas, amigos o familiares a verla. De esta manera, trato de que, al momento de verla, el impacto y la frescura se mantengan lo más virgen posible. No me gusta ver mis películas demasiado, para así no perder objetividad. La primera vez que vi Avatar en 3D, de principio a fin, fue hasta que entregué la cinta a la productora. ¿Y sabes? Lo disfrute mucho con mis palomitas [risas].
¿En qué momento un cineasta se da cuenta de que una película requiere de 3D y no sólo se deje ir por la moda?
No creo que ninguna película necesite 3D, sólo que ahora, para captar la emoción del público, se está recurriendo a ese formato. Hicimos una pequeña cinta en Australia que se llamó Sanctum, la cual sólo produje con un presupuesto de 20 millones de dólares, donde no hay elementos de ciencia ficción o fantasía. Básicamente es un drama de supervivencia que se lleva a cabo en una expedición de buceo en una cueva, ¿y sabes qué?, es muy poderosa. El formato 3D magnifica la emoción de la cinta. Creo que hay muchas aplicaciones para 3D que la gente aún ni siquiera ha pensado. Pienso que las cintas dramáticas son una de ellas.
¿Sentiste mucha presión al regresar a Hollywood filmando y trabajando con 3D?
No realmente. He sido un campeón del 3D desde hace mucho tiempo y tomé esta decisión antes de empezar a trabajar en Avatar, y ahora sé que todas mis próximas películas serán en 3D. Considero que mi trabajo como cineasta es pionero de este tipo de obras en 3D. He estado trabajando con otros cineastas, tratando de ayudarles, aprendiendo nuevos medios, en fin, explorando y dando a conocer lo fácil que es hacer una película en ese formato, pues mucha gente tiene miedos y supersticiones sobre el 3D.
Siendo un viejo lobo en la cinematografía, ¿qué aprendizaje te dejó Avatar? Pasamos dos años pensando cómo hacer Avatar antes de empezar a hacerla. No quiero pasar de nuevo dos años en eso. Así que para la siguiente Avatar no pienso perder tanto tiempo analizando. Con la primera parte de la historia aprendimos muchos trucos y formas de hacer cosas. Escribí Avatar en 1995, la razón por la que contuve esta cinta en el baúl fue, en cierta forma, que quería retar a todos los artistas digitales para ver si eran capaces de hacer lo que tenía en mente, pero no era posible, era un reto demasiado grande hacer todas las cosas que quería. Así que decidí mantenerla y continuar por mi parte haciendo otras cosas hasta que llegara el momento preciso y la tecnología exacta para mis necesidades. Y no fue hasta mediados de 2005 cuando retomé la historia, le di una nueva lectura y me di cuenta que encajaba perfecto a nuestros tiempos.
¿Cuál fue el mejor momento de Avatar?
Creo que hubo muy buenos momentos, pero concluyo que el mejor de todos fue cuando la terminamos, porque simplemente pensábamos que no era posible. Hubo un momento, dos semanas antes de terminarla, cuando estaba sentado en mi oficina que, por primera vez en más de un año, no tenía nada que hacer, mientras todo el equipo estaba afuera trabajando en los últimos detalles, sabiendo exactamente qué hacer y los editores haciendo su trabajo. Ese fue el momento exacto que más disfrute, y eso fue dos semanas antes de la entrega del material. Fue el momento en que los ángeles empezaron a cantar (risas).
¿Qué podemos esperar de esta reedición con nueve minutos extras?
Básicamente hubo algunos retoques digitales en la animación y verán nuevas criaturas nunca antes vistas, en especial una de ellas, que es como una mezcla entre rinoceronte y búfalo gigante. Es un momento con mucha acción casi al final de la película. Muchos dijeron que estaba loco cuando quité esa escena, no sé si hice bien o mal, pero ahora regresa a la película porque es un momento muy fuerte. Para la gente que ya vio la película, será emocionante ver nuevas escenas, mientras que a quienes no la han visto, creo que les resultará igual de apasionante.
Si tienes un visor 3D, mira el tráiler de Avatar: