Donald Trump ha descartado sostener otro debate presidencial contra su rival Kamala Harris antes de las elecciones de noviembre. Dos días después del primer enfrentamiento entre ambos, el expresidente alegó que Harris solo buscaba una revancha porque él “claramente” ganó el encuentro. Esto, a pesar de que varias encuestas indicaran que los votantes sintieron que Harris había tenido un mejor desempeño que su oponente republicano.
En una extensa publicación en su plataforma Truth Social el jueves, Trump expresó que no habría “¡Ningún tercer debate!”. “Cuando un boxeador pierde una pelea, las primeras palabras que salen de su boca son: ‘quiero una revancha’”, escribió, “Kamala debería enfocarse en lo que debería haber hecho durante casi cuatro años”.
Luego de un mitin en Arizona, Trump conversó con diversos medios. “Simplemente no creemos que sea necesario,” dijo sobre un segundo debate con Harris, “Creemos que hemos discutido todo y no creo que ellos lo quieran tampoco”.
Trump y sus seguidores también han acusado a los dos periodistas que moderaron el debate de ser injustos y parciales a favor de Harris.
Poco después de la publicación de Trump, Harris subió al escenario en un mitin de campaña en Charlotte, Carolina del Norte, donde dijo a sus seguidores que quería la oportunidad de debatir nuevamente con el expresidente: “Creo que le debemos a los votantes tener otro debate porque esta elección y lo que está en juego no podría ser más importante”.
A dos meses de las elecciones, las encuestas apuntan que los dos candidatos están en una competencia extremadamente reñida. Muchos han argumentado que Trump declina la idea de repetir un enfrentamiento en el que se mostró errático y desequilibrado ante una Harris preparada —reduciendo así el riesgo de ampliar la brecha que los separa.
