Cuando Steve Albini grabó a Fun People: las lecciones del gran productor e ingeniero de sonido

Boom Boom Kid recuerda la grabación del disco The Art(e) of Romance en 1998, en Electrical Audio, el estudio del recientemente fallecido Steve Albini. Café, la comida de Jimmy Page y un cutter para cortar la cinta

Por  DANIEL FLORES

mayo 10, 2024

Boom Boom Kid y Steve Albini

La noticia de la muerte de Steve Albini, el martes 7 de mayo, puso a muchos melómanos a recordar y compartir sus discos favoritos con la marca del gran ingeniero de sonido y músico norteamericano. In Utero, de Nirvana, y Surfer Rosa, de Pixies, estuvieron entre los más mencionados dentro de una extensa y prodigiosa lista que incluye también obras de PJ Harvey, Jimmy Page y Robert Plant, Mogwai, The Breeders y muchísimos más.

Para el público argentino, sin embargo, hay un título especialmente cercano en la discografía producida por el guitarrista de Big Black y Shellac: The Art(e) of Romance, el cuarto y anteúltimo álbum de Fun People, grabado en 1998 en Electrical Audio, el estudio de Albini en Chicago, y editado en 1999.

Consultado a propósito del fallecimiento de productor (repentinamente, a los 61 años), Boom Boom Kid, entonces cantante de Fun People, recuerda para Rolling Stone los detalles de aquella experiencia, que arrojaría uno de los mejores discos de hardcore-punk argentinos (¡20 tracks en poco más de media hora!) y de la que extraería varias lecciones determinantes para su carrera musical, de allí en más.

“Con Fun People [el propio BBK en voz, Gori en guitarra; Julián “Chuli” Pugliese en bajo y Gato Garay en batería] estábamos por grabar un nuevo álbum y queríamos hacer algo importante. En ese momento Álvaro Villagra, nuestro técnico querido de toda la vida, estaba trabajando mucho con Los Fabulosos Cadillacs y no tenía tiempo para grabar, así que buscamos otra alternativa. Justo habían venido a la Argentina Los Crudos, la banda punk de Chicago que yo había editado con mi sello, Ugly Records, y les había armado una gira. Charlando con su cantante, Martín Sorrondeguy [nota: nacido en Uruguay, personaje muy conocido en la escena punk de Chicago, también voz de Limp Wrist], sobre el buen sonido que tenían ellos y sobre otros sonidos extremos, así llegamos a Steve Albini. Martín era amigo suyo y me ofreció llevarle un disco de Fun People y contarle que nos gustaría trabajar con él”.

“Resultó que, al volver a Estados Unidos, Martín le dio el disco y a Steve le encantó. No tardamos en conectarnos por teléfono y nos dijo que quería hacer el disco y que no nos cobraba nada, solo el hospedaje en el estudio. Pero que sólo tenía seis o siete días disponibles y que debía ser entonces. Y que necesitábamos tener muy claro lo que íbamos a hacer. A raíz de eso, montamos una gira por Estados Unidos para pagar los pasajes y los gastos”.

“Apenas llegamos a Electrical Audio, se estaban yendo Robert Plant y Jimmy Page. Gracias a la comida vegana que Page dejó en la heladera comimos toda una semana… Y cuando estábamos terminando la mezcla, vimos que entraban un montón de estuches de guitarras. Preguntamos quién venía después de nosotros y nos dijeron que eran las cosas de Cheap Trick”.

“En el estudio había un montón de gente que se vestía igual que Albini, de mameluco, tipo Devo. Lo primero que nos planteó fue que debíamos elegir las cosas, los equipos. Me mostró un pedal y me dijo que era el que había usado en In Utero. ‘Cualquier sonido que pasemos por acá, yo lo tengo controlado’, me dijo. Así que para la guitarra usamos eso. Para la voz era una locura: yo cantaba en un cuarto a un lado de la sala principal, que tenía su propia salida a un callejón detrás del estudio. Fue muy cómodo cantar ahí”.

“Steve hacía todo de manera muy natural y trabajaba mucho y rápido. Nosotros, además, veníamos con las ideas muy claras de lo que queríamos. Al final, pidió que me quedara yo solo trabajando con él en los últimos detalles. Fue una mezcla muy dura porque en ese momento algunos pibes de la banda ya estaban perdiendo interés. Así que fue un proceso con mucha angustia, con esa tristeza de algo que se va a romper”.

“Albini sólo paraba para jugar al pool y creo que en un momento todos miramos la película Spinal Tap, pero no mucho más que eso. Steve estaba todo el tiempo en el estudio. Nunca lo vimos comer. Sólo tomaba unas tazas de café con leche zarpadas. Pero, por ejemplo, nos dijo que nos comiéramos la comida de Page porque sino la iba a tirar. En esa época vivía en el sótano, debajo del estudio”.

“Todo en el estudio estaba hecho por él. Los cuartos, los racks de equipos. Y hacía todo de manera muy manual, siempre con otro tipo al lado, muy parecido a él, también de anteojos, que iba anotando todo lo que se hacía. Grabábamos en cinta y Steve la iba cortando con un cutter y después pegaba los pedazos de cada canción. Nos pidió que masterizáramos en un estudio en Los Ángeles, así que nos llevamos las cintas de gira por Mineápolis, Reno, San Francisco, con un cagazo bárbaro porque hacía mucho calor y era raro andar subiendo y bajando esas cajas por todos lados. En ese estudio de mastering acababan de terminar un disco de Brian Wilson. Nos costó un dinero, pero Steve quería ese lugar, un estudio muy pro, con máquinas zarpadas”.

“Después me contó que con lo que ganaba en el mainstream podía darse el gusto de grabar bandas como la nuestra. A partir de esa experiencia, mi método de trabajo en el estudio cambió. Aprendí a ahorrar tiempo, a ser lo más claro posible”.

“De los días de grabación, la única foto que nos quedó fue tomada en la puerta del estudio. Ya nos íbamos y Steve nos preguntó si podríamos llevarlo a un concierto que debía ir. Nunca fuimos de sacarnos muchas fotos, pero antes de salir del estudio le pedimos una y él dijo ‘dale, pero la hago así’. Nos cagamos de risa, ustedes podrán ver la pose que hizo: ahí está la foto, en la puerta de Electrical Audio. Me acuerdo que cuando llegó al lugar del show, lo reconocieron, pero se rehusó a que lo dejaran pasar gratis y pagó la entrada”.

Fun People, junto a Steve Albini (de cabeza) en la puerta del estudio de Chicago. FOTO: Emi Ron/gentileza BBK

“Unos años después, Albini vino con su banda Shellac a Buenos Aires y pidió tocar con Fun People. Pero ya estábamos disueltos y, si bien yo ya estaba con el proyecto BBK, no andaba con muchas ganas de tocar en vivo, así que le propuse hacer un DJ set. Y así fue. Cenamos y nos pusimos al día. ¡Se acordaba de todos nuestros nombres! Lo loco era que tocaba todas las noches en diferentes países, no sé si dormía, iba directo al aeropuerto; una locura. Estoy muy agradecido de haber conocido una persona como Steve Albini”.

Boom Boom Kid sostiene desde aquellos días en Chicago un notable ritmo de trabajo intenso e independiente, entre giras y grabaciones. Acaba de publicar un nuevo single, “Sole”, en todas las plataformas musicales.

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