Este trabajo dirigido por David Bickerstaff (Goya: Visions of Flesh and Blood, Van Gogh: A New Way Of Seeing) para la serie Exhibition on Screen, nos muestra a los grandes pintores de jardines de todos los tiempos: Van Gogh, Pissarro, Bonnard, Sorolla, Sargent y, por supuesto, Claude Monet, quien además de ser una de las piedras angulares del Impresionismo, fue un gran jardinero.
El documental nos permite entrar a la casa y al jardín de Monet en Giverny, que se convirtió en un taller vivo para el artista y en la obra central de su carrera tardía, y nos deja fascinar con los colores y texturas tanto de las obras de los autores mencionados como de las flores que los inspiraron. A través de imágenes ricas y detalladas, los espectadores son transportados a los paisajes florales que inspiraron las icónicas pinturas de Monet.
El director combina de manera efectiva el comentario de expertos, entrevistas con curadores de arte y tomas de alta calidad de las obras expuestas en museos de renombre mundial, creando una experiencia educativa y visualmente deslumbrante. Los jardines, a menudo vistos como lugares de tranquilidad y contemplación, se revelan aquí como escenarios de innovación artística y experimentación con el color, la luz y la forma.
Uno de los puntos más destacados del documental es su capacidad para conectar el contexto histórico con la evolución artística. El jardín, que podría parecer un tema simple, es examinado en su complejidad, desde la influencia de la revolución industrial en la creación de espacios verdes hasta el impacto de las guerras mundiales en la representación de la naturaleza en el arte.
El ritmo del documental es pausado, lo que permite a los espectadores absorber tanto las imágenes como la información, aunque los más jóvenes e impacientes podrían encontrar que esta lentitud le resta dinamismo a la narración. Sin embargo, para los amantes del arte y aquellos interesados en el impresionismo y el modernismo, esta película es una joya que ofrece una comprensión más profunda de cómo los jardines inspiraron algunas de las obras más importantes del siglo XX.
Aunque se extraña una mayor presencia de Matisse, Painting the modern Garden es toda una golosina visual que hará desear volver al campo para disfrutar de la experiencia multisensorial que inspiró a estos genios de la pintura.
