“Sí, quedó muy bueno. Es como un reggae-western, ja”. Así define Hugo Lobo, el trompetista de espíritu ska con raíces rockeras que desde hace 25 años está al frente de Dancing Mood, al tema que grabó junto a León Gieco: una versión de “Hombres de hierro”, el clásico del músico santafecino, que sirve como adelanto de lo que será el álbum con el que la orquesta celebrará su cuarto de siglo de vida, Forever.
Lobo dice que tiene una relación muy especial con Gieco. “Mi papá (Rubén Lobo, percusionista) tocó con él varios años. Desde que yo tenía 6 hasta mis 11, aproximadamente. Entonces compartí con él muchas cosas de chiquito, acompañando a mi viejo en giras, en shows y así. Después crecí y mi viejo dejó de tocar con él, pero me alcanzaron aquellos años para que León me marcara para siempre como músico, porque siempre me fijé en él como alguien real. Para mí es uno de los pocos músicos que es lo que canta. Por eso tengo un respeto muy grande por él y por su música, como un referente nacional”.
“‘Hombres de hierro’ es una canción contestataria y fue la primera que compuse, inspirado en ‘Blowin’ in the Wind’, de Bob Dylan”, dice Gieco. “Y me gustó mucho tocarla con Hugo, porque lo conozco de chiquito, cuando tocaba con su padre y él siempre me decía que Hugo iba a ser músico. Hace tiempo que me viene diciendo de hacer algo juntos, pero me pareció raro que eligiera este tema para grabarlo en ritmo de reggae. Me insistió y me dijo que le había hecho un arreglo exactamente igual a cómo lo toqué en el disco que grabó Gustavo Santaolalla. Es la misma versión, la misma métrica, pero convertida en reggae. Yo no soy muy amante del reggae, pero tratándose de una canción contestataria me gusta que sea de cualquier ritmo: reggae, folklore, chacarera, rock o lo que sea”.
“Hombres de hierro” es el primer tema en castellano que graba Dancing Mood y formará parte de Forever, un disco que tendrá la particularidad de incluir nueve temas propios de los once en total y que se editará el 15 de este mes. “Siempre fuimos independientes, pero este álbum es el más independiente de todos. Es el primero que grabamos en nuestro propio estudio, lo mezclé yo y laubré como ingeniero de grabación”, dice Lobo. “Suena a la primera época de Dancing Mood, pero con el momento presente de la banda y con el toque de cómo venimos sonando con esta formación actual. El disco un poco revive los principios de la banda, pero con la madurez de todos estos años, a nivel de composición, arreglos e interpretación”.
Dancing Mood siempre ha sido una banda de versiones, ¿te costó llegar a la composición de temas propios que puedan mezclarse bien con el repertorio del grupo?
Nosotros nunca hicimos covers, sino versiones de canciones que no tienen nada que ver con el estilo. Hacer un cover es más o menos respetar el estilo o la métrica de la canción, pero hacer un arreglo de una balada cantada para un tema instrumental con otra métrica y con otros arreglos es como componer arriba de una composición. Esa fue una decisión que tomamos al principio y que fue, para llamarla de alguna manera, didáctica. No se pensó como un beneficio para la banda, como el que podía ser tocar temas conocidos. Por el contrario. Para nosotros lo importante era hacerles conocer a los pibes artistas a los que no tenían acceso antes de toda esta movida de las redes sociales o las plataformas digitales: Duke Ellington, los Carpenters, Earth Wind & Fire o Blood, Sweat & Tears. Entonces, una vez logrado ese objetivo, que la gente se interesara por esa música y esos artistas, me pareció el momento adecuado grabar temas propios. En realidad, ya empezamos en 2011, y estos temas siempre estuvieron en la gatera, siempre estuvieron en mi cabeza. Y la esencia de las canciones es bastante similar a la de las otras. Creo que conseguimos que por más que sea un instrumental, que no tiene voz, cualquiera que lo escuche puede darse cuenta de que se trata de Dancing Mood.