Con la huelga de actores y guionistas en Hollywood, la discusión sobre el uso de Inteligencia Artificial en el cine está en su punto más caliente. Christopher Nolan, quien en los próximos días estrenará Oppenheimer a nivel mundial, habló sobre las responsabilidades que se deben tener al decidir emplear una IA y lo que estos motores implican a nivel cultural.
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Después de la premier en Nueva York –que el cast de la cinta abandonó para unirse a las protestas–, el director participó en un panel cuyo tema principal era el cine y la ciencia. La charla también contó con la presencia del Thom Mason, director del Laboratorio Nacional de Los Álamos; el escritor Kai Bird, autor del libro en el que se basa el filme, American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer; y los físicos Carlo Rovelli y Kip Thorne.
“En los últimos 15 años ha habido un aumento de compañías que hablan de algoritmos sin siquiera saber lo que significa en un sentido profundo y matemático. No saben lo que es”, sostuvo Nolan. “Hay gente de mi medio que está hablando sobre eso, pero no quiere asumir ninguna responsabilidad por lo que haga ese algoritmo”.
El cineasta fue más allá explicando cómo la falta de ética al utilizar Inteligencia Artificial en otros ámbitos podría terminar en un suceso similar al que aborda en su película. “Esto aplicado a IA resulta una posibilidad realmente aterradora”, agregó. “Entre otras cosas, porque estos sistemas se aplicarán en la infraestructura de defensa. Van a estar a cargo de operar armas nucleares. Si esto es una entidad independiente a la persona que la maneja, entonces estamos condenados. Aquí tiene que hablarse de responsabilidad. Tenemos que hacer que las personas se responsabilicen por lo que hacen con las herramientas que poseen”.
Nolan volvió a relacionar su punto con lo que está sucediendo ahora mismo en Hollywood, señalando que esta es la discusión que se está planteando en el sentido de que si se toma la decisión de emplear nuevas tecnologías, su uso debe hacerse con responsabilidad.
En otro momento de la charla, el moderador Chuck Todd le preguntó si, a su parecer, se continuará acudiendo a Oppenheimer a medida que la ciencia haga avances, a lo que el director contestó que sí. “Eso espero. Cuando hablo con investigadores en el campo de la IA, al menos ahora, se están refiriendo a este como su momento Oppenheimer”, comentó. “Están repasando la historia para cuestionarse cuáles son las responsabilidades que deben tener los científicos que desarrollan nuevas tecnologías que podrían tener consecuencias involuntarias”.
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La semana pasada, el Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA) entró en huelga luego de que se cayeran las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). Al sumarse a la protesta del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA), la industria del entretenimiento en ese país se encuentra paralizada.
Una de las peticiones más importantes tanto del gremio de guionistas como de actores es la regulación de la Inteligencia Artificial, pues lo que ha propuesto la AMPTP en ese punto es una amenaza para la creación e interpretación de productos audiovisuales. La Alianza ha hecho propuestas cuestionables, especialmente aquella sobre pagar únicamente 200 dólares a actores y actrices para escanear su rostro, con el fin de poder utilizarlo indiscriminadamente y sin obtener regalías por el uso de su imagen.
