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Luces, cámara y nada de acción: La huelga de guionistas que paraliza el cine y la televisión en Estados Unidos

Mientras los guionistas de cine y televisión de Hollywood se unen a la protesta, el futuro de los programas de entretenimiento penden de un hilo

Por  VALENTINA VILLAMIL

mayo 4, 2023

Chris Delmas/AFP

Mientras Hollywood se recupera de las secuelas de la pandemia, la intervención tecnológica y la intensa competencia en la era del streaming, la industria del entretenimiento se enfrenta a otra crisis: la huelga del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA por sus siglas en inglés). 

Con la ruptura de las negociaciones entre el WGA y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), la protesta busca traer el caos y la incertidumbre a un mercado ya de por sí volátil. Desde el 2 de mayo, miles de guionistas y otros profesionales del mundo creativo se han unido a las peticiones y, como consecuencia, se han cerrado programas de televisión y producciones cinematográficas. Pero, ¿qué ha llevado a este momento? ¿Cuáles son las implicaciones para el futuro de los guionistas y de la industria del entretenimiento en conjunto?

Los desacuerdos que se debaten entre el WGA y la AMPTP son complejas. Sin embargo, el principal factor que ha empujado a los escritores a la huelga es la evidente falta de confianza entre los trabajadores y la dirección, justo en un momento de transformación masiva de la industria del entretenimiento. 

El streaming ha cambiado la forma de producir y distribuir tanto películas, como programas de televisión y, para como, suponiendo un ingreso para los miembros más elitistas de la WGA, con contratos de producción de hasta 200 y 300 millones de dólares para creadores de éxitos taquilleros.

El contrato del sindicato, un archivo de más de 700 páginas, que rige el trabajo en cine y televisión hasta el sol de hoy, se redactó para otra época. Actualizar el mencionado documento significa no sólo discutir sobre los nuevos términos del acuerdo, sino también revisar los logros que con tanto esfuerzo ha conseguido la WGA durante décadas. Se trata de una tarea muy difícil de llevar a cabo en un plazo muy ajustado, de ahí el fracaso de las negociaciones.

La huelga trae aún más conmoción a un mercado que de por sí ha estado intentando adaptarse a la demanda post pandémica, en donde la tecnológica ha cambiado gran parte de las reglas del juego. Las principales cadenas temen que las protestas afecten las presentaciones publicitarias previstas para este mes en Nueva York. Por su parte, los expertos en marketing y publicidad están tratando de encontrar la manera de salvar a sus clientes, sobre todo en la temporada FYC de los Emmy, ya que una gran cantidad de programas elegibles tienen programadas diversas proyecciones y eventos para atraer a los espectadores.

En un comunicado dirigido a sus 11.500 miembros, el sindicato de guionistas ha señalado a los grandes estudios y a los servicios de streaming por invertir cantidades exorbitantes de dinero en contenidos para sus plataformas, lo que está perjudicando a la propia industria del cine y la televisión. La WGA afirma que los desafíos que enfrentan los guionistas son cruciales para mantener la escritura de guiones como una profesión viable y sostenible a largo plazo. Además, el sindicato ha instado a sus miembros a unirse y defender sus derechos laborales y creativos.

“Esto es lo que todos los escritores saben: las empresas han roto este negocio”, declaró la WGA en el comunicado que anuncia las protestas. “Han tomado mucho de la misma gente, los escritores, que los han hecho ricos. Pero lo que no pueden quitarnos el uno al otro, nuestra solidaridad, nuestro compromiso mutuo de salvarnos a nosotros mismos y esta profesión que amamos. Esperábamos hacer esto a través de una conversación razonable. Ahora lo haremos a través de la lucha. Por el bien de nuestro presente y nuestro futuro, no se nos ha dado otra opción”.

Nadie en la alta dirección o en las trincheras de producción puede decir con exactitud adónde nos llevará la revolución del streaming. Pero casi todos los que tienen algo que decir temen que la nueva era traiga consigo escalas salariales mucho más bajas para los creativos y márgenes de beneficios para las empresas. Hollywood es una industria que funciona con historias, y punto. Sin los narradores no hay nada.

La huelga también puede ser vista desde otros puntos. La industria de la televisión ha experimentado cambios significativos en los últimos años, lo que evidentemente ha impactado tanto la forma de trabajo como el pago a los guionistas. Al sol de hoy, podría decirse que su labor se ha “devaluado”, debido a que las producciones crean contenido en formatos mucho más cortos. Ya no se realizan series de 22 a 24 episodios por temporada a lo largo de ocho o nueve meses. En su lugar, ahora son más comunes las series limitadas y que sólo producen de seis a diez episodios. 

Las producciones actuales a menudo contratan guionistas para que escriban durante un periodo de 10 o 13 semanas, previo a que empiecen sus respectivos rodajes. Esta dinámica impide a los escritores asistir al plató, como era usual, y formarse en su desarrollo.

Mike Blake/REUTERS

Al guionista David H. Steinberg le preocupa que el modelo tradicional de producción televisiva se vea amenazado. Steinberg creó y dirigió Los cuentos de Nick, una comedia de situación multicámara tradicional para Netflix. El programa constó de 20 episodios y fueron 11 guionistas los que trabajaron durante 40 semanas para llevar a cabo la historia dela producción. “Fue un gran sistema”, comenta. “A todo el mundo le encantaba. Entrenó a los guionistas e hizo que lo que funcionó fuera una serie mejor que si fueran solo seis episodios”. Sin embargo, las empresas de streaming se han dado cuenta de que no necesitan contratar a tantos guionistas ni hacer tantos episodios para atraer ganancias a sus bolsillos.

Durante el último tiempo, se ha hablado de la Inteligencia Artificial más que nunca.  Este tema también es uno de los puntos que se tocan en la discusión, pues temen que los estudios utilicen la IA para sustituirlos eventualmente, y el gremio ha presentado una propuesta para proteger a los guionistas de la invasión de la IA en sus créditos y compensaciones. La AMPTP rechazó esa propuesta y sugirió reunirse anualmente para debatir los avances tecnológicos y cómo están siendo adoptados por la industria. 

Como en todo, hay opiniones divididas. Escritores como Dave Schilling creen que “la idea de que los guionistas permitan o deban permitir que esta apisonadora nos arrolle no es realista”. Por su parte, Austin Bunn, guionista y profesor asociado de la Universidad de Cornell, considera que la IA podría resultar una herramienta útil. “Soy un poco partidario de la IA y de su papel en el proceso creativo”, afirma Bunn. “No me siento amenazado en absoluto. En última instancia, contar historias se reduce a una parte de mí que quiere expresarse. Una máquina puede elaborar una frase, pero no hay pasión detrás”. 

El impacto de la huelga va a ser significativo, especialmente en la industria de la televisión. Muchos programas se quedarán sin guiones, y los productores y directores pueden tener dificultades para rodar películas que requieran reescrituras. Las series cómicas nocturnas como The Tonight Show con Jimmy Fallon, junto a los programas de entrevistas diurnos como el The Drew Barrymore Show, serán los primeros en sentir el impacto, y se espera que las reposiciones sustituyan a los nuevos episodios.

Las cadenas lineales de televisión y cable podrían optar por programas sin guión, noticiarios y cobertura de eventos en directo, y las plataformas de streaming como Netflix, HBO o Amazon Prime, tendrán más oportunidades de pensar en una solución, mientras rearticulan series originales más antiguas. 

Se desconoce la duración de la huelga, que podría durar desde unos días hasta varios meses. Atrás en 2007 duró hasta 100 días, mientras que las protestas más largas registradas de la WGA, en 1988, duró 153 días. Aunque la huelga de guionistas de 2023 puede ser una mala noticia para los aficionados a la televisión y el cine, es importante recordar que es el resultado de problemas que remontan de décadas atrás. Los escritores llevan años luchando por mejores salarios, prestaciones y condiciones de trabajo, y esta huelga es la culminación de esos esfuerzos. La industria del entretenimiento, como muchas otras industrias, debe reconocer y atender las preocupaciones de sus trabajadores.

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