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Carla Morrison, renaciendo desde adentro

En ‘El Renacimiento’, su nuevo álbum, la artista reflexiona sobre su propia salud mental para poder empatizar con las inquietudes de otros

Por  GERMÁN RAMÍREZ

mayo 2, 2022

Chucho Contreras

Al igual que para muchos, los últimos dos años han sido de constante movimiento para Carla Morrison. Mientras el mundo todavía se adaptaba a las nuevas costumbres pandémicas, la artista se vio rodeada por bloqueos creativos, choques culturales y los estragos que el COVID-19 dejaba a su paso; todo eso mientras organizaba una mudanza transatlántica que la vería despidiéndose de su vida en París.

En entrevista con ROLLING STONE, Carla nos detalla cómo fue que llegó hasta donde se encuentra hoy en día y qué fue lo que la llamó a no alejarse de su proyecto musical. Ahora que El Renacimiento finalmente salió a la luz, la intérprete reflexiona sobre la importancia de llevar la conversación sobre la salud mental a su arte.

“Prepárate wey”, le aconseja entre risas la cantautora a su yo del pasado que ignoraba lo que el confinamiento le tenía en puerta. “Todo va a estar bien, va a estar mejor de lo que esperabas”. 

Durante el inicio de la cuarentena Morrison tomó la decisión de no ceder ante la presión que sentía por la industria para compartir nueva música. En un momento en el que sus colegas se apresuraban por lanzar sencillos constantemente, la cantautora se tomó un respiro para cuestionar la razones que la inspiraban a compartir su arte con el mundo “Todos tenemos una historia que atender y contar, ¿sabes?”, comenta. “Al final del día tienes que hacer lo que tú tengas ganas de hacer y no lo que crees que están haciendo los demás”.

La artista rescata del confinamiento la facilidad para conectar con sus seguidores, quienes al igual que ella buscaban un sentido de pertenencia con el mundo. A pesar de no ser muy afín a las redes sociales, Carla Morrison comprendió que debía aprovechar ese canal que tenía en sus manos para poder hacerle llegar su mensaje al mundo. La artista decidió comenzar con los Martes de Ansiedad, una dinámica en la que hablaba sobre salud mental desde su cuenta de Instagram. “Es una bendición tener esa conexión directa con el fan”, expresa. “Saber que todos estábamos pasando por ese momento de ansiedad me ayudó a ver lo bonito de las redes sociales”.

“Quería compartir que aunque una haga música o sea famosa, al final del día la pandemia es una mierda para todos. Te afecta y te impacta y es muy dolorosa”.

La tendencia a hablar acerca de la salud mental fue un eje central para la creación de este material discográfico. Fue “Ansiedad” el tema que abrió puerta a esta nueva era de la cantante, con un nuevo estilo de producción y una composición que dejaba ver a la intérprete con todo y sus aflicciones psicológicas. “En realidad yo primero quería sacar ‘Ansiedad’ para poder empatizar con todo lo que estaba pasando y que la gente que escucha mi música tuviera un escape”, expresa Morrison.

“Ansiedad” también se encargó de comenzar con lo que ahora son Los Cuatro Actos, o los primeros sencillos en ver la luz de El Renacimiento. Estos primeros lanzamientos surgieron acompañados de su propio videoclip musical, dirigido por Colin Solal –Charli XCX, Christine and the Queens, Metronomy– y coreografiado por Kiani Del Valle. El concepto que rigió la filmación de Los Cuatro Actos surgió de la colaboración entre Solal y Morrison, misma que nació en el momento en el que la artista le mostró por primera vez el tema “Ansiedad”. “Todo giraba a lo que yo había llegado a hacer a París. Vine a reencontrarme conmigo, un poco a renacer”.

La filmación de estos cuatro videos se realizó como un esfuerzo en conjunto entre Morrison, Solal, Kiani y todo el resto del equipo creativo. “Lo que más disfruté de trabajar en Los Cuatro Actos fue la compañía de Colin y Kiani. Ellos me empujaron al extremo de mi talento”, comenta. “Estaban detrás de mí como mi conciencia”.

Tuvieron que pasar casi cinco años para que Carla Morrison se convenciera de compartir un nuevo álbum de estudio con el mundo. En 2017 la artista publicó Amor Supremo (Desnudo) y desde entonces comenzó a alejarse de la música e incluso llegó a convencerse de que su trayectoria había llegado a un fin. “Cuando yo me mudé a París ya no quería hacer música nunca jamás. Estaba muy harta de la escena, no de los fans, sino de lo tanto que me bulleaban en México. Yo me mentía a mí misma y me decía que era fuerte, pero en realidad me estaba destruyendo”, confiesa. “La pandemia fue lo que me dijo ‘si el mundo se acabara, ¿de veras no quisieras hacer esto otra vez?’”.

“Me inspiró el hecho de hablar sobre mi relación conmigo misma. Todos mis discos han sido sobre relaciones, pero este disco es el que me hice a mí misma. Es el disco en el que al fin pude admitir que tenía depresión y tenía ansiedad; que tenía pedos y tenía que enfrentarlos para poder ser una mejor versión de mí”.

Contrario a lo que podría pensarse, la cantautora se inundó en un sentimiento de paz y tranquilidad al trabajar en este nuevo álbum. La posibilidad de abrirse con el mundo y empatizar con las personas que sufren por su salud mental le otorgó una serenidad que se vio reflejada en el proceso creativo del disco. “Cuando componía no había una presión por pensar cómo se sentirían al escuchar esto. Para mí era como decir ‘voy a hacer una rola de cómo me siento’”. 

En un principio la artista no pensaba en El Renacimiento como un proyecto final con fecha de entrega, más bien surgió de una compilación de sentimientos bajados a canciones. “Ansiedad” fue uno de los primeros temas que comenzó a forjar el camino por el que este proyecto se trasladaría para llegar a lo que es hoy. “Fue un reto porque yo he vivido con ansiedad prácticamente toda mi vida, entonces ponerlo en palabras era algo muy raro”, menciona Morrison. “‘¿Cómo escribo esto?’, decía. No es un bato al que le estoy escribiendo, es la ansiedad”. 

El Renacimiento también representó un parteaguas en la trayectoria de la tecatense, pues fue en este proyecto en el que se convenció de componer de la mano de otras personas. Gracias a la contribución de sus coescritores Alejandro y Demian Jiménez, con los que ya había trabajado antes desde el lado de producción musical, la cantautora logró plasmar sus inquietudes de una manera que hacía sentido a su corazón. “Qué chido tener a alguien que te diga que puedes hacer las cosas de diferente manera. Me di cuenta de que me gusta hablar de esto, de mis pedos”. 

“Qué fresco no hablar de una relación rota, sino de cómo yo estoy rota”.

“Me siento bien, me siento libre”, son las palabras que utiliza la intérprete para explicar cómo se encuentra después de haber explorado diferentes sonidos y temáticas para la creación de este nuevo álbum. “Creo que por mucho tiempo no me lo permití por el qué dirán y porque yo estaba dentro del personaje y no era mi persona. Ahora que soy más persona me siento bien, me siento contenta. Me hacía falta hablar de estos nuevos temas”.

Una temática recurrente en las letras de El Renacimiento son las mentiras que la artista ha llegado a decirse a sí misma. La presión por la fama y la ansiedad que provoca el ser reconocida ha causado estragos en el autoestima de la cantante, pero en lugar de ignorar estos problemas la artista se abraza a sí misma para poder reconocerse como un ser humano, con sentimientos humanos. “Me miento cuando digo que soy fuerte”, confiesa. “El ignorar y hacer ojos ciegos a cosas que no quieres hacer y seguir; esas son las mentiras que me digo a mí misma”.

“La vida de la fama y de ser reconocida es una vida muy cansada y a la vez muy exigente y muy rara. Estás compitiendo con un montón de gente, pero al final en realidad solo compites contigo. Entonces, cuando no defines lo que te está lastimando te estás mintiendo y estás mintiéndote cuando no atiendes esas partes de ti”.

Otra temática que inspiró a Carla Morrison a trabajar en este LP fueron las pinturas renacentistas que la acompañaron durante su estancia en París. Al estar pendiente del entorno parisino y habiendo tenido un acercamiento a la pintura desde pequeña por parte de su madre, la cantautora no se detuvo en cuestionarse si debería llevar el mundo de la pintura a su música. Al preguntarle cómo es que se vería El Renacimiento de ser un lienzo, la artista confiesa que se miraría como El nacimiento de Venus del renacentista Sandro Botticelli. “Yo me vi reflejada en Venus y en su historia, fue mirarlo y decir ‘ahora entiendo’”.

La llegada de este nuevo álbum representa una nueva era que cambia cómo se presenta ella como artista ante sus seguidores. “Me encanta la idea de poder sacar canciones que le hablen a mi generación”, expresa. “Mi generación a la que le gusta el reguetón; a mí me gusta el reguetón claramente, pero que tienen ese espacio en el que puedan hablar de sus pedos y esas cosas que no le enseñan a nadie”.

Finalmente, Carla Morrison reflexiona sobre los más de diez años de carrera que la acompañan y entre risas admite que si pudiera decirle algo a la Carla de 2009, que comenzaba a escribirle a sus fanáticos desde un blog en internet, sería que tendrá que resistir por mucho tiempo antes de sentirse segura con su carrera. “Los primeros 12 años van a estar bien cabrones. Aguanta bien cabrón porque cuando llegue el año 13 vas a sentirte como una artista, pero antes de eso vas a tener que picar piedra y va a estar bien gacho, pero valdrá la pena”.

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