James Bowen fue un habitante de la calle y adicto a la heroína quien se convirtió en un prestigioso autor cuando escribió sus memorias Un gato callejero llamado Bob, en donde cuenta cómo este felino práctiacmente le salvó la vida. El éxito del primer libro le permitió a Bowen escribir una secuela sobre sus experiencias (El mundo según Bob), convertirse en activista social y protector de los animales y publicar una serie de libros infantiles protagonizados por el adorable gato ginger como Bob: un gato muy especial, ¿Dónde está Bob?, Mi nombre es Bob y Por amor a Bob.
El veterano director Roger Spottiswoode (Turner & Hooch, Para o mi mamá dispara) fue el encargado de asumir las riendas de la versión cinematográfica protagonizada por Luke Treadaway como Bowen y con Bob como él mismo. Ahora llega a las salas de cine la secuela Bob el gato navideño, basada en la historia corta Un regalo de Bob y El pequeño libro de Bob.
El director de esta cinta es el también veterano Charles Martin Smith, actor en cintas como Los lobos no lloran, La historia de Buddy Holly, Starman, Los intocables y Operación encubierta, pero también el autor de El caminante de la nieve, La piedra del destino, Historia de un delfín y Mis huellas a casa.
La secuela de Martin Smith es tan dulce y entrañable como la cinta de Spottiswoode, y nos muestra a Bowen presionado por escribir un nuevo libro luego del éxito de Un gato callejero llamado Bob. A manera de flashback, Bowen le contará a un indigente una historia sucedida en medio de su proceso de rehabilitación, cuando el futuro escritor luchaba por pagar su cuenta de electricidad en medio de un fuerte invierno y se dedicaba a tocar su guitarra en las calles y vender revistas en compañía de su gato, quien solía viajar en el hombro de su amigo (Bob falleció en un trágico accidente en junio del 2020, seis meses después de completar la filmación de esta película).
El público escéptico y amargado tal vez no logre soportar el espíritu amable, dulce y gentil de esta película. Pero quienes amamos los animales, especialmente los gatos, no podremos evitar conmovernos con la historia de este hombre y su gato y derramar una que otra lágrima.
Bob el gato navideño merece una calificación de cuatro maullidos por hacernos creer de nuevo en el espíritu navideño, el cual se basa más en dar que en recibir. Ojalá que este gatito esté jugando y ronroneando en el cielo de los animales.