Andrés Durán es una de las máximas autoridades sobre Rock en Colombia. Lleva más de treinta años trabajando como locutor y presentador de productor de programas del género en emisoras como 88.9, Radiodifusora Nacional de Colombia y Radiónica, además de ser un gran coleccionista, promotor de artistas, DJ musical y conferencista en numerosos espacios académicos. Pero lo más importante sobre Andrés es que el Blues y el Rock están en su sangre y corren por sus venas.
Aprovechando la publicación de su libro sobre la historia del Blues, primer volumen de un gran proyecto sobre la historia del Rock, conversamos con Andrés sobre estos géneros y sobre las películas más importantes sobre Blues.
ROLLING STONE: ¿Es posible hablar de un padre del rock?
ANDRÉ DURÁN: Sí, claro que sí. Yo crecí a mediados de los 60 y recuerdo perfectamente que el mundo era en blanco y negro, muy cuadriculado. Después de ser adulto me doy cuenta de que lo mismo ocurría en Estados Unidos y en Inglaterra, que son las capitales donde comenzó el Rock. Si no es por lo que sucedió antes de los Beatles, ellos no hubieran podido hacer lo que hicieron. Estudiando sobre el asunto, me doy cuenta de que Elvis Presley fue primordial para que los Beatles fueran lo que lo que fueron, así como Chuck Berry. Si tomas en cuenta los documentos que dejó John Lennon, para él, el rey del Rock fue Chuck, pero él también tenía claro que Elvis era el rey también.
Entonces podríamos decir que había dos reyes, dos cabezas. Una, bonita y de ojos azules que bailaba muy bien y que excitaba a las niñas; y la otra negra, que no tenía nada atractivo, pero que poseía los superpoderes, que consisten en hacer solos de guitarra y componer canciones magníficas. Yo creo que de esas dos fuerzas nacen los padres del Rock. Para muchos es Elvis, y para otros es Chuck Berry, como lo es para mí, personalmente.
El Rock también trata de cambiar una sociedad, más allá de la música. Yo, por mi parte, me voy por el lado de la música. Elvis, pues era un poco limitado para componer canciones y tocar la guitarra de la manera tan monstruosa como lo hacía nuestro amigo Berry.
Mira que estaba pensando que el Rock es como un tablero de ajedrez. Está la ficha blanca y está la ficha negra…
ANDRÉS DURÁN: Sí, así es.
Para ti, ¿Qué es el Blues?
ANDRÉS DURÁN: ¿Para mí? ¿o académicamente hablando?
Para ti.
ANDRÉS DURÁN: Digamos que, en primer lugar, tengo que ubicarme en el tiempo y en el espacio, cuando descubrí que era el Blues. Fue entonces cuando tuve mi primera banda, High Voltage, y conté con unos compañeros de grupo bastante avanzados. Ellos apreciaban muchísimo la música progresiva, cosas que yo realmente no conocía ni entendía y dentro de ellas, el Blues. Pero hay que apuntar que yo siempre ha sido un fanático acérrimo de la música pesada, o sea, de los Beatles. No mucha gente entiende que los Beatles fueron lo más pesado que se encontraba a finales de los años sesenta, cuando era un niño. Me doy cuenta del Blues mucho después, cuando tenía el grupo que te digo, estamos hablando de finales de los 70, cuando se escuchaba ese Blues pesado… Demos una referencia: Stevie Ray Vaughan.
Entonces en uno de mis primeros viajes a Estados Unidos -recordemos que las tiendas de discos tenían vendedores especializados con disposición de enseñarle a uno- en una tienda que se llamaba Vibrations en La Florida, hice una compra sustancial como unos 20 vinilos y le dije al señor vendedor: “Por favor, quiero algo de blues. Que suene eléctrico, con buenos solos” y él me facilitó el primer disco de Stevie Ray Vaughan. Esa fue mi entrada al Blues.
Para mí, el Blues es un sonido diferente al del Rock. Es la plantilla del Rock, pero trae lo que me gusta, el golpe, claro que diferente. Fue difícil para mí en ese momento entender esa entrada del Blues en mi vida, porque como todos sabemos, el Blues es el producto del dolor, de una época bastante oscura en Estados Unidos. Pero yo no lo vi así. Yo lo vi como algo de fiesta, de pasarla bien.
Yo creo que existe una balanza, no sé qué pensarás, pero no todo el Blues es triste. Sin embargo, muchas personas tienen ese pensar, que el Blues es el Delta lamentándose con todos sus dolores, o el Chicago blues, que también habla de las dificultades del hombre afro. Pero en el Blues también hay fiesta. Ellos tenían que tocar en un cumpleaños y no podían estar tristes a cada momento. Digamos que esa parte de Blues es la que yo entendí y para mí, el Blues es eso. Es una de las fundaciones del Rock, que venía con esa fuerza energética en las guitarras y los compases.
Entonces, Andrés, hay un Blues triste, un Blues doloroso, pero también hay un Blues que se acerca al Rhythm & Blues que es más festivo, y ambos lados de la balanza colisionan en el Rock…
ANDRÉS DURÁN: Estamos de acuerdo, así es. Las dos cosas sirven para dar inicio al Rock. Esas bases que nos dejaron los bluesmen a finales de los de los ochocientos y durante los inicios de los novecientos, fueron determinantes para que el Rock fuera lo que es.
Te voy a dar dos nombres y tú me dices quiénes son… W.C. Handy.
ANDRÉS DURÁN: Bueno, yo creo que, en los campos de algodón, en los inicios del Delta Blues, una persona como W.C. Handy era supremamente importante, porque hace parte de los que comenzaron a descubrir todo este fenómeno del Blues. Entonces, creo que, si no es por él, por Alan Lomax y algunos otros, el Blues no hubiera sido, no se hubieran tenido archivos, testimonios sonoros. Ellos se preocuparon por llegar a ellos. Entonces creo que es bastante importante. Yo creo que, si estamos hablando de música, hay que escucharla y si vamos a escuchar sobre el Blues y sus inicios, pues, bueno, devolvamonos y descubramos quiénes fueron los encargados, que fueron ellos. Tengo un máximo respeto y admiración por su labor para rescatar lo que realmente fue el Blues.
Es un problema arqueológico ¿no es verdad? El Blues precede a las primeras grabaciones, entonces los primeros testimonios del Blues, los tenemos a partir de las primeras grabaciones y muchas de ellas se perdieron o simplemente no se hicieron…
ANDRÉS DURÁN: Cierto. Totalmente. Así es.
El Rock no es solamente masculino. ¿Quién fue Mamie Smith?
ANDRÉS DURÁN: Se puede decir que fue la primera gran estrella del Blues, y esto obedece a la siguiente razón. Cuando comenzaron a grabar en los estudios a inicios de los novecientos, se facilitó tener mujeres para que cantaran el Blues, porque además de su voz, eran un gancho promocional para vender. Estaba claro que la mujer atrae ¿no? Pues atrae por su aspecto, su forma de vestir y de actuar. Entonces esa fue una fórmula fabricada para lograr ventas al comienzo. Digamos que fue tal cual como Brian Epstein le quitó el vestido de cuero a los Beatles y les puso los trajes Pierre Cardin para que pudieran lograrlo.
Yo creo que en el Blues una de las muchas estrategias consistió en tomar a las mujeres como las grandes estrellas de esta música, para poder tener un muy buen mercado, cosa que funcionó y pues Mamie Smith fue la primera gran artista reconocida, aunque, pues en esto del Blues, en esa arqueología como tú dices, es bien difícil saber quién fue el primero. Pero sí, hay archivos que lo demuestran. Aquí tengo un disco muy bello, que conseguí hace poco…
¡Uy! ¡Dios mío! ¡Ma Rainey! ¡La madre del Blues!
ANDRÉS DURÁN: ¿Entiendes mi emoción? De ahí la importancia de ser constante para llegar a estas grabaciones, porque duré mucho tiempo sin tener nada de ella y ahí está.
¿Cuál es tu grabación más preciada de esa inmensa colección que tienes?
ANDRÉS DURÁN: Hay muchas, muchas, muchas. Espera me ubico con respecto a tu pregunta. Me ubico con los pies en la tierra y en la realidad. A través de una aplicación que se llama Discogs, en donde he incluido mi colección musical, me llevé la sorpresa de que los discos que yo creía que eran los más preciados y los más costosos, pues no lo eran. Y algunos discos que no los consideraba tan valiosos, pues lo son. En este momento, me encuentro como en una línea divisoria entre los discos que para mí valen mucho sentimentalmente, más por la emoción por alguna situación, pero que realmente los consigues por un precio muy económico, y los otros. Por ejemplo, el Rocka Rola de Judas Priest. Parece que tengo una edición bastante especial porque tiene un pequeño sello, que demuestra que es diferente a los demás.
Un sello de Collectors Edition. Un certificado “Vintage”
ANDRÉS DURÁN: Para mí, este disco era absolutamente normal en mi colección, pero luego me doy cuenta de que es costosísimo. Entonces no sé, en este momento. tengo tanta música que no sé cuál sería el más.
Yo me imagino que también como coleccionista, los dos conectamos con algo y es que más allá del valor monetario, hay unos discos muy cercanos a nuestra alma, a nuestro espíritu, ¿Cuál sería ese?
ANDRÉS DURÁN: Yo no te puedo responder por uno, te puedo responder por varios… Mira, te respondo de esta manera. Siempre tuve muchos discos conmigo. En la primera etapa, obviamente por ser niño, yo no podía comprar discos y no tenía el dinero. Pero sin mover el dedo meñique de mi mano, en este equipo que tengo acá al frente mío, que es una herencia de mi abuelo, había dos cajones: el del lado izquierdo con discos de música clásica y zarzuelas, y al lado derecho, con solo Rock and Roll. En ese entonces, yo calculo que había ahí como unos cuatrocientos y quinientos discos, que, para un niño de cuatro o cinco años, a finales de los años sesenta, es muchísimo. Después la cosa se pone mejor, porque de Chapinero me traslado a la avenida 19 ¿te acuerdas? con todas esas casetas de venta de discos…
Las casetas legendarias de la 19…
ANDRÉS DURÁN: ¡Sí! Mi padre era banquero en el Banco de Colombia, tenía dinero y todo lo que él me daba, yo lo ahorraba para comprar discos. Entonces lo que hice fue comprar un platero. Eso fue una idea mía. En el platero, pensaba, si este soporta los platos que son pesados, pues puede soportar mis LP. En ese momento, fue cuando comencé a comprar. Yo tendría por ahí unos cien o unos doscientos discos. Muy pocos. Pero sí me acuerdo cuáles eran. Y ahí te respondo.
Cerca de mi corazón, los Beatles, lógicamente. Los Rolling Stones no. Ellos llegaron después, por cosas de la vida. Bueno, se puede decir ya de una vez que mis tías, que vivían en mi casa, eran de las que pensaban que los Rolling Stones eran mala influencia, entonces pues me tocó a mí después llegar a ellos. Pero bueno, primero los Beatles y el Rock pesado. Yo escuchaba Led Zeppelin y me encantaba. Tuve los cuatro primeros discos en mis manos, porque como estaban en la 19, ahí los compraba o los encargaba. En ese momento de mi vida, las tiendas colombianas no me servían, porque ellos no tenían a la venta los primeros tres discos de Led Zeppelin.
Me encantaba todo lo pesado. Como te había dicho, eso para mí era importantísimo, sumado al progresivo, gracias a la influencia de mis amigos. King Crimson fue súper importante para mí y me impactó mucho. También sumergido en esto y en la parte más psicodélica, Pink Floyd, que para mí era majestuoso. Y la parte pesada y prohibida, estaba en Black Sabbath. Fue algo que encontré por allá en el 76. A los 10 años, yo tenía el álbum Sabotage, pero luego me tocó echar hacia atrás y seguir comprando los discos a medida que salían o llegaban. Fue un hallazgo propio que me encantó.
Digamos que mi pirámide se basa en los Beatles, Led Zeppelin, Pink Floyd, Deep Purple y pues, posteriormente, ya entran los Rolling Stones. Un poco tarde, pero me llegan mucho ¿Qué más te puedo decir? Esas son básicamente mis influencias principales. Me encantaba Sweet y Gary Glitter. Era lo más pesado que había cuando iba a estudiar al Colombo americano y hacían sus fiestas. En ese momento me convertí en DJ sin saberlo, porque, como siempre, estamos en un país en el que cuando había fiesta llevaban “chucu-chucu”. Entonces yo llevaba debajo de mi brazo el disco de Sweet y la gente no conocía eso, pero al ponerlo en la tornamesa que llevaba el profesor, todo el mundo terminaba bailando y yo era el que promovía eso. Desde muy joven, me encantó esa sensación de enloquecer a la gente con la música y más aún, cuando no conocen qué es. Puedo decir que mis paisanos, ahí sumergidos en lo tropical, fueron despertados. (Risas)
El Rock es una conexión mágica, diría yo, porque escuchándote estaba pensando en que yo tenía unos siete años y una tía me regaló el Álbum Azul de los Beatles…
ANDRÉS DURÁN: ¡Ah, claro!
No sabía qué era eso. Lo puse en mi tornamesa donde sólo ponía discos de Disneylandia, esos de cuentos…
ANDRÉS DURÁN: ¡Yo también! ¡Esos discos eran importantísimos para mí! ¡Claro! Los discos de 7 pulgadas con el librito anexo al que había que cambiarle la página cuando sonaba la campanita de Peter Pan… Pero has dado, has dado, has dado en el clavo. El Álbum Rojo y el Álbum Azul, que este año cumplen 50 años, estaban ahí en el cuadrante del Rock, en el equipo de mi abuelo, y eran mis favoritos. De esos dos discos, bueno, para mí era más importante el Rojo. Yo no sé. Tal vez porque es más rockanrolero y para un niño como yo, pues me ponía loco a bailar y cantar. El Azul era más como más raro y pesado, lo ponía de vez en cuando…
Yo llegué primero al Azul, después llegué al Rojo y entre los dos entré con Meet The Beatles, cuya edición colombiana tenía un subtítulo muy curioso en español: “Las escobas que cantan”.
ANDRÉS DURÁN: ¡Claro! ¡Creo que yo soy igual que tú! Bueno como mi tía tenía todo, entonces, como te acabo de decir, yo escuchaba el álbum Rojo más que el Azul, pero había muchos discos más: Santana, Janis Joplin, una fonoteca impresionante. Cuando ella se va y me toca comprar mis discos, los primeros que yo compré fueron el Álbum Azul, porque el Rojo no lo había.
Al parecer, el Rojo aquí era muy escaso…
ANDRÉS DURÁN: Entonces fíjate que diste en el clavo. Esos dos discos para mí son fundamentales. Pueden ser los más preciados.
Y para mí. Desde que era niño yo tengo ese Álbum Azul y es casi imposible de escuchar de todas las veces que lo puse.
ANDRÉS DURÁN: ¡Claro! ¡Me imagino! Así tiene que ser.
Recuerdo también un sencillo de 45 revoluciones de Gary Glitter. Baby, Please Don’t Go. Tampoco ya ni se escucha de todas las veces que lo puse bajo la aguja. Ahí fue donde después me enteré de Them y Van Morrison.
ANDRÉS DURÁN: ¡Claro! exactamente a mí me pasaba lo mismo. Yo escuchaba Blues sin saber que era Blues.
¿Cuáles películas crees tú capturan la esencia del Blues?
ANDRÉS DURÁN: Bueno, yo ya tenía claro que me ibas a hacer esa pregunta, como amante del cine que eres. Pues acá tengo lo que para mí es el compendio más importante del Blues a nivel audiovisual.
THE BLUES (2003)
ANDRÉS DURÁN: Esta colección de siete episodios organizada por Martin Scorsese, con diferentes directores, muestra lo que es en esencia el Blues, los padres de esto y las grandes historias. El Delta Blues, el Memphis Blues, el Piano Blues.
Clint Eastwood dirige un episodio, Wim Wenders otro.
ANDRÉS DURÁN: Este es el documental, creo, dirigido a cualquier persona que quiera tener claro lo que de verdad es el Blues.
THE AMERICAN FOLK BLUES FESTIVAL (1962-1968)
ANDRÉS DURÁN: Para mí es básico tener esto. Tú lo debes conocer muy bien. Son tres volúmenes y lo recomiendo bastante. Es una colección de presentaciones de lo que fueron los primeros bluesmen de la historia: Muddy Waters, Little Walter, Buddy Guy. Me lo sé de memoria.
CHUCK BERRY – HAIL, HAIL ROCK ’N’ ROLL (1987)
Por otro lado, ya que hablábamos de Chuck Berry, esta cinta también la conoces muy bien.
El concierto de conmemoración del cumpleaños número 60 de Chuck Berry, dirigido por Taylor Hackford…
ANDRÉS DURÁN: ¡Sí señor! Ahí por primera vez entendí bien lo que era el Blues y el Rock. ¿En qué año salió esto André?
Finales de los ochenta…
ANDRÉS DURÁN: Sí, yo también creo que es por esa fecha. Yo ni siquiera había hecho radio en ese entonces. Esta película me puso en el sitio que era.
Allí uno descubre el aire country que tenía Chuck Berry, combinado con ese Blues festivo que tenía.
ANDRÉS DURÁN: ¡Claro! Ese espíritu es clave.
BILL WYMAN’S BLUES ODYSSEY (2002)
ANDRÉS DURÁN: Pues, Wyman es el bajista de los Rolling Stones y él conoce todo tal y como fue. Además, para él, saber sobre Blues es toda una pasión. No sé si conoces el libro también, es impresionante
La verdad no…
ANDRÉS DURÁN: Tienes que conocerlo. Es más grueso que la misma antología de los Stones y es una mejor lectura en término de memorias. Mejores fotos, mejores tiquetes. Este hombre es el que sabe.
MUDDY WATERS – LIVE AT THE CHICAGO BLUES FESTIVAL (1998)
MUDDY WATERS AND THE ROLLING STONES – LIVE AT THE CHECKERBOARD LOUNGE CHICAGO (1981)
ANDRÉS DURÁN: Estas películas en concierto sobre guitarristas son obligatorias. El Chicago Blues Festival con Muddy Waters sí que me parece importante, así como el concierto junto a los Rolling Stones.
B.B. KING – LIVE BY REQUEST (2003)
B.B. KING – LIVE (2008)
ANDRÉS DURÁN: B.B. King, a quien lógicamente hay que mencionarlo, tiene dos películas clave. La primera es Live By Request que, como su nombre lo dice, hace parte de un programa de televisión que le solicitaba canciones al artista para que este las interpretara y explicara su historia. Live incluye sus últimas presentaciones, en las cuales yo estuve presente.
¡Maravilloso!
ANDRÉS DURÁN: Yo tuve un presentimiento, que sé yo. Convencí a unos amigos y estuvimos en primera fila. El Señor, como siempre solía hacerlo, repartió cosas y me dio en la mano tres prendedores. Uno se lo regalé a mis amigos que me llevaron allí, el otro se lo di a mi novia del momento; y el otro, lo conservo yo. Para mí fue algo muy importante.
BUDDY GUY WITH G.E. SMITH AND THE SATURDAY NIGHT LIVE BAND – LIVE: THE REAL DEAL (1996)
ANDRÉS DURÁN: Tenemos a Buddy Guy, que para mí es el guitarrista más duro.
Y para Jimi Hendrix también.
ANDRÉS DURÁN: Este concierto me parece obligatorio para todo amante del Blues.
Hendrix y casi todos los guitarristas le rinden reverencia ¿Cuál es el otro que me mostraste?
BUDDY GUY AT GLASTONBURY (2008)
ANDRÉS DURÁN: Acabé de verlo en el Central Park, en la gira de despedida, y no tengo palabras, André. Eso es algo sublime. Poder estar al frente de ese señor fue algo realmente impresionante.
JOHN MAYALL & THE BLUESBREAKERS AND FRIENDS – 70th BIRTHDAY CONCERT (2003)
ANDRÉS DURÁN John Mayall me parece un músico muy importante, sobre todo en Inglaterra. Aquí junto a Eric Clapton, Chris Barber y Mick Taylor, todos buenos invitados.
La cuestión del legado. Estaba pensando en U2 con B.B. King en la película Rattle And Hum… When Love Comes To Town
ROY BUCHANAN – LIVE FROM AUSTIN (1976)
ANDRÉS DURÁN: Buchanan es uno de mis guitarristas favoritos. Padre y uno de los duros de la Telecaster, sin lugar a duda.
RORY GALLAGHER – IRISH TOUR ‘74
RORY GALLAGHER – THE COMPLETE ROCKPALAST COLLECTION (2005)
ANDRÉS DURÁN: Gallagher es otro de mis favoritos.
M FOR MISSISIPPI (2008)
ANDRÉS DURÁN: También recomendaría esta película documental, que es un viaje a través de los lugares donde nació el Blues.
YOU SEE ME LAUGHIN’ – THE LAST OF THE HILL COUNTRY BLUESMEN (2003)
ALBERT COLLINS – IN CONCERT (2003)
ALBERT KING WITH STEVIE RAY VAUGHAN – IN SESSION (2010)
GARY MOORE – LIVE AT MONTREAUX (2010)
ANDRÉS DURÁN: Albert Collins, otro de mis guitarristas favoritos junto a Albert King. Ese concierto con Stevie Ray Vaughan lo recomiendo muchísimo. ¡Monstruoso! Gary Moore tiene cosas muy buenas y bellas.
Recuerdo las cosas que hacía Moore con Phil Lynott de Thin Lizzy.
CROSSROADS (1986)
ANDRÉS DURÁN: Y bueno, aparece esta película muy entretenida con el famoso duelo de guitarras entre Ralph Macchio, el “Karate Kid” y Stevie Vai, y pues, las dos guitarras las hace Ry Cooder.
¡Muy gracioso! Pero ese duelo paga la boleta, diría yo.
ANDRÉS DURÁN: ¡Claro que sí!
THE BLUES BROTHERS (1980)
ANDRÉS DURÁN: Esa es la más importante de todas, sin lugar a duda. Cuando yo la vi de niño, yo no sabía qué era eso. Pero como estaba en Chapinero y tú sabes que había tres funciones, Matiné, Vespertina y Noche, pues la vi tres veces en un día y al día siguiente, volví a verla dos veces más y el domingo también. A mí eso me parece de locos. Hoy en día, yo no lo haría.
Yo también hice eso muchas veces con muchas películas.
ANDRÉS DURÁN: ¡Exacto! Por ejemplo, las óperas Rock las veía cinco, seis, diez veces. Feliz con ese sonido, André. Con esa imagen gigante, eso me absorbió.
No es que hayamos crecido, los cines eran de verdad grandes.
ANDRÉS DURÁN: En todo sentido. Y esas funciones de conciertos y de películas musicales realmente nos criaron. Salas de cine grandes, espaciosas, altas, con palco, con segundo piso, pantallas gigantes.
¿El rock está muerto?
ANDRÉS DURÁN: Yo no sé por qué hay gente que se empeña en decir eso. Yo creo que la gente que dice que ha muerto lo hace por lo que ocurrió con el Hip Hop. Yo viví en Estados Unidos cuando comenzó el Hip Hop y yo siempre he visto al Hip Hop como un hijo del rock. Yo no lo veo como una república independiente. Cypress Hill y Pearl Jam…
RUN-D-M.C. y Aerosmith, Los Beastie Boys y Led Zeppelin, Public Enemy y Anthrax…
ANDRÉS DURÁN: El Rock y el Blues están más vivos que nunca.
Tú lo has dicho.
ANDRÉS DURÁN: ¡Keep on Rockin’!
P.D. Luego de la conversación, nos acordamos de Ma Rainey’s Black Bottom, esa espectacular película de Netflix con Viola Davis y el fallecido Chadwick Boseman.