Bernard Fowler, “El Tío B” de los Rolling Stones

El vocalista de Sus Majestades Satánicas volverá a presentarse esta noche en Buenos Aires, en el teatro Vórterix

Por  JORGE LUIS FERNÁNDEZ

abril 11, 2022

Bernard Fowler

De vuelta en la Argentina, Bernard Fowler llegó para participar en un documental sobre tango donde cantará (en inglés) un par de clásicos del 2X4. Y aprovechará la ocasión para presentarse junto a una banda compuesta por amigos músicos locales esta noche, a partir de las 21, en el teatro Vórterix. Su larga e intensa relación con el país se remonta a la primera visita de los Rolling Stones, en 1995. En aquella oportunidad hubo una fiesta en el hotel Four Seasons, donde los Stones se alojaban, y Fowler se retiró temprano. “Un muchacho me preguntó por qué me iba y le dije que no estaba de ánimo. Me preguntó a dónde iba, y le dije que me retiraba a mi habitación a escuchar música. Y se vino conmigo, estuvimos hasta cualquier hora. Al día siguiente conté que había pasado la noche escuchando música con un tal Charly, y nadie lo podía creer. ¿Estuviste con Charly García?, me decían. Así que sin saberlo estuve con semejante celebridad, y nos hicimos amigos”. ¿Puede saberse qué escucharon aquella noche? “De todo, menos Beatles”.  

En sus inicios, Fowler era un regular habitué de Paradise Garage, la disco responsable de haber inventado la cultura clubbing a fines de los ochenta. Por aquella época, integraba el grupo Peech Boys –donde también participó el legendario DJ Larry Levan–, cuyo single “Don’t Make Me Wait” está considerado el primer hit de house y los llevó a visitar Europa. De regreso, Fowler luego colaboró con Material, banda clásica del downtown neoyorquino, y su líder, el productor y omnívoro musical Bill Laswell, lo contactó con Mick Jagger cuando el Stone planeaba su primer álbum solista, She’s The Boss. “Mick me dio un demo con las canciones y yo se lo devolví con mis voces sobregrabadas, ¡y le encantó!”, dice. “Quedamos en contacto, y cuatro años después me llamó para cantar en Steel Wheels. Desde entonces nunca dejé de trabajar con los Stones”. 

Fowler participó con un ABC de los grandes del rock, desde Yoko Ono (“no podías grabar con ella si tu horóscopo tenía un mal día”) hasta Lemmy (“doblé su voz en Orgasmatron, y nunca lo supo hasta que se lo conté mientras lo llevaba en mi auto por Los Ángeles”). Pero con los Stones, asegura haber participado en todas y cada una de sus giras. Dice ser ya parte de la familia y que vio crecer a sus hijos y nietos, que lo llaman “Uncle B”. Y que el grupo pensó mucho en realizar su tour mundial por el 60 aniversario sin Charlie Watts en la batería. “Pero Charlie no hubiera querido que abandonen los escenarios”, dice Fowler. “Charlie era un señor, una de las personas más bellas que conocí. Fue él quien me animó a cantar jazz, algo por lo que le estaré eternamente agradecido”.