“‘Sólo le pido a Dios’ es un pedido por la paz, que está bastante maltratada, ahora y desde hace mucho tiempo”, explica León Gieco. Estamos en la tekkia sufí Halveti-Yerrahi, en el barrio porteño de Colegiales, donde el músico, convocado por el Alma Sufí Ensamble, grabó una versión con un sentido estético, espiritual y fundamentalmente pacifista de su emblemática canción junto a Nuri Nardelli, que cantó en árabe, y Gastón Saied, referente de la colectividad judía en la Argentina, que la interpretó en hebreo. “Hacemos estas cosas porque sentimos la impotencia frente a los horrores de la guerra, aunque sabemos que esto no va a cambiar absolutamente nada, porque la guerra habla otro idioma”, agrega Gieco.
“La convocatoria para elevar un canto y una melodía por la paz me sorprendió gratamente”, cuenta Saied. “A veces la música trasciende algunas barreras físicas. Creo que al participar con estos músicos increíbles, en este entrecruzamiento de religiones, el pedido por la paz tiene un peso aún mayor”.“Lo hermoso de esta canción es que es atemporal”, argumenta Nardelli. “Por eso grabarla en esta mezquita la resignifica”.
Publicada originalmente en IV LP (1979), “Sólo le pido a Dios” se transformó en un himno universal. Fue interpretada en infinidad de idiomas por artistas de la talla de Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat, Pete Seeger, Víctor Heredia, Bruce Springsteen, Bono (U2), Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel, Antonio Tormo, Sixto Palavecino, Estela Raval, Florent Pagny y los Pibes Chorros, entre otros. León la interpretó al cierre de B.A. Rock en 1982 junto a Raúl Porchetto, Miguel Cantilo y Piero, y también frente al Papa Juan Pablo II (en 2000) y el Papa Franciso (en 2023), junto al gaitero español Carlos Nuñez en el teatro Colón, acompañado por voces de los pueblos originarios como Beatriz Pichi Malén (mapuche) y Charo Bogarín (qom).
Desde su creación, el Alma Sufí Ensamble se propuso difundir músicas sagradas al mundo entero. Y, en esa línea, lanzaron en YouTube la serie Muezzlin Sessions, un proyecto audiovisual que convoca a músicos populares (Martín Buscaglia, Julián Kartun, Pablo Dacal) a interpretar el tradicional llamado a la oración en las mezquitas e interactuar con el ensamble, que está grabando su primer disco, y a conversar sobre el vínculo entre la música y la espiritualidad.
Como un desprendimiento de ese proyecto surgieron las Ilahi Sessions, en las que cantoras populares como Delfina Cheb o Melina Moguilevsky abordan melodías sagradas del mundo islámico. Se trata de una experiencia inédita que esperan replicar en otros países.