Con Let´s Start Here, Lil Yachty lleva el hip-hop a una dimensión cósmica

El rapero acaba de reinventarse con una gran audacia y una dosis de rock psicodélico, pero... no le pidas que te lo explique

Por  ROLLING STONE

julio 14, 2023

Yachty en Chicago, el año pasado.

En 2016, con 19 años, Lil Yatchty salió a la luz como un inconformista de rastas rojas y cabeza fresca que descaradamente plantó la bandera de la Generación Z en el hip-hop. Canciones como “Minnesota” dejaron a muchos con un gusto a intriga en la boca, pero los tradicionalistas lo denostaban por hacer mumble rap (un microgénero basado en susurrros), decían que era un advenedizo insultando la esencia del hip-hop con sus gorjeos tibios. Pero eso no lo detuvo. En los años transcurridos desde entonces, Yachty ha seguido probando cosas nuevas, mientras otros artistas se han estancado recauchutando fórmulas repetitivas. “¿A quién le importa?”, dice ahora. “Va o no va. Es así, man. Sólo se vive una vez, así que hacé lo tuyo y listo”. 

    Su última apuesta creativa es Let’s Start Here, un proyecto de rock psicodélico que nos ofrece a Yachty como el cantante principal de su propia banda de amigos (que incluye figuras del indie como Alex G, Mac DeMarco y uno de los MGMT). Juntos, flotan a través de un mundo de melodías almibaradas y afirmaciones de ensueño como “Me siento tan lindo”. 

    Durante la charla que tuvimos, Yachty, que ya cumplió los 25 años, no soltó mucho sobre la creación del disco, prefirió mantener el misterio al respecto. Pero sí nos ofreció algunos detalles sobre el proceso de grabación, que duró seis meses escalonados en Texas, Nueva York y otros lugares, y que dice fue “divertido” en cada etapa. En varias ocasiones pudo mostrarles su trabajo a “grandes nombres” como Kendrick Lamar, J. Cole, A$AP Rocky, Drake y Tyler, the Creator.

“Todos quedaban extasiados”, dice, “y eso me hizo sentir bien”.

Dijiste que el título de Let’s Start Here era como el comienzo del segundo capítulo de tu carrera. ¿Cómo definirías el primer capítulo?

Una época de aprendizaje en la que me divertía también. Todavía se está armando todo ahora, estoy creciendo. Pero era tan joven, sabés, sólo trataba de descubrir mi lugar y cuál era mi meta y cómo funciona todo. Fue un gran comienzo y [yo estaba] tratando de armar lo que hacía mientras vivía y disfrutaba.

¿Te parece que el hip-hop podría aceptar más a los artistas jóvenes a medida que crecen?

No sé. Tampoco me importa. ¿A quién le importa? No necesito la aceptación de nadie. A la gente se le va la mano buscando la validación de los demás.

¿Cuál fue el catalizador inicial para este álbum?

Fue una llamada con Tyler que me decidió. Ya tenía ganas de hacerlo, pero hablar con él fue como decir: “OK, lo hago”.

¿Cómo fue esa conversación? ¿Le dijiste: “Sabés, estoy queriendo explorar algo”, y él te dijo: “Dale, hacelo”?

No lo recuerdo del todo, pero fue muy motivador e inspirador. No sé si le dije cuáles eran mis ideas concretamente, fue más bien como que me dijo: “Lo que sea que esté en tu corazón y en tu mente, hacelo. Y hacelo ciento por ciento, no te achiques ni busques atajos”.

A partir de ahí, ¿cuáles fueron los primeros pasos que diste para poner la pelota en movimiento? ¿Te acercaste a los músicos que después te ayudaron a construir el disco?

Eran todos amigos. Llamé a un amigo, después me reuní con otro, después ellos llamaron a uno de sus amigos y así. El concepto estaba en mi cerebro. No es nada nuevo.

Lil Yachty, retratado por Tom Harrison.

¿Qué recordás de las primeras sesiones?

Ya nos conocíamos, así que no fue incómodo. Y yo ya tenía un montón de canciones que suenan como canciones de este disco. No es que estaba entrando en un mundo nuevo: esta es la música que he escuchado desde bebé. Es nuevo para el público, pero en mi propia vida no fue una experiencia nueva. Esto es lo que yo hago… Pero bueno, igual no sabía cómo íbamos a hacerlo realmente. Pensé que estaba poniendo la vara bastante alta. [Escuchar] un disco como Dark Side of the Moon y decir: “OK, ahora quiero hacer mi versión…”. O sea, no es un disco fácil de hacer.

Hiciste referencia a las drogas psicodélicas en varias entrevistas. ¿Qué tan importante fue ese factor en el proceso de grabación?

Cero importante. Nada. No fue un factor en absoluto. No puedo grabar música drogado. Tengo que estar completamente sobrio. Pero a la vez me drogué lo suficiente como para saber qué estoy buscando. O sea, no tengo que estar drogado para que suene drogado.

Dijiste que de chico escuchabas todo tipo de música. ¿Alguna vez escuchaste eso de que “esta es música de gente blanca”?

Obvio. Y me importa un carajo, hermano. Es tan difícil que me ofenda con lo que dicen…  O sea, hago lo que quiero. ¿Me entendés? La gente dice que este disco es música de gente blanca, OK. ¿A quién le importa? ¿Qué es la música de gente blanca, me querés explicar?

También dijiste que hiciste este disco en parte porque “querías que te tomaran en serio como artista y no sólo como un rapero de SoundCloud, no sólo como un rapero emo”. ¿Qué les dirías a quienes creen que los raperos de SoundCloud y los que hacen mumble rap merecen ser tomados en serio?

Mirá, la cosa es así. No puedo hablar por nadie más. No soy la voz del pueblo. No respondo por la ética de trabajo o la creatividad de nadie más, sólo por la mía. Y quiero que me tomen en serio. No soy un rapero emo. No soy un rapero de SoundCloud cualquiera. No estoy hablando de todos los raperos de SoundCloud. Estoy hablando de mí, ¿entendés? Quiero dejar eso en claro. Esto es para mí, porque no todo el mundo tiene mi ética de trabajo. No todo el mundo va a dedicar horas a comprender un nuevo género y cómo ejecutar algo de la manera adecuada.

Siento que mucha gente proyectó eso a partir de tus comentarios, tal vez injustamente. Hay gente tan sobreprotectora del hip-hop, que cada vez que alguien quiere hacer otra cosa, parece como si estuviera diciendo que el hip-hop es “menos que”.

Tal cual, es muy loco eso. Y los mismos que hacen eso son los que destruyen el talento de mucha gente. Los que dicen, por ejemplo: “Vamos, no sos un verdadero rapero. Esto no es rap de verdad”. Conclusión: no podés complacer a todos.

Dijiste que pasaste un período de prueba para demostrar que podías rapear. ¿Cómo te sentís ahora?

Me encanta. Siento que me hicieron fuerte, que me hice hombre. Todo eso hizo que me preocupara más por lo que hago. Me hizo querer aprender, ser mejor, afilar la espada, nunca dar nada por sentado.

¿Llegó alguna vez un punto con ese estigma en el que fue difícil seguir adelante?

No creo que nada sea difícil en la vida. Nada más me llevó algo de trabajo y esfuerzo, y todavía siento que tengo más trabajo que hacer si se trata del rap y cómo la gente me percibe. Aunque me importa menos.

¿Cuánto tiene que ver esta dinámica de la que estamos hablando con el estigma contra los raperos si hablamos de los premios, la radio, los festivales?

Cero. No me importa nada toda esa mierda. Hago todo tipo de música. No tiene nada que ver con los frutos que no vienen de ser rapero, vienen de otro lado. Me gusta hacer música de todo tipo. Eso es todo. No tiene nada que ver con no recibir amor o respeto o no ser invitado a una entrega de premios.

¿Sentís que vas a tener esa motivación con cada disco que hagas, para probar algo a cierta audiencia?

No necesariamente. Pero no hice este disco para demostrar que podía hacerlo. También quiero que me tomen en serio. Pero no fue como: “Ay, necesito que me tomen en serio. Déjenme hacer este tipo de disco, porfa”. Quería hacer un gran disco y sentía que podía hacerlo mejor de esta manera que si hiciera un disco de rap.

Estaba escuchando tu entrevista con Zane Lowe y me pareció que hacías referencia a un documental. ¿Escuché mal, o…?

Le decía que tengo uno, pero no sé si publicarlo o no. De la misma forma que nunca sé si hacer esto de las entrevistas. No me importa decírtelo, [porque] hablando se revela todo, se abre la cortina. “¿Quién te inspiró? ¿De qué hablaron? ¿Cuándo hablaron de eso? ¿Qué te hizo hacer esto? ¿Por qué?” Entonces ya no es un proyecto especial, porque ya se sabe todo. Ya no es “Guau. ¿Cómo lo hizo?”. Le quita cualquier factor… digamos, cualquier sorpresa, [cualquier] elemento genial y oculto. Y eso siento que es un problema con la música hoy en día. Todo el mundo está compartiendo todo en exceso. Todo es social. Cuanto más das, menos genial es.

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