[Cuestionario RS] Favio Posca: “Soy un artista trans”

A punto de estrenar su nuevo espectáculo, 'Transensual', en el Paseo La Plaza, Favio Posca responde el cuestionario RS

Por  HUMPHREY INZILLO

agosto 1, 2024

Favio Posca tuvo un exitoso arranque, con entradas agotadas, en su nuevo espectáculo.

GENTILEZA PRENSA

Transensual es el espectáculo que más tiene que ver conmigo de todos los que hice. Por eso la palabra ‘transensual’, porque creo que yo soy un artista trans, desde cómo funciono arriba del escenario, desde la no actuación, desde el dejarme realmente penetrar y atravesar por mis personajes. En donde prácticamente yo, como Favio, dejo de existir. Quedo como en  un estado de inconsciencia total, para dejar hablar a las  creaciones que voy componiendo. Eso me parece un acto de sangre absolutamente trans. Y siento que soy artista que tiene una raza trans”, explica Favio Posca. El actor, autor y también cantante está hablando sobre Transensual, su nuevo espectáculo, que arranca este viernes, a las 21.45, en el Paseo La Plaza (también se puede ver los sábados, en el mismo horario). El arranque es exitoso, en las boleterías estará colgado el cartel de “Localidades agotadas”.  

 “Empecé a componer este espectáculo a partir de una necesidad natural. Yo siento que lo trans es ir a lo natural de cada uno, sin importar religiones, dogmas, estigmas… Cosas impuestas, primeros universos o seteo mentales que tenemos. Lo trans va a eso: va a recuperar la inocencia de lo natural y el deseo que uno tiene realmente. Y yo como artista siempre fui autista respecto de lo que es la Matrix o lo que ordena la sociedad. Siempre fui por lo que quise decir arriba de un escenario”, argumenta.

Pasaron cuatro años del último estreno de Posca. Obligado por la pandemia, encaró un año sabático que, en términos ricoteros, terminaron siendo cuatro. “Después de no haber parado durante 30 años de hacer espectáculos, no quería volvera Buenos Aires. Tenía que ver con una pérdida de deseo. Pero eso no me llevaba deprimirme, ni a preguntarme nada. Tampoco forcé nada, porque yo siento que un artista no tiene nunca que ser forzado, ni siquiera por uno mismo, a realizar su arte- Y esto lo entendí muy claramente y me dejé llevar por la ola, ¿no Cmo un ser que se cae con una ola gigante y no lucha contra el mar, sino que se deja arrastrar hasta que el mar mismo lo saca. Yo sabía que en algún momento se iba a encender el fuego nuevamente en mi ser como para volver a querer crear. Y no lo apuré”.

En ese periodo de tiempo, que transcurrió entre la pandemia y el exilio psíquico y actoral, Posca hizo base en su casa de Tigre, en el conurbano bonaerense, las sierras de Córdoba, donde vive su hijo Rocco y Berlín, donde vive su hija, Manuela. Pero también, melómano, se refugió en su colección de vinilos: “Para mí la música siempre fue como una puerta a la libertad interior, a poder conectarme, a la integridad, a poder integrarme a mí mismo. Por eso siempre pensé a mis espectáculos con música”, explica. “O sea, el rock y la música siempre estuvieron presentes en mí. Soy un coleccionista de vinilos y amo escuchar los vinilos enteros: no me gusta puntearlos. Me siento y los escucho, como diría Spinetta, ‘como un ciego frente al mar’. Viajo con la música, me encanta. Ahora estoy escuchando de todo, desde [la dj surcoreana] Peggy Gou, el dúo inglés Sleafor Mods, Huebl, Blaze, Arctic Monkeys, Johnny Thunders… Voy de un lado a otro, ¿no? O sea, es un gusto muy amplio y a la vez bastante sofisticado que va desde The Kinks, pasando por los Rolling Stones hasta el último disco de Blur. The Breeders, The Racconteurs, Elliot Smith… Desde los Libertines a The Cure, Blaze y más música electrónica. Para mí el rock abarca mucho”, dice con la pasión de un melómano consumado.

Por eso, la pata musical es primordial en los espectáculos del artista. “Rocco, mi hijo, siempre está presente en mis canciones y las eleva, con sus guitarras y coros, especialmente a nivel armónico. En este caso hay dos productores, Martín Bossa, el Tucán, que trabaja hace mucho conmigo. Y Yul Acri. Son nueve canciones en total”, explica. “No es música incidental: yo canto en vivo, mis espectáculos son shows de rock”.

Más allá del parentesco, habla con admiración de su hijo Rocco. “Viene haciendo una carrera hermosa desde hace mucho. Tiene tres discos editados y ahora va a sacar un cuarto disco. Ya sacó un par de singles que son realmente hermosos. Y más allá de hablar como padre, a mí siempre me encantó la música, la poesía que tiene. El nervio musical y la energía para tocar. Es tremendo lo que hace arriba del escenario, la energía que despliega y cómo conecta con la gente. La voz y la dicción… Para mí es un artista súper completo. Y aunque no le es fácil porque por ahí el rock y la poesía ahora está un poquito más corrido para dar paso a otro tipo de músicas, ahora está siendo muy bien reconocido por el público. De hecho, llenó el Margarita Xirgu. Llenó en Madrid, en Barcelona… Ahora se va a México, y también toca en Perú y en Chile. Por fin se hizo justicia respecto de quién es como artista. Y, bueno, la verdad que eso me pone feliz como padre y también como colega”.

A pesar de su extensa trayectoria sobre las tablas, Posca fue protagonista de algo que ahora parece casi un anacronismo, “la tele”. Dice el artista: “Yo tengo el recuerdo, la satisfacción y la alegría de haber pertenecido a una época en donde sí existía la ficción en la tele, y en donde pude aprovecharla a full, a pesar de ser un outsider total, un artista, digamos, de la trasnoche. Pude arreglarmelas como para poder cautivar a un público ATP y que esto me sirviese, también, para para generar una corriente de público hacia el teatro. Siempre utilicé a la televisión para poder desarrollarme como artista, creando y agregando cosas a lo que ya tenía, pero sabiendo que el medio mío era el teatro, en donde yo realmente podía explotar todas mis virtudes”. ¿Nostalgia? “No la extraño. Estoy contento y orgulloso de haber hecho todo lo que hice. Ttodo lo que recuerdo y lo que me recuerda la gente es hermoso, porque eran personajes muy queridos. Había 30 puntos de rating, y la verdad es que te veía todo el mundo. Pertenecer a esa época me enorgullece, me encanta, pero no la extraño”.

De sus orígenes en De la cabeza (ATV, 1992) guarda muy buenos recuerdos. “Era todo muy emocionante, porque había una ebullición creativa muy increíble. Yo ya venía laburando en el Parakultural y me convocaron a través de Mario Cenderelli, que era el productor. Cada uno tenía su propio rancho. Cada uno tenía su su propio lugar, su propio horario para grabar. Yo, por ejemplo, grababa de dos a siete de la tarde, y hacía mis videoclips, y si necesitaba algún actor o actriz, los convocaba. Cada uno hacía lo que quería hacer y después se juntaba todo eso y salía el programa. La verdad es que tengo los mejores recuerdos, porque era muy creativo y muy exigente, a nivel que todos los días tenías que estar creando cosas nuevas. Y también eso me sirvió para hacer Del tomate y todo lo que vino después. Me dio un timing muy interesante”.

A punto de estrenar su espectáculo, Favio Posca se hace un rato para responder el CUESTIONARIO RS.


1. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una disquería? ¿Qué disco te llevaste? ¿En qué formato?

Hace dos semanas, en Berlín, abrió una nueva sucursal de Rough Trade. Dos días después de la inauguración, me compré tres discazos ahí. Tienen que ir, es hermoso. 

2. ¿Te acordás de los sueños habitualmente? ¿Tenés algún sueño recurrente?

Sí, la verdad es que sueño mucho.  Soy de soñar y a veces me despierto a las 4 de la mañana, que es un momento clave en la noche, en la integridad del sueño. Me despierto habiendo soñado mucho y acordándome de todo lo que soñé, y por ahí me duermo a los 20 minutos. Y cuando me despierto a las 10 de la mañana ya no puedo acordarme lo que sí me había acordado en la madrugada. Es como que a partir de las 4 de la mañana se empieza a borrar todo. Pero sí, sueño muchísimo.

3. ¿Sos buen cocinero? ¿Cuál es tu especialidad?

 No, la verdad que no cocino. Me encanta comer rico, pero para eso están los que saben. Un asadito me hago, y los que están conmigo comen, más porque me quieren que porque les gusta el asado.

4. ¿Tenés mascotas? 

La palabra “mascota” me resulta distante, porque los animales para nosotros son partes de la familia. Soy muy, muy perrero. Tuve un ovejero que le decíamos Chico, pero se llamaba “Chico el mundo para mí”, porque era gigante y hermosísimo.  Y tuve un un bulldog francés, Chanti. De hecho hice dos videoclips que están rondando ahí, en Youtube, uno se llama “Carita de concha y cara de pija”, y otro que se llama “De lobo y vampiro” que es como la historia de los lobos y los vampiros. Y ahora la vida me ha dado algo hermoso, porque mi hijo tiene otro ovejero. Yo no soy el gran father, soy el “gran Favi”. Lo saco a correr, lo saco a todos lados. No vive con nosotros, pero cuando viene obviamente nos enamoramos, es un ovejero hermoso.

5. ¿Cómo armarías el line-up de tu festival ideal?

En un escenario, Amyl and The Sniffer, Sleep No More y Fontaines D.C.; y en otro escenario podría estar Peggy Gou, Huebl y The Blaze.

6. ¿Cuál es el instrumento más raro que tenés en tu casa?

 Una garrafa hecha handpan. La compré en una feria en Córdoba, tiene varios sonidos, se toca con dos palitos y la verdad es que está buenísima. De tanto en tanto, me quedo colgado tocando.

7. ¿Cuál era tu dibujito animado favorito cuando eras chico? ¿Y ahora?

 Los autos locos, con Patán y todos esos personajes tremendos. Y también la versión en dibujito animado de El gordo y el flaco. Eran lo más.

8. ¿Tuviste alguna experiencia sobrenatural?

 Sí, la verdad que situaciones sobrenaturales tuve muchas, más que nada cuando era muy chico. Yo vivía en Córdoba, en medio de la montaña y no solamente se veían luces, como objetos voladores, sino que también se escuchaban muchos ruidos en la casa. Yo vivía en una casa muy grande y bueno, ahí siempre tuvimos esa sensación de lo sobrenatural. Nunca le tuve miedo y siempre, aún siendo muy chico, caminaba tranquilo en la oscuridad.

9. ¿Cuál es el último libro que leíste?

 Uno de los últimos libros que me compré es el de Namio Harukawa, que es un artista que japonés que se dedicaba a hacer ilustraciones para para clubs de sado y sacó un libro tremendo.Lo conseguí de casualidad en una librería en Berlín. Es un librazo.

10. ¿A qué celebridad te gustaría tener entre tu público?

 A Keith Richards, creo que entendería muy bien los espectáculos que hago.

11. ¿Cuál es el objeto más viejo que atesorás?

El objeto vintage que más atesoro es mi auto,  una coupé Audi TT vintage y ya a esta altura es re vintage. La verdad es que es una nave y, sinceramente, cuando pienso en venderla, digo “no la vendo ni en pedo”. Y eso significa que la quiero. Ni siquiera me había dado cuenta de que la quiero, pero sí, la verdad es que la quiero. 

12. ¿Qué actor podría protagonizar la serie sobre tu vida?

Mi hijo Rocco. Porque no solo me conoce, sino que tiene un sexto sentido, que a mí me hace reír mucho, porque me saca la ficha de mis defectos y también de mis virtudes. Pero más que nada me hace reír mucho en mis defectos. Creo que si alguien hiciera una biopic estaría bueno que también hable de mis defectos y no solamente de mis virtudes. 

13. ¿Cuál es tu deporte favorito?

El snowboard. Me he pegado varios palos, me han quedado algunas cicatrices y aún así sigo amando subirme a la tabla. También, obviamente, el jet-sky, la tabla tipo el estándar self que está buenísimo, y la bicicleta es otro deporte que me encanta. Pero si tengo que elegir uno, es el snowboard. 

14. ¿Cuándo fue la última vez que pediste un autógrafo?

 La verdad es que nunca pedí un autógrafo. Cuando era chico fui a ver a Spinetta. Estaban probando sonido y me colé en el teatro porque quería pedirle un autógrafo. Cuando llegué, el Flaco estaba sentado en una de las butacas, charlando con algún técnico, y entonces me acerqué con el papel y la lapicera. Pero en ese momento nada más le dije que lo amaba, le di un abrazo y me fui. No le pedí el autógrafo. Me pareció más importante tenerlo ahí y darle un abrazo. Como que el autógrafo quedó en un segundo plano.

15. ¿Cuál fue tu primer recital?

Mi primer recital fue La Falda Rock, creo que era 1984. Se reunió Almendra, también ví a Raíces… Y después vi a Los Abuelos de la Nada, también en Córdoba. 

16. ¿En qué creés?

 Yo creo en la fuente creadora de un todo. Podés decir “Dios”, podés decir “la fuente”, podés decir “la conciencia”… Y yo siento que soy parte de eso. Que todos somos parte de eso. Entonces también se trata de creer en uno, en confiar en quién es uno. No en lo que uno construye como persona, sino quién es uno, realmente, en su propio ser.