“Cosmos Arrabal es bastante parecido a su nombre. Es un universo de canciones que se forjaron en la calle, en los bares que son mi casa, trabajando, en el consultorio y en distintos escenarios, y en los viajes de ida y vuelta de cruce riachuelense”, explica Barby Aguirre. La cantante se refiere a su primer disco como solista. “Por supuesto, también en pérdidas y desamores. Estaba tocando en muchos proyectos colectivos y nacieron coplas en melodías y en soledad, al principio tarareando sola en los viajes desde mi casa en Berazategui en ese momento y todos los puntos donde tocaba o atendía: Capital y Conurbano. Cantaba melodías con letra y las iba grabando. Luego, con el cantor y compositor Marcelo Barberis hicimos muchos juegos de armado de poesías por la calle, con mensajes de texto. Luego les puse melodías y armé un set solista de objetos cotidianos sonoros y mi voz; y comencé a cantarlas por ahí. Después conocí a Charly Pacini y él se puso la diez en convocar personas amigas en común que son tremendes artistas y juntes logramos La Soñadora (Charly Pacini, Irene Locatelli, Miguel Tennina, Marcos Cifuentes, Wenchi Lazo y Leandro Lombardo), con la que grabamos este disco junto a invitades del mundo de la murga como Silvina Adámoli y Emex u otros que aparecieron mágicamente como Diego Capusotto. Todo bajo la producción y mezcla de Emilio Haro y quien les habla”.
Cosmos Arrabal ostenta una veta experimental. Explica Barby: “Esa veta proviene de animarme a cantar sola con objetos -corrugado de electricidad, ramas, cascabeles, chapas, juguetes analógicos- y posteriormente sumarle un bombo con platillo de murga porteña. Podían llamarle canciones o no, ya que no tenía instrumentos melódicos. También las hemos llamado poesías cantadas, y al tocarlas con La Soñadora, lo experimental se potencia en cada une por que tienen un vuelo propio en su libertad creativa y vuelo de experimentación. En los arreglos de Charly Pacini y en la producción de Emilio Haro, hay mucho de improvisación y búsqueda de un paisaje sonoro posible desde la fantasía y la realidad”.
El título del álbum es un juego entre lo universal y lo local. “El nombre y la foto se conjugaron casi al mismo tiempo. Algunas de las canciones las terminé post pandemia. Antes de la pandemia se habían iniciado las primeras canciones y durante la pandemia se terminó una etapa y comenzó otra: volví a habitar el amor, a tal punto que fui mamá por unos meses y mi hijo recibió el nombre Cosmos. Me pareció que su paso por este mundo me conectó con algo de lo más profundo de los mundos del dolor humano y también con universos elevados, fantásticos, por los que nunca había transitado. Me remitió a mis caminatas de la infancia cerca del Riachuelo, pensando en la inmensidad de la naturaleza y su diálogo con la impronta humana, me conecta con valorar la importancia de los confines, los suburbios, los ciclos, las profundidades y la complejidad y las contradicciones; la inmensidad, lo infinito, el amor en todas las cosas, la belleza y magia del universo arrabalero. Entonces me pareció pertinente ir a la orilla misma del río que me vió crecer y retratar ese pedacito de alma, gracias al arte fotografico de Lucía Miranda, Juan Tranier, Maria Magdalena Diez y la magia de arte grafico de Alejandro Leonelli”.
El universo musical de Barby Aguirre transita por distintas galaxias, del afrobeat con El Gran Capitán, al dúo de tango con el guitarrista Juan Lorenzo. También con proyectos rioplatenses como candombea y Las Orillas, y un montón de vertientes más. “Entiendo que es una motivación de tipo multiplicadora”, argumenta Aguirre. “Crecí con cierta energía para dedicarle tiempo a diferentes ámbitos en forma activa y me copó mucho; estudiaba psicología, al mismo tiempo hacía cursos de otras escuelas paralelamente, estudiaba canto y cantaba y actuaba y tenía siempre algún trabajo para bancar todo eso, e iba a recitales desesperadamente. Es un modo de vida desde entonces y me gusta mucho. Me hace feliz por momentos y me hizo vivir muchas experiencias en el aquí y ahora con personas que al día de hoy son familia, son aprendizajes y son red. También por supuesto es una decisión política al transmitir una posición cultural; me gusta tocar en vivo y cantar cuestiones diversas, manifestar mi sentir artístico, trabajar con espacios y propuestas que puedan empatizar con la realidad social que nos toca vivir y al mismo tiempo poder jugar con los colores de mi paleta arcoirisriachuelense. Lo que hilvana a todas las músicas creo que es su raíz de cultura popular; su raíz rioplatense (a la cual yo le atribuyo un tinte psicodélico y onírico) y en su mayoría, de alguna manera está presente la raíz afro que tanto ha influenciado mi canto y mis expresiones artísticas, no tanto desde un abordaje estilistico sino más bien identitario. Yo fui criada entre el ritmo de mi región, un ritmo abierto como este puerto, ese es mi folclore y lo que me hace ir en busca de otros ritmos y géneros, la agitación, el flash, el encuentro con otres, el “movimiento tribal” como cuento en mi canción recientemente lanzada junto a Libertad Sound System y Mad Professor”.
Sobre la profunda conexión con músicas de distintas geografías y tradiciones del siglo XX, sobre esa vocación “anacrónica”, Aguirre esboza sus razones. “Yo creo que viene de mi origen cocoliche de crecer en una vecindad de barrio suburbano con una familia nuclear muy pequeña y una gran familia de vecines de diferentes nacionalidades y colores políticos que me pasaban música, con primos creciendo en el conurbano y sus paisaje adolescente punkrockero ó bolichero, con comerciantes cercanos de diferentes inmigraciones que escuchaban radios de tango, yendo becada a un colegio católico y conocer otra cara del barrio cruzando la autopista, yendo a bailar caminando cruzando el Riachuelo con unas all Star heredadas y cinco pesos en el bolsillo para el Paty de la salida sonando de fondo Los Cadillacs ó Crystal Waters. Escuchando mucha música comprada en Constitución, prestada, grabada, elegida, heredada, por revistas, por entrevistas, por los noventas, por el teatro comunitario, Uruguay, la esquina con los pibes, los videojuegos y los videoclubs y sus bandas sonoras. Eso para empezar, después como diría Todd Rundgren y Charly García, después vienen las otras inluencias. Para mí, la música no tiene tiempo en sí mismo, pero sí cronologías lógicas”.
Barby se desempeña como DJ y participa del colectivo Pibas Vinileras. “Es una experiencia muy enriquecedora, que se expande en Latinoamerica, donde aprendo mucho a convivir en un mundo tan particular, medianamente chico todavía, ¡aunque cada vez somos más!”. Y agrega “es un proyecto con muchas vicisitudes de la actualidad que muestran varias facetas de lo que representa ser activas en un colectivo con perspectiva de género, solidaridad y búsqueda de expresión artística, de mayor visibilidad, con crecimiento y desafíos colectivos, con pasión por la música y su variantes para expresarlas en un hecho artístico colectivo. Siempre queda mucho por hacer, aprender, dialogar y transmitir. En eso estamos. aprendo muchísimo de mis compañeras y con ellas. En lo que respecta a mi experiencia DJ y selectora, en parte tiene vínculo con la colectiva y lo que ella nos brinda y también en mi búsqueda personal, al ser variada y dinámica, me gusta y resulta muy divertida, más también me enseña junto con Pibas a transitar un camino en donde se pueden trazar ciertos recorridos y eso me genera vértigo, a veces temor, pero por lo general, ganas de seguir adelante por que hay mucho por hacer desde lo colectivo y desde lo subjetivo. Al decir de Kush ‘Estar siendo en el mundo’ requiere hacer justamente, manos a la obra y no tanto pensar en lo que podrías hacer. La reflexión se nutre entonces, a posteriori, a partir de la conciencia en la potencia de acción, con su cuota de acierto y ó de error”.
En medio de todas esas actividades, también se desempeña como psicóloga. “Actualmente esa faceta se se une muchísimo con la música, porque estoy profundizando una práctica volcada más al mundo artístico y sus participantes y hacedores. Trabajo con artistas de diferentes disciplinas y de diferentes partes del mundo respecto de la relación que se establece entre su quehacer artístico y su vida cotidiana, los procesos creativos y la toma de decisiones, al decir de Miguel Benazayag, la existencia no es lo mismo que la funcionalidad dentro del sistema. Es por eso que encuentro súper especial para mí haber lanzado este disco que nos llevó tres años realizar, lo grabó Leandro Lombardo en el estudio de casa y viajó por varios lugares y momentos, fue testigo de un tiempo donde comprendí cuán importante es el aquí y ahora, las redes humanas, el amor ¡insisto en todas sus formas!, la salud mental de los que tenemos un rol cultural de diferentes dimensiones y alcances. Considero importante tener espacios donde poner a conversar todos estos universos más activamente desde la presencia consciente, el tiempo de ocio y nutrición y darle menos bola a la delegación de funciones cognitivas y creativas a los dispositivos tecnológicos y sus espacios algorítmicos”.
En medio de su agitadísima agenda y sus múltiples actividades, Barby Aguirre se hace un rato para responder el CUESTIONARIO RS.
1. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una disquería? ¿Qué disco te llevaste? ¿En qué formato?
Suelo comprar mucho en forma virtual, en ferias y en disquerías con local. Hay muchos espacios queridos que recomiendo como Exiles, Musicomio, Jarana, Eureka, Samba Discos, el Parque Centenario, la feria Iluzorio Bazar, la Tienda Magazine que suele estar en el hermoso bar Velazco de Villa Crespo, los grupos de venta de Facebook como Feria Argentina de Vinilo, el amado Danielito Alonso, la disquería y peluquería de Quilmes: Pelo Discos. Allí compré el último disco, el cual adquirí “más para mí” es decir, más para escuchar en casa que con fines “pinchables”, (pero si alguien quisiera, me avisa y lo llevo a alguna ocasión que lo amerite, je). Tuve la suerte de que Francisco (Pelo Discos) tuviera y, me dejara a buen precio, Red de King Crimson.
2. ¿Te acordás de los sueños habitualmente? ¿Tenés algún sueño recurrente?
Por lo general sueño que voy con mis gatos a algún lugar donde toco ó a alguna reunión.
3. ¿Sos buena cocinera? ¿Cuál es tu especialidad?
Me gusta mucho cocinar, entiendo que algunas recetas me salen bien, pero no tengo mucho tiempo. Las recetas que me gustan hacer llevan mucha dedicación, como por ejemplo un pastel de papas, un mil hojas de papa, unos canelones piolas, cosas así modo Petrona. Pero de vez en cuando, vuelvo al barrio cocinero y alguna me mando.
4. ¿Tenés mascotas?
Tengo cinco gatos y una gata. En orden etario: Cachetón ó Cacho, El Flaco, Satán, Esmeralda, Ringo y Momo. Son unos seres maravillosos bastante particulares. Cada une en su singularidad, y muy amables con todo el mundo y entre elles. ¡Debería recibir donaciones como los quintillizos Riganti! [risas].
5. ¿Cómo armarías el line-up de tu festival ideal?
¡¿Vivos?! Meridian Brothers, Los Catacumbias; Fama y Guita, Susy Shock, Las Travesía de Uruguay, Santa Fiebre, Deerhunter, Camionero + Dj Sets de todas las Colectivas de Vinileras Latinoamericanas. Otra alternativa podría ser todas las bandas en la que estoy que es a veces un sueño tocar con todas juntas, onda mi Musmanno Rock Festival [risas]. Barby Aguirre & La Soñadora; El Gran Capitán Afrobeat; La Cocina de tu Infierno; Las Orillas, Dúo Aguirre Lorenzo; Candombea, Barbie White; Dandelion Cats; In Fusión y Dj sets de Pibas Vinileras.
6. ¿Cuál es el instrumento más raro que tenés en tu casa?
El instrumento más raro lo es porque no es un instrumento en sí mismo, es un móvil antiguo para bebis, es a cuerda y tira un sonido muy extraño y muy bello que me acompaña cuando toco mis canciones y también está en el disco. Lo compré en un bazar grande en Lanús y costó que me lo venda por que lo tenía de adorno.
7. ¿Cuál era tu dibujito animado favorito cuando eras chica? ¿Y ahora?
Nahhh, una bocha: Fantasías animadas de ayer y hoy, Tom y Jerry, Frutillitas, Rainbow Brite y Jem & The Holograms, podría seguir… Actualmente We Bare Bears es lo que más me encanta.
8. ¿Tuviste alguna experiencia sobrenatural?
Varias.
9. ¿Cuál es el último libro que leíste?
Nunca termino de leer al genial Miguel Benasayag porque lo leo virtual, y consumo mucho sus charlas también. El último terminado fue el de Tony Vardé, Grabando emociones.
10. ¿A qué celebridad te gustaría tener entre tu público?
¡Qué se yo!, miles… Voy a con lo que jodo últimamente: Kim Gordon, Jaime Roos, Benazayag, Rubén Rada y/o Juanse. ¡La biblia y el calefón! [risas].
11. ¿Cuál es el objeto más viejo que atesorás?
Atesoro muchas cosas, ah re acumuladora. Lo que más valoro es mi colección de ropa marca Barbarella que existió en Argentina en los 70 y los 80, y de antes unos pares de aros de los 40 comprados en la feria Tristán Narvaja de Montevideo y un espejo de mano de principio de siglo que no recuerdo donde los compré (estos dos últimos objetos estan en la tapa de Cosmos Arrabal).
12. ¿Qué actriz podría protagonizar la serie sobre tu vida?
Podría ser Mon Laferte, si se copara [risas]. O Dolores Fonzi, o Natalia Oreiro… ¡No puedo parar de reirme con este despertar imaginativo de otra Barby Aguirre!
13. ¿Cuál es tu deporte favorito?
El entrenamiento funcional virtual ha salvado mi vida y bailar northern soul y danzas afro. Todo eso junto.
14. ¿Cuándo fue la última vez que pediste un autógrafo?
Hace dos años, creo. En un homenaje a Moris en el CCK, le pedí que me firmara los discos y me derretí de amor ya que pude abrazarlo a él y a su campera de cuero (vease mi versión “Escuchame entre el ruido” para Aquí. alla y en todas partes). Hace poquito en el reci de Rada me lo crucé a Juanse y también abracé su campera de cuero pero apenas si pude pedirle una foto y me quedé estupefactada y emocionadisima pues le amo. Que Dios le bendiga y a nosotres no nos desampare.
15. ¿Cuál fue tu primer recital?
Mi primer recital fue en el Luna Park viendo desde abajo y subiendo al escenario también para regalarle algo y cantar un poquito con el genial Facundo Cabral. Gracias a mi madre que me llevó. Tenía 5 años, es un concierto editado en vinilo en esa época. Ya los primeros recitales por mi cuenta, fueron en Proyect de Berazategui y Cemento, en Capital, donde ví muchas bandas a una edad muy temprana que no coincidía con la reglamentación. Pero boe…mejor no hablar de ciertas cosas.
16. ¿En qué creés?
En que las personas podemos reconocer (¡cuesta bocha, eh! y a veces no sale), en las dificultades y en que podemos ocuparnos de ello para reparar y así crecemos todes. En la fuerza del amor, los encuentros y la amistad sostenidos y trabajados en el tiempo y sus maravillosas posibilidades, en el fomento del deseo que hace bien y en Margarita Roncarolo y todo su universo que me hace creer en todo lo bueno.
