“Contamos con su autorización”, aclara Hernán Montenegro, escritor y músico marplatense que acaba de debutar con un nuevo proyecto, Las Cosas que Perdimos en el Fuego, una banda de hardcore emocional (dixit) que homenajea a la reconocida escritora argentina Mariana Enríquez.
Efectivamente, la autora de Nuestra parte de noche (2019), Los peligros de fumar en la cama (2009), Bajar es lo peor (1995) —y, claro, Las cosas que perdimos en el fuego (2016)—, entre otros títulos, dio el aval para que Hernán y sus amigos no solo le pongan ese nombre tan significativo al grupo, sino para que puedan usar frases de sus obras y así reinterpretarlas.
“Debutamos el sábado 13 de julio [en la Biblioteca Popular Juventud Moderna], subimos el video con una de las canciones, ‘El color de la noche’, y ella lo comparte. Le agradezco por privado y me dice: ’¡Gracias por todo siempre! Y sí, ¡me gusta!’”, relata Hernán sobre el aval que recibió de la escritora.
El match que se da entre el sonido oscuro de la distorsión, los machaques y los gritos propios del emocore con los versos que remiten al universo lúgubre, casi sórdido de Enríquez, es evidente. “Sé que Mariana ama la música. Con su aprobación para el uso del nombre, decidí llevarlo un paso más. Si bien, cuando armamos, la banda había temas que eran más emocionales y no tanto tributo, la realidad es que todos los últimos que estamos componiendo tienen algún fragmento o interpretación de su obra”, explica el cantante de 32 años. Y adelanta que está por meterse al estudio a grabarlas.
El video que replicó Mariana Enríquez en sus historias de Instagram es un fragmento de la interpretación en vivo de “El color de la noche”, una canción en la que Hernán juega con las referencias casi al extremo: “Ella camina sobre las tumbas/ su belleza es como la noche/ pensé que era tan solo un sueño/ pero en los sueños no existe el dolor”, grita como en un desgarro.
Y así lo explica: “’Ella camina sobre las tumbas’: ella es Mariana. ’Su belleza es como la noche’ es por ‘she walks in beauty like the night’, de Suede, de la canción ‘Heroin’. Y, a la vez, es de Lord Byron, ambos amados por Mariana. ’Pensé que era tan solo un sueño/ pero en los sueños no existe el dolor’, viene de ‘en los sueños no se siente dolor’, de sus cuentos”.
La idea de armar esta banda nació el año pasado, cuando Hernán cayó con Muzzu, el bajista, a la casa de un amigo que tenía una placa de sonido. “Él me ayudó a sacarme las ganas de hacer canciones en plan American Nightmare”, dice el músico para sumar una nueva referencia al asunto. “Hicimos cinco canciones. A la hora de subirlas, sabía que quería un nombre que rindiera tributo a la autora, que desde que la conocí pensé que era y es lo mejor que tenemos en este país”, afirma. El proyecto se completa con Juli en batería, Naufix en guitarra y gritos, y Gus en guitarra.
Hernán, que tiene dos libros publicados (Senda Sangrienta de manera independiente y El Portador de la Luz con la editorial Urano) y tuvo una banda hardcore hace tiempo (Palabras), conoció la obra de Enríquez en un taller literario. “Mis profesores, cuando vieron que me gustaban los demonios, me preguntaron si conocía a Mariana Enríquez. Les dije que no y me prestaron Los peligros. Fue amor a primera vista. Como dijo ella sobre Neil Codlin, de Suede, no es que yo era un púber, ya estaba grandecito, tenía 25 años. Hasta que llegó mi actual pareja, ¡mi fondo de pantalla de celular era Mariana Enríquez!”, confiesa el escritor y cantante.
—¿La pudiste conocer en persona?
—Aún no. Ojalá algún día se dé. Con poder darle la mano y decirle gracias, me conformo. Aunque seguro que le llevaría para que me firme el libro de Suede [Porque demasiado no es suficiente (2023)], únicamente en plan chiste interno mío. Todo esto que te despertó Suede, vos me lo despertás a mí.
