American Football: “No logro entender cómo es posible que alguien en Argentina escuche nuestra música. ¡Es increíble!”

La banda pionera del emo se presenta por primera vez en Buenos Aires este lunes; Mike Kinsella y Steve Lamos dialogaron con Rolling Stone sobre esta nueva etapa y su visión de la nostalgia

Por  MARTÍN SANZANO

noviembre 16, 2023

Hasta hace una década, la mera idea de que American Football siquiera pise suelo argentino sonaba a utopía. Casi tanto como que la banda formada en Urbana, Illinois, volviera a reunirse en un escenario, el que sea, para revisitar aquella obra iniciática que el paso del tiempo se transformó en mítica. Sin embargo, este lunes 20 de noviembre, en el C (Av. Corrientes 6271, CABA), el cantante y guitarrista Mike Kinsella, el guitarrista Steve Holmes y el baterista (y trompetista) Steve Lamos, junto al bajista Nate Kinsella (primo de Mike), tocarán por primera vez en Buenos Aires. Y para muchos, esto representa un verdadero milagro.

Hagamos un poco de historia. American Football se formó en 1997, en un contexto de juventud y ambiente universitario. Considerado un elemento fundamental del llamado emo de Medio Oeste (podemos sumar a esa lista a Cap’n Jazz, donde tocaba Mike Kinsella, a The Promise Ring y a The Get Up Kids, entre otros grupos), el entonces trío cristalizó su propuesta sonora de arpegios suaves y melodías post-rock en un LP, editado en 1999, cuya portada se transformó en un ícono de aquella escena. Es la foto de una casa de Urbana a oscuras, con techo a dos aguas y dos ventanas por las que se filtra una tenue luz interior. Este año, cuando se enteraron de que querían demolerla, decidieron comprarla. En diálogo con Rolling Stone, Mike y Steve Lamos contaron que su idea es usarla para hacer shows ocasionales y albergar a artistas de la zona que necesiten un lugar para dormir.

Sigamos con la historia. Al año siguiente de editar su primer álbum, American Football se disolvió, lo que no hizo más que agigantar la leyenda de banda de culto. Con el tiempo, su disco se transformó en uno de los tantos incunables de fines de los noventa. Y, por más de que sus integrantes continuaron con sus respectivas vidas personales y artísticas (Mike fue el más prolífico de todos, al frente de proyectos como Joan of Arc, Owls y Owen), el reclamo de que se vuelvan a juntar fue haciéndose cada vez más intenso.

En 2014, de manera inesperada, el sello Polyvinyl Records anunció la reedición extendida del LP y la vuelta al ruedo del grupo —con Nate Kinsella sumándose a las filas para hacerse cargo del bajo—, al menos para dar un par de shows específicos. Pero el asunto cobró vida propia. Tanto que en 2016 lanzaron el segundo LP (LP2) y en 2019 se vino el tercero (LP3), ambos compuestos por canciones completamente nuevas. Y así fue como esa idea utópica de poder verlos en vivo en un lugar recóndito como Sudamérica empezó a cobrar más fuerza.

Un mes antes de subirse al avión para aterrizar por primera vez en esta parte del continente, Mike Kinsella y Steve Lamos (que se había ido del grupo en 2021, pero regresó este año) le contaron a Rolling Stone cómo es que le encontraron la vuelta —y las ganas— a salir nuevamente de gira, su idea de ser una banda part-time, la relación a distancia (los integrantes no viven en la misma ciudad) y su visión sobre la nostalgia, entre otros tópicos.

Pasaron casi 10 años desde que volvieron a tocar, pero no tuve la oportunidad de preguntárselos en ese entonces. ¿Qué los impulsó a volver otra vez en un escenario y salir de gira? ¿Y qué los mantiene juntos ahora?

Steve Lamos: [Risas] Vas a tener que contestar esa, Mike. Es un arranque difícil…

Mike Kinsella: No sé si estaba en nuestros planes volver a juntarnos, pero se presentó la oportunidad de hacerlo en una capacidad limitada. Un par de shows, los más grandes que hicimos jamás, y pensamos que podía ser divertido. Después, la bola de nieve fue creciendo y fue más divertido de lo que creíamos. Nos dimos cuenta de que podíamos hacerlo en nuestros propios términos, como un trabajo part-time, nadie quería meterse en un proyecto de tiempo completo. Tocamos en todas las ciudades que queríamos tocar y, si queríamos que nos vuelvan a invitar, teníamos que tener canciones nuevas, componer un álbum nuevo y lo hicimos. ¡Y un par de años más tarde lo hicimos de nuevo! [risas].

Steve: Y sobre qué nos mantiene unidos, es raro. Creo que nos amamos y nos odiamos como hermanos o primos, no lo sé, pero algo está pasando porque fuimos y vinimos con esto tantas veces… ya es parte de la vida y de esta manera podemos lidiar entre nosotros.

Mike: No puedo esperar a juntarnos de nuevo la próxima vez y hacerlo todo de nuevo. Es una experiencia social increíble durante tres o cuatro días y después quiero volver a casa a pasar tiempo con mis perros [risas]. Creo que estamos todos en el mismo barco.

Hoy en día hay docenas de artículos, podcasts, incluso libros, que hablan de la historia de la música emo, el math rock y sus influencias. Pero me pregunto si ustedes, cuando estaban grabando el primer álbum de American Football, ¿pensaban en todas esas influencias o, simplemente, se juntaban con amigos para hacer la música que sentían en ese momento?

Mike: Definitivamente, en aquellos años estaba escuchando —mucho más de lo que lo hago ahora— lo que sea que signifique el math rock. A su vez, Lamos tenía un background de jazz y Steve Holmes, el otro guitarrista, estaba saliendo del hardcore para meterse de lleno en el post-rock, quizás con algunos elementos del jazz y otros del math. Creo que queríamos mantenernos interesados en algo y que siempre fuimos conscientes de la parte math en nuestra música, no tanto del rock. Nunca quisimos volarle la cabeza a nadie.

Steve: Estábamos en una ciudad universitaria, hacíamos esto los martes y jueves, era una manera de compartir la vida semanalmente. Estos dos chicos escribían sus partes en sus respectivas casas, después venían a la mía y nos poníamos a tocar. Era mágico. Me acuerdo de que pensaba: “Esto es lo más fácil del mundo”. Tenía que ver con ser joven, estar en un ambiente universitario cerca de Chicago y todo un mundo social muy especial que giraba alrededor de la música. Quiero decir, las influencias musicales estaban, pero también estaba toda esa parte social que solo podés vivir cuando tenés entre 18 y 22 años.

En los últimos años, hubo una especie de revival —creo que la pandemia ayudó bastante— de cierto tipo de música relacionada con el sonido de American Football. ¿Se siente parte de eso o le huyen la nostalgia?

Steve: Honestamente, espero que no seamos parte de ningún revival. Es halagador que hablen de nosotros en esos términos, pero algo que realmente me enorgullece de esta banda es que seguimos haciendo la música que nos gusta. Estoy muy agradecido por la repercusión del LP1, de hecho muchos chicos jóvenes van a nuestros shows. Pero, por otro lado, siento que en el LP2 y el LP3 tratamos de hacer música nueva otra vez. Me encanta que podamos ir hacia adelante. Nuestro trabajo es seguir haciendo cosas que nos resulten interesantes.

Mike: No creo que nos haga mucha ilusión volver a hacer esto cada mes y medio, durante un fin de semana largo o salir de gira, con toda la mierda que eso conlleva, solo para tocar “Never Meant”. Últimamente, me di cuenta de que Lamos se está sintiendo cada vez más cómodo, en el buen sentido, y haciendo fills en la batería que no hacía años atrás, ¡muy divertidos! Eso me saca más de mi casa que “Never Meant”.

Steve: Lo mejor que escuché este año fue un artista joven que nos vio en uno de los conciertos y me contactó para decirme: “A ustedes les importa todo un carajo cuando están ahí arriba”. Fue asombroso. Eso es lo que quiero, subir al escenario y hacer lo que más me gusta.

¿Hay alguna noticia sobre un posible próximo álbum?

Mike: Lamos, ¿tenés alguna noticia?

Steve: No, estoy esperando a que nos juntemos de nuevo para empezar a hablar sobre nuevas ideas. Solo voy a decir eso. Y agrego: es divertido hacer música con estos chicos, tirar ideas y ver cómo las podemos llevar a cabo a larga distancia. Mantiene esto vivo e interesante.

Es la primera vez que van a venir a la Argentina y es inevitable preguntarles: ¿qué saben de nosotros?

Mike: Fernet con coca, Messi y muy buena comida. Estoy expectante por conocer un lugar tan lejano geográficamente.

Steve: Tengo una conexión familiar. Mi mamá es inmigrante polaca y su segundo matrimonio fue con una persona que se consideraba polaca, pero que en realidad había nacido en Argentina, cerca de Buenos Aires. En la segunda guerra mundial hubo una gran diáspora en Europa y mucha gente fue a parar a la Argentina. No sé cuánto tiempo voy a tener cuando vayamos, pero me encantaría poder ver dónde creció mi padrastro porque él nunca pudo volver desde que se fue, a los 13 años, y murió hace poco. No sé si eso responde a tu pregunta, pero todavía no logro entender cómo es posible que alguien en Argentina escuche nuestra música. ¡Es increíble!