Más de 300 días de guerra se viven en Palestina. Las consecuencias no podrían ser peores para la población civil, pues según estima el Ministerio de Salud de Gaza ya son más de 40.400 las personas asesinadas en medio de la letal ofensiva de Israel contra Hamás. Pero la muerte no es la única amenaza que enfrentan las y los palestinos, especialmente los más jóvenes. La alerta por un brote de polio en Palestina ha prendido todas las alarmas de salud pública.
El desplazamiento forzado, la falta de alimentos, la imposibilidad de funcionamiento de los hospitales y las difíciles condiciones de higiene han creado un escenario crítico para la salud y la vida de cientos de miles de civiles, muchos de ellos niñas y niños. Bajo esas circunstancias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre un posible brote de poliomielitis, una enfermedad que estaba erradicada desde hace 25 años.
La polio es producida por un virus y genera una parálisis irreversible. Hace pocos días se detectó el caso de un bebé de 10 meses que se infectó y quedó paralizado. Cabe anotar que antes del conflicto actual con Israel, el 99% de la población de Gaza estaba vacunada contra la polio. Ahora el porcentaje ha disminuido al 86%.
La reaparición del virus de la polio se atribuye a la destrucción de la infraestructura de agua y saneamiento en Gaza por parte de Israel. El director general de la OMS ha denunciado los efectos nocivos de las órdenes de evacuación de Israel que han hecho que cientos de miles de personas se muevan de un lugar a otro sin poder acceder a los derechos básicos para su supervivencia.
“La amenaza de la polio se produce mientras las reiteradas órdenes de evacuación siguen desplazando a miles de personas en las ciudades de Khan Younis y Deir al-Balah, en Gaza, lo que aumenta la tensión física y mental de una población que ya viene sufriendo.
Nadie está a salvo, ningún lugar es seguro. A la gente le quedan pocas opciones después de haber sido desarraigada varias veces para encontrar refugio, atención médica y otros servicios en un entorno ya sobrepoblado y desafiante […] Lo que la población de Gaza necesita desesperadamente es protección y dignidad, no más desarraigos”.
El desplazamiento forzado más reciente de la población palestina fue ordenado por Israel para que abandonen una de las zonas más pobladas de Gaza en la actualidad: Deir el-Balah. Esta orden de evacuación fue justificada por la persecución a Hamás que se da en la zona central de la Franja de Gaza, donde se han tenido que concentrar más de un millón de personas desplazadas de otras ciudades al huir de los ataques del ejército de Israel.
La sobrepoblación en un territorio tan pequeño es una de las realidades que vive el pueblo palestino desde hace varias décadas. Con la reciente guerra, la presión por el territorio que transitan como producto del desplazamiento forzado ha hecho aún más difícil la supervivencia en zonas con acceso muy limitado a agua potable y otros recursos.
La OMS y UNICEF han pedido pausas humanitarias para permitir la atención en salud y en particular jornadas de vacunación para frenar la polio. Se espera que se ponga en marcha un plan para administrar las vacunas a aproximadamente 640,000 niños menores de 10 años. Todo esto ocurre en el marco de los ataques constantes del ejército israelí que a su paso destruye la poca infraestructura que queda en Gaza, incluidos hospitales y puntos de atención sanitaria.
Las tensiones vuelven a subir de nivel y las negociaciones no avanzan
Además de los desplazamientos masivos, los intercambios bélicos entre Israel y el grupo militante libanés Hezbolá son un nuevo componente de un conflicto que no parece tener fin. Las tensiones entre los dos actores no son nuevas, pero llegaron a un punto crítico este 25 de agosto con el intercambio de misiles y bombardeos en el sur de Líbano, frontera con el territorio palestino.
El ejército de Israel llevó a cabo un ataque que calificó como “preventivo”, para bombardear zonas de lanzacohetes en 40 zonas del sur del Líbano. Este ejército justificó su acción como una medida para evitar que Hezbolá lanzara cohetes hacia su territorio. En medio del intercambio se alcanzaron a registrar 320 cohetes y drones por parte del grupo libanés, así como la respuesta de bombardeos con alrededor de 100 aviones israelíes.
Por ahora las negociaciones que buscan un alto al fuego en El Cairo no avanzan. Hamás rechazó las condiciones impuestas por Israel que incluían mantener la presencia militar en Gaza. A pesar de los esfuerzos de los negociadores, la delegación de Hamás abandonó El Cairo por lo que la resolución de este conflicto se ve cada vez más lejana.
