Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Adentrándonos a una realidad oscura junto a Zar Amir-Ebrahimi

La ganadora de la pasada edición del Festival de Cannes, nos habla del duro proceso de realización de la cinta Holy Spider

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

febrero 3, 2023

Cortesía de MUBI y Cineplex

En 2008, la actriz iraní Zar Amir-Ebrahimi gozaba de gran popularidad en la televisión de su país cuando su vida cambió radicalmente. Un vídeo íntimo que la involucraba fue robado, salió a la luz y fue castigada con una condena a prisión y noventa y nueve latigazos. Luego de semejante injusticia, tuvo que exiliarse temiendo por las múltiples amenazas que recibió contra su vida. Quince años más tarde, la actriz vapuleada y maltratada, recoge el premio del pasado Festival de Cannes a la mejor actriz por Holy Spider, un escabroso relato basado en los cruentos crímenes de un asesino en serie de prostitutas que, de una manera inconcebible, fue apoyado por varios grupos extremistas y miembros del gobierno en Irán. 

Hablamos con ella sobre el proceso de realización de la controversial Holy Spider, cinta asumida por el director iraní radicado en Dinamarca Ali Abbasi (Border), así como también sobre el infierno que las mujeres deben vivir en Irán y que esta dura película refleja. 

Me interesa el proceso que te llevó a asumir tu personaje. Como actriz y como mujer. En otras palabras, ¿cómo te convertiste en Rahimi?

ZAR AMIR-EBRAHIMI: Creo que Rahimi existía en mí de alguna manera, ya que soy una mujer iraní. Todas las mujeres iraníes compartimos las mismas historias, ¿sabes? Cada paso que intentas dar en tu vida, siempre va a existir un hombre que tratará de detenerte. Todas las dificultades que enfrenta Rahimi en la película, son las dificultades que muchas mujeres iraníes sufrimos día a día. Eso es algo que todas entendemos. Tal vez, como Zar, tuve la oportunidad de canalizar mis propias experiencias de vida en Irán. Mis frustraciones sobre nuestra sociedad, nuestro gobierno, inclusive sobre mis colegas y amigos.

De alguna manera la encontré viva en mí, pese a que tuve muy poco tiempo para prepararme para asumir este papel. Yo llegué relativamente tarde a la actuación, a interpretar a este personaje. En ese momento yo pensé en realizar una pequeña investigación acerca de lo que compone a este personaje, la cual es una periodista en Irán. Llamé a varias amigas míos con los que trabajé hace más de veinte años en Irán. Ellas me contaron muchas historias muy tristes sobre acosos y abusos que tuvieron que enfrentar día a día y aprendí que esta situación no es exclusiva de Irán, es muy universal.

Pero, al mismo tiempo, estaba sorprendida, porque tenía ese sentimiento. Para mí, ser periodista era sinónimo de independencia, de tener una voz. Si alguien intenta acosarte o algo similar, tú tienes una voz propia y puedes usarla. Inclusive puedes escribir sobre ello. Pero, tristemente, me di cuenta de que no es así. La presión es demasiada. Esto me ayudó a crear la historia previa de esta periodista, la cual no estaba originalmente en el guion. Creo que esto me ayudó a mí y a mi director para encontrar los matices de este personaje que, se supone, debe ser una luchadora. De alguna manera creo que proyecté en ella mis cuestionamientos y mis temores, mis traumas y frustraciones. Lo que te quiero decir es que en parte ella era yo y yo era ella. No somos realmente la misma persona y somos diferentes en muchos aspectos, pero compartirnos muchas de las mismas experiencias como mujeres iraníes. La sentí muy viva en mí.

Cortesía de MUBI y Cineplex

Holy Spider es una película difícil de ver. Es tremendamente oscura y dolorosa. Quería preguntarte sobre tu experiencia emocional. ¿Cómo te sientes como mujer y como actriz luego de filmarla? 

ZAR AMIR-EBRAHIMI: ¿Sabes? Como te había mencionado antes, para una mujer iraní es algo muy duro. Estas cosas nos suceden todos los días cuando se vive en Irán. Te tienes que vestir de una manera en la que tienes que ocultar tu cuerpo y tu rostro y si no lo haces, probablemente serás arrestada. Estás trabajando y te sientes amenazada por los hombres que te rodean. Si eres pobre y te dedicas a ser trabajadora sexual, te vas a sentir juzgada porque no correspondes a lo que los demás esperan de ti, no luces como ellos quieren que luzcas. Y están dispuestos a matarte porque no te ajustas a sus expectativas. No solo te pueden eliminar físicamente, sino también te pueden borrar mentalmente. Dejas de existir para ellos porque eres diferente. Es como si la sociedad estuviera dispuesta a quebrarte, a someterte a cómo dé lugar.

Creo que esta película, más allá de ser un espejo, es un reflejo sucio de nuestra sociedad. También creo que no había reparado en lo oscura que es. De todas maneras, es una cinta noir en términos de la aproximación a la historia y a los personajes. La ciudad de Mashhad nos brindó también la posibilidad, ya que es una ciudad noir. Los elementos estaban allí, al igual que unos eventos basados en la realidad que cumplen con todo lo que un público espera de la historia de un asesino en serie. Te cuento que para esta película vi toda clase de películas y series sobre asesinos en serie y eso le pone a uno como actor en un lugar muy particular. Es como si se tratara de una especie de virus.

Pienso que la forma en la que se filmó hace que cause ese impacto en el espectador. Genera ese tipo de emociones que para mí están bien. Quiero decir que tengo la esperanza de que las personas que sientan esas emociones, tengan también un deseo de transferirlas. ¿Sabes?  Creo que, en últimas, Holy Spider es una cinta oscura, porque creo que estos sucesos ocurren de verdad en nuestras vidas. Me da algo de pena que sea perturbadora y difícil de ver, pero al mismo tiempo siento que no llega a ser del todo oscura porque logra transmitir y denunciar algo. No todo en el cine debe ser comedia y situaciones ligeras para pasar un buen rato. El cine a veces necesita ser algo más que cine. Los realizadores en Irán muchas veces tienen que ir más allá de su oficio, ya que no hay otra manera de mostrar lo que realmente está sucediendo en una región o país. Espero que el público como tú vea este tipo de películas también, porque es necesario contar estas historias de una manera en que se sienta. Yo quería ser un tipo de catalizador, no quería suavizar nada o contar una historia sobre una sociedad iraní diferente. Yo deseaba mostrar a esa sociedad de asesinos en serie.

Desde una perspectiva política, me imagino que esta cinta fue muy difícil de filmar. ¿Tengo razón?

ZAR AMIR-EBRAHIMI: Sí.

Cortesía de MUBI y Cineplex

¿Puedes hablarme de ellas?

ZAR AMIR-EBRAHIMI: Fueron dificultades de todo tipo. En prácticamente cada aspecto había algo que terminaba siendo problemático. Desde la conformación del elenco. Algunas veces, para los directores y los productores las cosas resultan ser fáciles porque no les importan los detalles de las cosas. Pero Ali y yo somos unos perfeccionistas. Recuerda que yo comencé en este proyecto como directora de casting y terminé siendo productora asociada y protagonista. Nosotros no queríamos hacer una película alejada de la autenticidad, con problemas de acentos, expresión corporal, locaciones. Queríamos hacer una cinta muy similar a la cultura y al país en donde sucedieron las cosas. Tomó mucho tiempo, energía y dinero.

En algún punto se pensó que se tenía que rodar en Mashhad, la ciudad real, con actores radicados al interior de Irán. Pero el gobierno no los dejó, por supuesto. Por esa razón, viajamos a Turquía y de allí nos sacaron, debido a que el gobierno iraní de alguna manera movió los hilos y manipuló al gobierno turco. Y terminamos en Jordania, en donde no hay una buena relación y ningún tipo de alianza política con Irán. Pero fue muy difícil conseguir a iraníes allí. En cada detalle que tú veas de la película, tuvimos que enfrentarnos con algún tipo de problema. Cómo traer aquellos elementos de autenticidad de Irán a Jordania, teniendo en cuenta de que el gobierno iraní hizo lo posible para que nadie supiera lo que estábamos haciendo. Pero al mismo tiempo, logramos tener a un equipo y a unos actores en Jordania y pudimos organizar todo de tal modo que pudimos desatendernos de la presión del gobierno y el ministerio de cultura iraní. Todo fue muy difícil de manejar y muchas veces las cosas parecían casi imposibles de llevar a cabo. ¡Pero lo hicimos! Incluso filmamos en Jordania en medio del conflicto con Israel.

¿Sabes? Creo que fue frustrante para todos en algún momento tener fe en esta película, especialmente para aquellas personas que se nos unieron y que procedían de Irán. Ellos actualmente están sufriendo las consecuencias. Ya no pueden trabajar más en el cine iraní. Su decisión de hacer esta película, de hacer una buena película, les costó su carrera. Nuestro director ya no puede volver a Irán por esta película, simplemente porque contó una historia de un modo real.

Tengo una última inquietud. ¿Qué hay en tu futuro?              

ZAR AMIR-EBRAHIMI: Tengo muchas cosas por delante. Tengo otra película, la cual se realizó antes que Holy Spider, llamada Los sobrevivientes. Su título en inglés es White Paradise. Se hizo en Francia, en ella actúa también Denis Ménochet y se acaba de estrenar. Tengo la premiere de mi nueva cinta Shadya, que se presenta en Sundance. Tengo otras dos películas que se van a presentar en la Berlinale. Son muchos proyectos en conjunto.   

CONTENIDO RELACIONADO