Eliécer Meléndez (Carlos Vergara) es un gaitero que vive en Rincón del Mar (Sucre) y que se enfrenta al fallecimiento de su padre y al descubrimiento de su media hermana. Ella es Esperanza (Shaday Velásquez), una niña de ocho años de edad quien es dejada a su cuidado. El hombre, quien bien podría ser su padre (o su abuelo), decide viajar a Bogotá para buscar a la madre de la niña. Junto a ellos se les une Toño (Jhoyner Salgado), un joven lanchero que sueña con convertirse en campeón de boxeo en la capital.
Estos son los tres protagonistas de El árbol rojo, la cinta del director Joan Gómez Endara que sigue al pie de la letra la estructura narrativa de una road movie: Unas personas emprenden un largo viaje y en el camino sufren una serie de percances que los transforman antes de llegar a su destino.
La cinta de Endara también responde a la tradición del cine colombiano que se remonta a los inicios del cine sonoro, y que consiste en plasmar en la pantalla un melodrama costumbrista protagonizado por actores naturales y salpicado de interludios musicales. La hermosa fotografía de Mateo Guzmán Sánchez ayuda mucho para que la historia canónica cobre fuerza y conmueva al espectador.
Pese a que no llega a ser una obra innovadora y su desenlace es absolutamente predecible, El árbol rojo es un trabajo de calidad que revive la esperanza en un cine colombiano que estaba viviendo una nueva edad de oro antes de la pandemia y que se pasmó luego del cierre obligatorio de las salas.
