Para George Lucas, haber estrenado Star Wars en 1977 fue la culminación de un sueño y una horrible pesadilla. El joven egresado de la Universidad de California y cuya pasión por los autos fue truncada debido a un accidente, jamás imaginó el éxito que tendría su historia sobre el granjero que rescata a la princesa y salva “momentáneamente” a la galaxia. Y digo “momentáneamente” ya que debido al éxito desbordado de Star Wars era inevitable que existiera una secuela.
Lucas no quería volver a pasar por la pesadilla que fue para él dirigir y decidió pasar la estafeta de director a su antiguo maestro de la universidad, Irving Kershner, lo que le permitiría afianzar su empresa Industrial Light and Magic (ILM) y a conseguir los 18 millones de dólares que costaría el siguiente capítulo de su saga.
Para Star Wars, 20th Century Fox puso a regañadientes los 11 millones de dólares para su producción, pero en esta ocasión Lucas estaba decidido a financiar él solo la película.
En noviembre de 1977, Lucas comenzó a escribir junto con su amiga Leigh Brackett el siguiente episodio, en él, continuarían el desarrollo de los mismos personajes, pero añadirían algunos nuevos y los mandarían a nuevos planetas y locaciones muy distintas a la cinta anterior.
Cuando el primer draft, titulado Star Wars Chapter II, estuvo listo, Lucas no quedó muy convencido y para colmo de males su guionista falleció a causa de cáncer, por lo que tuvo que terminar él solo su siguiente tratamiento. Fue en este segundo draft donde concibió la idea de que tanto la película anterior como la que estaba escribiendo pertenecerían a una saga de dos trilogías y ésta sería el capítulo de en medio de la segunda, es decir, el Episodio V y tendría como subtítulo The Empire Strikes Back.
El primer problema en la producción surgió cuando Mark Hamill, quien interpretaría de nuevo al aprendiz de Jedi, Luke Skywalker, sufrió un aparatoso accidente de moto que le dejó cicatrices muy marcadas en el rostro y un cambio significativo en su semblante; por lo que Lucas y su nuevo guionista Lawrence Kasdan, que recién había terminado de escribir Raiders of the Lost Ark, regresaron a teclear y añadirían el ataque, al inicio de la película, de un monstruo de las nieves conocido como “Wampa” contra Luke que le afectaría directo al rostro, por lo que la primera escena donde vemos a Luke con una cicatriz estaría justificada.
Accidentes de actores, miembros del crew soportando temperaturas bajo cero, tormentas de nieve históricas, fueron algunos de los contratiempos que hicieron que la producción elevara su costo de 18 a 33 millones de dólares.
Lucas se encontraba entre la espada y la pared, por un lado, Bank of America quien había hecho el préstamo bancario inicial a Lucas, requería pagos inmediatos y si éstos no se podían saldar, la producción se cancelaría y por otro lado estaba Fox quien ofrecía el dinero necesario a cambio de ser socio de Lucas en la secuela.
Para fortuna del joven George, el trato inicial que había hecho con la misma Fox en la primera película, le permitía, además de tener el control y ser dueño de las secuelas, quedarse con todas las ganancias provenientes del marketing de la película, es decir, juguetes y souvenirs.
Cuando llegaron las ganancias de ese trato, Lucas pudo pagar a Bank of America el dinero lo que le permitió solicitar un nuevo préstamo para solventar el presupuesto que se había elevado y poder así conservar y ser dueño de la cinta y su naciente franquicia.
20th Century Fox le exigió a Lucas un teaser para ser mostrado un año antes del estreno programado para el verano de 1980 pero los efectos especiales aún no estaban terminados así que la solución fue hacer un teaser-trailer con las visualizaciones de Ralph McQuarrie y algunas fotos promocionales.
Por otro lado, la producción tenía que lidiar con otro problema, la filtración de información. El secreto mejor guardado fue el parentesco de Darth Vader con Luke. Incluso Mark Hamill y David Prowse (Darth Vader) no sabían nada a la hora de filmar la icónica escena.
Fue justo antes de comenzar a rodar que Lucas se acercó a Hamill y le dijo quién era en verdad Darth Vader para que supiera cómo reaccionar. Pero Prowse se quedó con el texto que estaba marcado en el guion que todos tenían. Al momento de filmar, lo que Prowse le dijo a Mark Hamill fue “Obi-Wan mató a tu Padre”.
No fue sino hasta las sesiones de regrabación de voces con James Earl Jones, quien hacía la voz de Vader, que todos quedaron sorprendidos ante la revelación. Incluso Mark Hamill cuenta que Harrison Ford se enteró hasta que vio la película el día de su estreno.
The Empire Strikes Back estrenó el 21 de mayo de 1980 y fue, por supuesto un éxito total. Es considerada la mejor película de la saga y de las trilogías que siguieron, fue la película más taquillera de ese verano rompiendo los récords de taquilla y afianzando a George Lucas como el director independiente más exitoso del mundo.
Ahora los esfuerzos de Lucas se verían volcados en realizar la tercera película para culminar su trilogía y que ya tenía título de Revenge of the Jedi pero eso… eso es otra historia.
Mira el teaser-trailer original de The Empire Strikes Back:
